La Guardia Civil decomisa 315 kilos de marisco a los cinco furtivos que ya habían actuado en Domaio

El furtivismo está al alza en O Morrazo con la cercanía de las fechas navideñas y la consiguiente escalada del precio del marisco. En un año en el que la Policía Autonómica y los distintos cuerpos reforzaron su lucha contra esta lacra, con más intervenciones y denuncias, el sector del mar de Moaña lleva tres actuaciones en una semana. La madrugada del miércoles para el jueves se identificaron a seis furtivos en dos operaciones distintas, en la playa de A Xunqueira, y con pocas horas de diferencia entre ambas. En total la Guardia Civil decomisó 315 kilos de almeja y berberecho extraído de forma ilegal. En el primer operativo los identificados y propuestos para sanción administrativa son cinco vecinos de Poio que ya habían sido pillados in fraganti en una playa de la parroquia de Domaio a mediados de la pasada semana.

Los agentes del Instituto Armado dieron aviso a la Policía Local sobre las dos de la madrugada, al descubrir que cinco presuntos furtivos faenaban en A Xunqueira a las dos de la madrugada. Tras localizar el coche esperaron a que se subiesen al mismo y atravesaron un vehículo patrulla para evitar una fuga. Se identificó a los ocupantes, que llevaban ropa de neopreno y resultaron ser los ya sancionados una semana atrás en Domaio. La mercancía estaba oculta en el maletero y distribuida en siete sacos. Tras llevarla a pesar a comisaría, los agentes comprobaron que la almeja y el berberecho ilegal pesaba un total de 245 kilos.

Poco después el guardacostas contratado por la Cofradía de Pescadores dio alerta a la Policía Local por la presencia de otro coche sospechoso, pasadas las tres y media de la madrugada, estacionado frente a A Xunqueira y con ropa en su interior.

En una noche lluviosa los agentes municipales recorrieron la playa encontrando nuevos sacos de marisco que sumaban otros 70 kilos, así como otros elementos como un rastrillo.

Las huellas en la arena delataban la presencia de varios furtivos más, aunque en un principio todos lograron escapar. Ya casi de mañana los agentes municipales localizaron a un sospechoso que acudía a desayunar a un bar del entorno con la ropa mojada y llena de arena. Vecino de Asturias, determinaron que se trataba de uno de los furtivos de la segunda operación de la noche, por lo que fue también identificado y propuesto para sanción.

Orden de alejamiento

Desde finales del año 2021 los cuerpos y fuerzas de seguridad detectaron que furtivos “profesionales” de Poio habían dado el salto a la ría de Vigo, afectando especialmente a Moaña, tras una sentencia judicial condenatoria que les impuso una orden de alejamiento de los bancos marisqueros de la ría de Pontevedra por su reincidencia.

El marisqueo a pie es el empleo de más de 50 mujeres moañesas que este año además están sufriendo capturas más reducidas por culpa de un retraso en el crecimiento de la almeja. Estos problemas se ven agravados por la actuación de un furtivismo que ni siquiera respeta los tamaños mínimos de extracción del molusco.

Más de 1.200 denuncias este año y 73 personas investigadas o detenidas

Los datos de la Consellería do Mar después de un año en el que cuerpos como la Policía Autonómica reforzaron su lucha contra la lacra del furtivismo se saldan con un 2022 que suma 1.229 denuncias tramitadas por extracción de marisco de forma irregular. Suponen un incremento muy elevado con respecto a las 907 de todo el ejercicio anterior.

En todos los operativos, y a falta de la campaña navideña, se realizaron 1.658 registros y 1.082 inspecciones. Hasta la fecha fueron investigados o detenidos 73 personas.

A estas intervenciones se suman los datos de actuaciones de guardacostas, que entre enero y septiembre decomisaron 22.654 kilos de marisco en 8.080 inspecciones en todo el litoral gallego.

El servicio de Guardacostas señala que en estas jornadas previas a la Navidad intensifican sus controles en el litoral y alertan de que, además del bivalvo propio del marisqueo a pie otra especie que buscan los furtivos y es muy requisada son las centollas, que alcanzan un precio muy alto en el mercado en épocas navideñas.

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