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Vecinos de Espiñeira llevan seis años de denuncias por los vertidos del río Orxas

La asociación vecinal recuerda que En Marea llevó el problema al Parlamento en 2016

Un pez muerto el pasado lunes tras el episodio contaminante en el río Orxas. | // SANTOS ÁLVAREZ

La presidenta de la Asociación de vecinos de Espiñeira, en Aldán, Esperanza Santomé, que aglutina al barrio de casas en el entorno del muelle, recuerda sobre la situación de contaminación del río Orxas, que desemboca en la playa de San Cibrán, que llevan seis años de denuncias y que en el año 2016 el grupo En Marea lo llevó al Parlamento de Galicia.

Añade que cuando el año pasado se anunció que la concesionaria del agua, la UTE Gestión Cangas, iba a invertir 1,8 millones de euros en el saneamiento de la ría de Aldán, se puso en contacto con la alcaldesa para comentarle que en dicha actuación no aparecía más que en el titular el nombre de Aldán, puesto que no contemplaba ninguna actuación. Añade que la respuesta de la alcaldesa fue que no podían actuar en el río Orxas por un asunto decompetencias con Augas de Galicia “cosa que no entendemos pues creo que todos estamos en el mismo barco a la horad e solucionar problemas y más si afectan a la población en un tema de salud medioambiental”.

Esperanza Santomé asegura sobre el río Orxas que la estación de bombeo no funciona adecuadamente y hay vertidos constantes en el rebosadero, sobre todo, en días de lluvia.

El problema de los vertidos en el río orxas volvio a salir nuevamente esta semana tras el insoportable olor del río el pasado domingo y que un vecino denunciara que su perro había muerto 12 horas después de beber en su cauce. Lo cierto es que el mal olor era intenso y con la marea baja lo que bajaba por el río eran más vertidos que agua limpia. La situación provocó una inspección de Augas de Galicia que constató que el tramo de desembocadura muestra un aspecto muy turbio, observando crecimiento de biofilm en el lecho como consecuencia de las aguas residuales que llegan al cauce. Añadía en su informe que la afección visual es notable y comprende la totalidad del tramo entre la playa de San Cibrán y la finalización del tramo subterráneo del río bajo la carretera de Bueu, unos 90 metros. Confirma que en el entorno hay tres aliviaderos de la red municipal de saneamiento, uno de los cuales presentaba un vertido de aguas residuales sin depurar. La concesionaria indicó que el vertido se produce por la saturación de la red de saneamento municipal por las luvias. Vecinos de la zona aseguraban que en la madrugada de ayer, un camión cisterna de la concesionaria estuvo metiendo agua limpia en las arquetas para diluir el vertido.

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