Los comuneros de Beluso rechazan la instalación de eólicos en la comarca y se integran en la plataforma

La Comunidade de Montes de Beluso ha mostrado su rechazo a la instalación de parques eólicos en la comarca y se ha integrado dentro de la plataforma Eólicos no Morrazo Non, en la que contará con un representante. Ese es el acuerdo que se adoptó de forma unánime el domingo en la asamblea extraordinaria en la que se dieron cita 42 de los 105 comuneros inscritos en el colectivo, y a la que también acudieron como relatores invitados Daniel Rosales, presidente de la Comunidade de Montes de Santo Tomé de Piñeiro; el biólogo Antonio Nogueira; y Manuel Soaxe, presidente de los comuneros de Coiro y miembro de la Organización Galega de Comunidades de Montes.

La cita sirvió para desgranar no solo los tres parques eólicos previstos en O Morrazo sino también sus posibles implicaciones, y para defender el autoconsumo y las comunidades eléctricas locales como alternativa, reclamando que los excedentes de energía que se produzcan se puedan volcar a la red previo pago. Los relatores explicaron que la instalación de los aerogeneradores supondría una pérdida en la calidad de vida por el ruido, ya que su impacto sonoro y visual se constata a seis kilómetros de distancia y el ancho de la península de O Morrazo es de solo siete, por lo que se verían afectados todos los núcleos.

Los daños en acuíferos y en el monte fueron otros de los argumentos, al necesitarse pistas de gran tamaño para el traslado de las piezas de los molinos. En cuanto al rendimiento económico se habló de unos 873.000 euros al año por generador, cuando el precio ofertado a los propietarios de los terrenos es de solo 9.000. Y también se apuntó como razón para oponerse el nulo retorno local en materia energética. En este sentido, se apuntó que Galicia produjo en 2021 24,2 millones de megawatios/hora al año y su consumo fue de solo 17, 4 millones, exportando el resto sin un beneficio, mientras, señalaron, hay 180.000 personas en situación de pobreza energética, hay un deficiente suministro en el rural, y se paga una factura eléctrica idéntica al resto del Estado.