Los marineros de bajura protestan en las rías por el reglamento de control de la UE

“A pesca non é nin ‘Gran Hermano’ nin ‘La isla de las tentaciones’”, ironizan en O Morrazo | Plantan cara a Bruselas y se oponen a la geolocalización o al uso de cámaras

R. M. / R. A. / R. P.

La flota de bajura de los puertos de las Rías Baixas pararon ayer a mediodía e hicieron sonar sus bocinas sumándose de forma masiva a la protesta convocada por la Federación Galega de Cofradías, con concentraciones en cada uno de los puertos, contra la nueva normativa de control pesquero de la Unión Europea. El reglamento les obliga a llevar geolocalizador, un diario electrónico a bordo para remitir las capturas desde la propia embarcación y una cámara, al final solo para los barcos de más de 12 metros de eslora. Los marineros ven imposible trabajar con aparatos electrónicos en barcos sin puentes, en las bañeras a la intemperie.

La protesta fue secundada en todos los puertos de O Morrazo, con concentraciones de las flotas en Cangas, Moaña y Bueu y con paradas en tierra en la de Aldán. Una de las embarcaciones en Bueu mostraba una pancarta en la que se podía leer: “A pesca non é Gran Hermano nin a Illa das Tentacións”, por la obligación según el nuevo reglamento de llevar cámaras a bordo, aunque ayer ya se comentaba en los muelles que solo lo iban imponer a las embarcaciones por encima de los 12 metros de eslora, de forma que solo se verían afectadas un porcentaje pequeño en estos puertos. En todas las lonjas se veían también pancartas con el lema en común de la protesta: “Somos pescadores non delincuentes”.

La gran pitada de los barcos gallegos contra el Reglamento de Control de Pesca

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R. V.

“¿Cómo vamos a estar escribiendo para mandar las capturas desde un aparato bajo la lluvia?"

En Cangas, el patrón mayor, Javier Costa, se dirigió a los compañeros desde su barco, en el muelle, micrófono en mano, para insistir en que Europa y Madrid no quieren saber que existen una serie de embarcaciones que no trabajan de forma industrial, sino de manera tradicional y con aparejos selectivos, pero cuando se elabora una normativa “nos tratan a todos por igual”, como ha sido el caso. No entienden cómo la modificación del reglamento les obliga a llevar todos estos aparatos digitales cuando la gran mayoría de ellos trabajan en planeadoras sin cabina, sobre la bañera a la intemperie: “¿Cómo vamos a estar escribiendo para mandar las capturas desde un aparato bajo la lluvia?", protesta un marinero morracense.

En Arousa, decenas de barcos secundaron ayer la protesta convocada por la Federación Gallega y respaldada por la Consellería do Mar. Desde sus embarcaciones, tanto si estaban en movimiento dentro de las ensenadas portuarias como amarrados o abarloados, la flota gallega de bajura exigió ayer “respeto” y “sentido común” a la UE.

Marineros y armadores, pescadores y mariscadores, bateeiros y percebeiros, todos hicieron sonar bocinas, pitos y silbatos mientras mostraban pancartas con lemas de repulsa y lanzaban bengalas, escenificando así un rechazo frontal al nuevo reglamento de control pesquero planteado en Bruselas. Arropados también desde tierra firme, tanto por otros miembros del sector como por familiares y vecinos, gritaron “no” al empleo de geolocalizadores y ridiculizaron la obligatoriedad de instalar cámaras de vigilancia a bordo.

Lo consideran “absurdo” y sienten que obligarlos a ello es como considerarlos “delincuentes”, sobre todo porque, insisten, ya hay “suficientes mecanismos de control” y el trabajo de las pequeñas embarcaciones que faenan en el interior de las rías gallegas está permanentemente supervisado.

En la ría de Pontevedra, la flota artesanal protagonizó ayer una jornada de protestas en la ría en rechazo al nuevo reglamento de control. Los pescadores de Marín, Portonovo, Poio y otros puntos de la ría de Pontevedra, hicieron sonar sus bocinas en una movilización que discurrió entre los distintos puertos.

La conselleira do Mar, Rosa Quintana, ya trasladó a la directora general de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare) de la Comisión Europea, Charlina Vitcheva, que en la flota hay mucho “malestar” y “preocupación”, como quedó bien patente en las protestas de ayer.