Para sorpresa de muchos, personal del Concello de Cangas trabajaba desde ayer de forma intensa en la limpieza del río Bouzós. Allí una pala retiraba tierra y toda porquería que lleva el río Bouzós en este tramo urbano que va desde A Ponte, prosigue por la calle Noria y se precipita ya por las inmediaciones de la calle Atranco. Además de una pala, había operarios municipales dentro del propio cauce. El trabajo era colosal por la cantidad de residuos que había que retirar del maltratado río. Convertir este tramo en un vergel es tarea complicada, en una zona invadida por edificios y huertas que se sitúa en la denominada zona de policía.

El trabajo de limpieza del río había comenzado hace ya tiempo, pero tuvo que interrumpirse para dar prioridad a otros trabajos del departamento de Servicios. Ayer se retomaron y, según manifestó el propio alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos (ACE), esta tarea estaba en el planing que manejaba ya la arquitecta técnica municipal. El regidor local señala que para este tipo de labores no hace falta solicitar permiso a Augas de Galicia, que es la que tiene competencia en los ríos, siempre que no se realicen podas u otros trabajos muy específicos.

En el mes de agosto, los vertidos fueron frecuentes en el río Bouzós. Si un día el color del río era blanco y con fuerte olor a detergente, al otro el olor que desprendía era de aguas fecales, además eran visibles muchas manchas similares al aceite cerca de la canalización bajo la rúa Noria. En aquel momento del mes de agosto, los vecinos manifestaron su malestar y también denunciaron la presencia de ratas en la zona. Recientemente, denunciaron que se arrojaba fruta depreciada en las fruterías a unas fincas que hay en las inmediaciones del cauce del río, lo que provocaba la presencia de más ratas y de mayor tamaño.

Xosé Manuel Pazos volvió a lamentar el hecho de que Aguas de Galicia no se tome en serio la limpieza del río Bouzós y elimine las múltiples barreras que hay en su recorrido, que impiden que se pueda pasear por las inmediaciones.