Cita política anual en EEUU

Cuatro claves del discurso sobre el estado de la Unión de Biden

Biden, durante el discurso del estado de la Unión.

Biden, durante el discurso del estado de la Unión. / AFP

Idoya Noain

El segundo discurso sobre el Estado de la Unión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos ha sido también su primero con el poder en Washington dividido, ahora que la Cámara Baja está bajo control de los republicanos. Esa división se ha evidenciado a lo largo de los 75 minutos de la intervención, con momentos de alboroto y tensiones. Estas son las claves del mensaje de Biden, y de la respuesta republicana.

Bipartidismo y desafío

“Si pudimos trabajar juntos en el último Congreso no hay razón de que no podamos trabajar juntos y encontrar consenso en este Congreso también”. El llamamiento al trabajo bipartidista ha sido una constante del discurso del demócrata, que ha llegado renovando su “Agenda de Unidad”.

Hasta en 12 ocasiones ha pronunciado Biden la frase “acabemos el trabajo”, exhortando a los republicanos a colaborar desde en la elevación del techo de la deuda hasta en cuestiones como inmigración, reforma policial o leyes de control de armas.

Las perspectivas de esa cooperación, no obstante, son extremadamente reducidas, y Biden también ha usado un tono casi desafiante ante las previsiones de bloqueo o de impulso republicano a determinada legislación, contraria a su agenda, que ha prometido vetar, como cualquier intento de tratar de regular la ilegalización del aborto o de cortar programas como la seguridad social o la asistencia sanitaria pública a mayores.

De pasada por la política exterior

Con el foco claramente colocado en la política nacional, Biden ha pasado muy por encima por la política exterior, reduciendo las menciones a la guerra de Ucrania y a la compleja relación con China.

Como el año pasado, la embajadora de Kiev había sido invitada a presenciar en persona el discurso, y el presidente estadounidense se ha comprometido ante ella a apoyar a Ucrania en la guerra abierta por Rusia “todo el tiempo que haga falta“.

Respecto a China, y después de una semana en que el incidente del globo espía ha centrado la política estadounidense y ha tensado las relaciones con Pekín, Biden se ha extendido algo más pero no demasiado (provocando las críticas de la conservadora FoxNews). Su mensaje a Pekín: “Si China amenaza nuestra soberanía actuaremos para proteger nuestro país”.

Aunque no ha hablado de la relación con Europa, ha defendido la Ley de Reducción de la Inflación, cuyos tintes proteccionistas han levantado ampollas en Bruselas, así como en Seúl o Tokio. Y esas tensiones pueden elevarse con otra propuesta de Biden referida a la Ley de Infraestructuras, en la que propugna el “Buy American” (compra estadounidense) para que todos los materiales en los proyectos sean adquiridos a fabricantes estadounidenses.

El tráiler de 2024

El discurso de Biden se ha sentido como una carta de presentación de la campaña para 2024, aunque no ha anunciado oficialmente aún que buscará la reelección, algo que muchos votantes demócratas no quieren por su edad (tendría 82 años al iniciar su segundo mandato).

Se han escuchado el repaso a los logros hasta ahora y un mensaje optimista, y también temas que bien pueden oírse en cualquier mitin, tanto en oposición a la agenda republicana como con propuestas que apelan a grupos de votantes clave, como los mayores o los estadounidenses de clase media y trabajadora. Ha hablado, por ejemplo, de impulsar la creación de empleos bien pagados que no requieren titulación universitaria, de subir impuestos a los más ricos, de reducir el precio de los medicamentos o de eliminar comisiones ocultas que cobran desde bancos a hoteles o aerolíneas.

La respuesta republicana

La reacción republicana al discurso en la sala del Congreso ha sido a momentos alborotada y ha llegado a tener incluso episodios de reventadores que han abucheado e increpado al presidente (que ha respondido con una destacada rapidez y agudeza y con varios dardos cargados de humor e ironía).

Oficialmente, la respuesta la ha dado en otro discurso Sarah Huckabee Sanders, la que fue secretaria de prensa de Donald Trump y ahora es gobernadora de Arkansas, y su intervención también sirve de guía de la oposición que los conservadores van a hacer los dos próximos años a Biden y en las presidenciales de 2024.

Sarah Huckabee Sanders.

Sarah Huckabee Sanders. / AFP

Sanders ha asaltado sin miramientos la agenda de Biden y de los demócratas, a los que ha englobado como “la izquierda radical”. Ha acusado a la Administración de estar “más interesada en fantasías woke que en la dura realidad que los estadounidenses enfrentan cada día”. “La mayoría de estadounidenses estamos bajo ataque en un guerra cultural de la izquierda que no empezamos y nunca quisimos librar ”, ha dicho también, asegurando que “la línea divisoria en EEUU ya es entre izquierda y derecha, la elección es entre normal o loco”.

Sanders ha jugado también la carta de la edad, confrontando sus 40 años y su estatus como gobernadora más joven del país frente a los 80 años de Biden. “Es hora para una nueva generación de liderazgo”, ha dicho sin hacer mención a que Trump, el único republicano que ha anunciado candidatura presidencial para 2024, tiene 76 años.