La marea definitiva del “capitán” de las Malvinas

Botado como “Cieisa Uno” en el astillero Santodomingo y rebautizado después como “Pescavigo Uno”, su reemplazo está en marcha: el hoy “Capricorn”, a por su último trabajo

El Capicorn

El Capicorn / FDV

Lara Graña

Lara Graña

Mientras Astilleros Construcciones (Ascón) construía en su factoría de Meira los congeladores Río Hanabana o Río Jatibonico –para la flota cubana de pesca– o la desaparecida Enrique Lorenzo y Cía (Vulcano) remataba el ferri Antonio Suardíaz, se alumbraban en Coia una serie de arrastreros que terminarían siendo emblemáticos por su trayectoria y fiabilidad: los de la serie 73 de Construcciones Navales Santodomingo. Uno de ellos llevaba en el casco el nombre de Cieisa Uno, para la Compañía Internacional de Exportación e Importación, una de las armadoras que dinamizaron a lo grande la industria de construcción naval de la ría de Vigo. Durante la fase de armamento, el Cieisa Uno, que entonces exhibía cerca de 83 metros de eslora, fue adquirido por un emprendedor, José Puerta Oviedo, cuyo legado pervive a día de hoy como la quinta mayor pesquera del país. El buque de Grupo Pescapuerta fue rebautizado como Pescavigo Uno, su primer congelador, y realizó sus mareas de estreno en aguas sudafricanas a finales de los setenta: tardaba entre tres y cuatro meses en retornar a Vigo cargado con más de mil toneladas de pescado congelado en las bodegas y entrepuente.

El “Pescavigo Uno”, amarrado 
en Beiramar en 1987. A su 
costado de babor, el “Mar del 
Cabo”.   | // MAGAR

El “Pescavigo Uno”, amarrado en Beiramar en 1987. A su costado de babor, el “Mar del Cabo”. | // MAGAR / Lara Graña

El “Capricorn”, en Frialia
al llegar de su penúltima
marea.   | // R. GROBAS

El “Capricorn”, en Frialia al llegar de su penúltima marea. | // R. GROBAS / Lara Graña

A las Falkland

De azarosa vida, en 1984 –ya en plena eclosión de las empresas mixtas– fue sometido a un alargamiento que dejó su eslora en unos imponentes 94,4 metros con capacidad –expresada en arqueo bruto o gross tonnage– de 2.511 GT. Su última denominación, hasta la actual Capricorn, se registró a mediados de los años noventa cuando fue reabanderado en las Falkland para una joint venture de la misma Pescapuerta con una compañía de capital local. Ha sido el segundo pesquero de mayor envergadura en operar en este caladero, impenitente, solo por detrás de su colega Beagle (ex Nuevo Alcocero, de 100 metros de eslora y ensamblado también en Santodomingo). Su singladura en el Atlántico sur remata ahora, al menos como miembro de la flota de la armadora viguesa. La construcción de su sustituto avanza en las gradas de Nodosa sin contratiempos y el Prion, de 85 metros de eslora y casi 2.500 GT, se entregará el 30 de septiembre, en la jornada previa al arranque de la edición número 25 de la feria Conxemar.

El "Pescavigo Uno" (izda) y el "Puente Pereiras Tres" (derecha).

El "Pescavigo Uno" (izda) y el "Puente Pereiras Tres" (derecha). / Magar

El Capricorn pasará entonces a engordar las páginas de las hemerotecas donde reposan los nombres de todos los buques que hicieron historia en la flota de capital gallego, como los de los primeros en adentrarse en aguas namibias, argentinas, de las Feroe o las mencionadas Malvinas. Con un reemplazo que no se quedará corto en galones: el Prion (Petrel Fishing Company) será el primer arrastrero congelador de proa invertida a estrenar por una compañía de capital vigués, con un diseño muy similar al del Argos Berbés, con el que la joint venture Argos Group (de Armadora Pereira) sustituirá al no menos icónico Argos Vigo (ex Telleiro y ex Puente Pereiras Tres), construido por la desaparecida Hijos de J. Barreras en 1988.

El que fue uno de la serie 73 de Santodomingo, que se ha llamado Cieisa Uno y Pescavigo Uno y también Capricorn, se destinará previsiblemente al mercado de segunda mano. Con una de las hojas de servicio más abultadas de la flota gallega de gran altura. Con nota.

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