La Audiencia niega homicidio por imprudencia en la muerte de un marinero en Gran Sol

El tripulante cayó del “Novo Alborada” y no llevaba puesto el chaleco salvavidas

El Novo Alborada, a la izquierda, amarrado en Vigo

El Novo Alborada, a la izquierda, amarrado en Vigo / Pablo Hernández Gamarra

Lara Graña

Lara Graña

El Novo Alborada es un buque de arrastre de casi 40 metros de eslora y 391 toneladas GT (gross tonnage o arqueo bruto) que opera en aguas de Gran Sol. El 15 de febrero de 2023, durante unas maniobras de virada a 165 millas de las islas Sorlingas, un marinero de 52 años resultaba fallecido tras caer al mar.

Una demanda formulada ante el juzgado de Instrucción número 7 de Vigo acusó a la empresa armadora de homicidio por imprudencia y por incumplimientos en la normativa de seguridad, argumentos que fueron rechazados entonces y han vuelto a ser desestimados ahora a cargo de la sección 5 de la Audiencia Provincial.

Los tripulantes declararon que el tripulante, de origen ghanés, se había quitado el chaleco salvavidas en cubierta y acudió a “una zona insegura por propia iniciativa” y pese a haber “recibido instrucciones por megafonía por el peligro que corría”. Incluso estando ya en el agua, de acuerdo a los mismos testimonios, el marinero solicitó que le fuera arriado un lanteón con gancho en vez de un salvavidas.

“No es posible estimar incorrecto el sobreseimiento y archivo acordado respecto del delito de homicidio imprudente, pues las pruebas practicadas son constantes y sólidas al atribuir de modo principal al marinero fallecido la conducta determinante del siniestro”, expone la sentencia.

Asimismo, “y en relación con la infracción de la normativa de seguridad –prosigue–, el recurso se ha centrado en que habría pasado un tiempo sin que se hiciese nada, pero ello no afecta a ninguna normativa, sino a la posible actuación negligente que antes hemos descartado”. Según la demanda, pasaron “al menos” quince minutos sin que se hubiese tomado ninguna medida de auxilio desde el pesquero. “El patrón en aquel momento dio al fallecido instrucciones precisas que éste no siguió, por lo que esa función –la desempeñada por el contramaestre– hay que estimar que estaba cubierta en ese momento”.

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