El caso de la canguesa desaparecida a bordo del "García del Cid” revoluciona el CSIC: el acoso implicará despido y denuncia penal

Del Pino, que tendrá poder sancionador, tutelará el ente que vigilará todos los casos

El protocolo incluye el cambio de buque y se activará solo con la notificación de los hechos

El “García del Cid”, en primer término, listo para el desguace en un muelle de Gijón.

El “García del Cid”, en primer término, listo para el desguace en un muelle de Gijón. / MARCOS LEÓN

Lara Graña

Lara Graña

En julio de 2020 el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) promulgó su Protocolo de Prevención e Intervención frente al Acoso Sexual y por Razón de Sexo. Solo en los 18 meses anteriores la institución había recibido media docena de denuncias por abuso y acoso sexual a bordo de la flota oceanográfica. Y las siguió recepcionando después, a razón de una media de cinco cada año, como ha reconocido su presidenta, Eloísa del Pino. Aquel protocolo no sirvió a la tripulante del García del Cid Carmen Fernández (Cangas, 1980) quien, según incide su familia, había solicitado el traslado de buque, donde había denunciado una agresión sexual. Desapareció solo seis días después de retornar al barco y durante una campaña en el Mediterráneo. Las repetidas conductas de acoso, la desaparición de Carmen y una intensa contestación social en redes sociales, a raíz de la cobertura de FARO, forzaron al CSIC a renovar íntegramente su reglamento. El nuevo protocolo fue presentado ayer por Del Pino y pretende “prevenir, detectar de forma inmediata y resolver las posibles situaciones de acoso sexual [...] y afrontarlas de manera efectiva”. Estas agresiones serán constitutivas de una falta muy grave, sancionadas como tal –separación del servicio (despido), suspensión o traslado– y se dará notificación al Ministerio Fiscal. El reglamento se activará nada más producirse la notificación de los hechos, al margen de que se presente una denuncia después.

El protocolo pone patas arriba el anterior, como había reclamado ya por unanimidad –a excepción del grupo parlamentario de Vox– el Pleno del Congreso. Incluye medidas específicas para el personal de a bordo en buques de investigación y en la base de la Antártida, donde las posibles víctimas de acoso son más vulnerables. Por ejemplo, determina que “en la medida de lo posible se adoptarán medidas cautelares que eviten la convivencia de la persona denunciada con de la posible víctima”, cuestión clave que denunció la familia de la mujer de Cangas. Entonces, el CSIC aseguró que no era posible un traslado de buque al no figurar en el convenio del García del Cid –al que sorpresivamente acaban de mandar a desguace, como ayer divulgó este periódico–, y se limitó a indicar que se le había facilitado un “camarote individual”. Las personas denunciantes también podrán solicitar medidas cautelares para “evitar una futura coincidencia durante las sucesivas campañas”, tanto si se trata de personal propio del CSIC como de empresas externas.

Las nuevas reglas contra el acoso incluyen también la reprobación hacia “conductas reprobables” como insultos, insinuaciones sexuales, abusos verbales o tocamientos. Un enorme abanico de comportamientos sufridos por decenas de mujeres, como relataron a FARO. “¿Qué más te da si no estás con nadie?”. “Te voy a comer el coño”. “Tienes que ir donde la bióloga, que está durmiendo y no se entera”. “Esa va salida como una perra, chillando por todos lados. Lo que necesita es un buen pollazo”. Estas son algunas de las frases que tuvieron que escuchar investigadoras, personal técnico o de tripulación a bordo de barcos públicos de investigación. Todos los buques quedarán empapelados con cartelería contra el acoso –se aplicará en todos los centros del CSIC–, y en todos los institutos se promoverá la creación de un comité de igualdad.

Del Pino

El protocolo crea asimismo una entidad de nueva creación, la Unidad del Comisionado para Promover un Entorno Laboral Sano y Seguro (COMSE), que estará bajo la tutela y supervisión directas de Eloísa del Pino. La presidenta tendrá “potestad disciplinaria para con el personal funcionario y laboral cuando se pueda tratar de sanciones por faltas muy graves”, delimita el documento, al que ha tenido acceso este periódico. “Las medidas que incorpora el documento que presentamos hoy nos ayudarán a hacer del CSIC una institución segura y activa en prevenir, detectar de forma inmediata y resolver las posibles situaciones de acoso sexual o por razón de sexo, en cualquiera de sus formas y modalidades, en todos los institutos y centros de trabajo, y afrontarlas de manera efectiva”, declaró este lunes Del Pino en un comunicado a los medios.

Como reclamó también el Pleno del Congreso, el nuevo protocolo permitirá continuar con el procedimiento sancionador administrativo independientemente de que se cierre la causa judicial penal por un delito de acoso sexual. En el caso de Carmen Fernández, por ejemplo, el sobreseimiento de su demanda en vía judicial conllevó el fin de las pesquisas por vía administrativa. Fuentes oficiales del CSIC se comprometieron a evaluar la reapertura de su caso, aunque no han trascendido novedades al respecto. Tanto un juzgado de primera instancia de Valencia como la Audiencia Provincial dieron carpetazo a la instrucción pese a que no se realizó ninguna diligencia judicial, no se tomó declaración a todas las personas que iban a bordo –solo a 4 de 16– y no se visionaron las cámaras de cubierta. Carmen, quien tenía tres hijos, consta oficialmente todavía como desaparecida desde el 10 de septiembre de 2023.

CLAVES

  1. Reglamento a bordo

    “En caso de interposición de una denuncia, la Dirección del centro al que esté adscrita la persona denunciante/denunciada, deberá realizar un expediente de seguimiento para evitar, en la medida de lo posible, una futura coincidencia durante las sucesivas campañas entre la posible víctima y la persona denunciada”.

  2. Activación del protocolo

    “El Protocolo quedará activado por la SGARH (recursos humanos) en cuanto se tenga conocimiento de una información en la que se muestran indicios de acoso sexual o por razón de sexo, ya proceda ésta de la persona afectada o de oficio de las direcciones o responsables de unidad”.

  3. "Conductas reprobables"

    “Conductas susceptibles de ser consideradas como manifestaciones de acoso y hostigamiento sexual: apodos, motes, mensajes por redes sociales, comentarios, palabras o chistes sexuales [...] miradas persistentes o sugestivas de carácter sexual, gestos obscenos, observación clandestina [...] besos no deseados, tocamientos, pellizcos, acorralamientos...”

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