La Eurocámara pone a China en la diana y demanda datos sobre su flota y capturas

Urge también información al “gigante” asiático sobre sus acuerdos con terceros países | Pide a Bruselas un sistema de trazabilidad en cooperación con las autoridades chinas

Un buque chino realizando transbordo en alta mar.

Un buque chino realizando transbordo en alta mar. / Greenpeace

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El pasado mes la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo debatió y votó una propuesta a cargo del presidente, el francés Pierre Karleskind, que ponía sobre la mesa una de las reclamaciones más demandadas de la flota pesquera de España y del resto de países comunitarios. Entonces se aprobó por unanimidad un texto que apostaba por establecer un mayor control sobre la pesca ilegal de China y, en concreto, contra su “competencia desleal”. Ayer, el pleno de la Eurocámara respaldó con una amplia mayoría (573 votos a favor, 11 en contra y 30 abstenciones) una resolución que por primera vez reclama directamente al gigante asiático una total transparencia sobre sus buques y capturas, además de urgir a la propia Comisión Europea a que establezca un sistema de trazabilidad en cooperación con las autoridades chinas.

Tras recalcar el hecho de que China ha aumentado sus exportaciones al mercado de la UE, en particular de atún, los eurodiputados piden a Bruselas que evalúe el impacto de estas importaciones. A mayores, instan a China en su resolución a ser más transparente en lo que respecta a su vasta flota de aguas distantes, de la que solo existen cifras aproximadas, así como de las cantidades de capturas reales que realizan cada año. Según el propio Karleskind, “entre 1983, cuando se creó la Política Pesquera Común, y hoy, 40 años después, la participación de la pesca china a nivel mundial ha pasado del 5% hasta el 15% de las capturas globales”.

Por otro lado, y de cara a luchar contra la pesca ilegal, los eurodiputados también reclaman a Bruselas que ponga en marcha “un sistema de identificación de capturas”, además de pedir a Pekín que esclarezca qué tipo de acuerdos pesqueros mantiene con terceros países, en los que incluso compite con la propia Unión Europea, como es el caso de Marruecos o Mauritania.

“China se ha convertido en el principal actor de la pesca mundial. Numerosos informes alertan sobre su impacto medioambiental y sus condiciones laborales”, avisa Karleskind, que alerta de la necesidad de “fortalecer la transparencia, la trazabilidad y el control, pero también la cooperación, con China”.

Vetos a empresas

El Parlamento Europeo también constata que la intensa actividad de la flota china “está agotando los recursos pesqueros, a costa de condiciones de trabajo inhumanas y violaciones de los derechos humanos”. Por ello, la resolución también urge a Bruselas “a intensificar su cooperación internacional” en la lucha contra la pesca ilegal y los abusos laborales. En este sentido, apuestan por “adoptar medidas restrictivas contra las empresas que no respeten los derechos humanos”.

Sobre esto, el eurodiputado gallego Francisco Millán Mon recordó que “buena parte de la flota china es acusada de numerosas prácticas ilegales, que incluyen pesca ilegal e incluso condiciones de trabajo inhumanas”.

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El pleno del Parlamento Europeo dio ayer su visto bueno al nuevo Reglamento de Control de la actividad pesquera en la Unión Europea, acordado durante el último trílogo (Consejo, Comisión y Eurocámara) realizado a finales de mayo. La sesión plenaria celebrada en Estrasburgo (Francia) validó el texto con 438 votos a favor, 146 en contra y 40 abstenciones.

Tal y como se acordó entonces, el reglamento obligará a toda la flota a contar con dispositivos de geolocalización a partir de 2030, además de obligar a llevar cámaras a todos los barcos de más de 18 metros de eslora en función de su riesgo de incumplimiento.

Otros cambios significativos tienen que ver con la revisión del sistema sancionados o la mejora de la trazabilidad, así como el obligatorio registro de las capturas de la flota recreativa y el diario electrónico para la bajura. Las nuevas normas, que actualizan un 70% de los criterios actuales.

El reglamento contó con el voto en contra del BNG. La eurodiputada Ana Miranda tildó el texto de “discriminatorio para el sector pesquero gallego, ya que no recoge las especificidades de la pesca gallega”.

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