Proyecto "made in Vigo"

La salsa de restos del mar que apunta a Asia

ARVI reduce a casi la mitad el espacio que ocupan los descartes en los barcos y diseña un aderezo “con posibilidades culinarias”

Un operario vacía una caja de descartes en la máquina trituradora-compactadora diseñada por ARVI en el proyecto Abasap.

Un operario vacía una caja de descartes en la máquina trituradora-compactadora diseñada por ARVI en el proyecto Abasap. / FDV

El buque O Oriente es uno de los cerqueros que forman parte de la flota olívica. Posee 22 metros de eslora, casco de acero, una potencia de 275 caballos... Y en él se testó uno de los cinco innovadores proyectos dirigidos este año por la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI). Sus resultados se presentaron ayer, en el marco de un evento desarrollado en la sede de la entidad, el Edificio “Ramiro Gordejuela”, y en el caso de la citada iniciativa fueron de lo más satisfactorios. Bautizada como Abasap –siglas que hacen referencia al acondicionamiento a bordo y aprovechamiento de los subproductos de la actividad pesquera–, el principal hito es que se ha logrado reducir a casi la mitad el espacio que ocupan los descartes que acumulan las embarcaciones. Es decir, las capturas no deseadas, vivas o muertas, que llegan a los barcos sin querer.

Gracias a una máquina confeccionada a partir de dos modelos ya fabricados se ha conseguido triturar y compactar este material disminuyendo un 40% su volumen. En paralelo, tras llevar el mismo a tierra, se ha aprovechado para crear una salsa con “grandes posibilidades culinarias” que gozan de especial interés “en los países asiáticos”.

Así lo destacó el presidente de ARVI, Javier Touza, que este jueves tomó la palabra de primero para abordar este proyecto y los restantes, acompañado de la teniente alcalde del Concello, Elena Espinosa; el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Botana; y la subdirectora general de acuicultura, comercialización pesquera y acciones estructurales de la Secretaría General de Pesca, Carola González.

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Junto al proyecto Abasap, ARVI presentó otras cuatro iniciativas en las que ha trabajado desde 2021 y que también abordan temáticas “muy relevantes” para el sector.

La primera que expuso fue Next Empleamar, que trata de paliar el problema del relevo generacional. Lo hace a través de inteligencia artificial, poniendo en contacto oferta y demanda con una interfaz rápida y sencilla, de fácil manejo.

La segunda, Buque Eficiente, busca la eficiencia energética de las instalaciones frigoríficas a bordo con la monitorización de parámetros que facilita la toma de decisiones desde tierra para disminuir así las emisiones de CO2.

Por su parte, Pescando 4.0 mostró una plataforma que integra tecnología blockchain –cadena de bloques– para garantizar la trazabilidad de los productos desde la captura a la venta, mientras que Inertimar se ha basado en el aprovechamiento del calor residual para la eliminación sostenible e in situ de parásitos, especialmente anisakis, para que no regresen al mar.

Se trata de proyectos en los que han cooperado, además de Anfaco-Cecopesca, centros como Cetmar, Gradiant o Energylab.

Abasap tuvo como prioridad generar conocimientos específicos en materia de gestión de descartes y valorización de subproductos pesqueros. “Tras un primer estudio de la problemática asociada a la obligación de desembarque, se ejecutó una acción piloto que tenía por finalidad desarrollar una alternativa de gestión a través de una solución tecnológica”, se resume al respecto en la explicación de la iniciativa.

Así las cosas, en primer lugar se analizó la composición de aquellas especies sometidas a la obligación de desembarque, así como su cantidad y las de aquellos subproductos que las mismas generan en el parque de pesca. En el caso de los primeros –descartes–, la cantidad depende de factores como la selectividad del arte de pesca, las especies objetivo de cada momento e incluso factores externos como la estabilidad estacional, el estado de las poblaciones o la profundidad de cada lance. En el caso de los segundos –subproductos–, se trata de material generado en el procesado y limpieza del pescado a bordo.

“Con los resultados de estos estudios previos se diseñó y dimensionó un mecanismo de triturado y compactación que permite almacenar mayor cantidades de descarte en el mismo espacio, contribuyendo al cumplimiento de la normativa vigente”, agregan los autores del proyecto, financiado –como los otros cuatro que ha impulsado ARVI este año– a través de fondos europeos, en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

En este caso, además de la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo, colaboró también Anfaco-Cecopesca. Además del buque O Oriente, donde se instaló y validó el prototipo a prueba, participaron en el desarrollo de la iniciativa las empresas Inxenia y Montajes Igal, encargada de fusionar dos máquinas que ya había sacado al mercado para adecuarse a las características que ARVI perseguía alcanzar.

“A su vez, en este proyecto se estudiaron los procesos de almacenamiento, estabilización y tratamiento de los subproductos y especies de bajo valor comercial mediante procesos de fermentación con el fin de lograr su revalorización. Como resultado de estos procesos se logró obtener un aderezo con diversas posibilidades culinarias”, añade el equipo investigador. Entre ellas, tiene cualidades nutricionales –alto contenido proteico–, organolépticas y sobre la salud humana.

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