La pesca urge un estudio sanitario de las “copias vegetales” de productos del mar

El Consejo Consultivo de Mercados recomienda a la Comisión Europea analizar el impacto de las proteínas “plant-based” con especial hincapié en las “altamente procesadas”

Una clienta paga en una pescadería del mercado de O Calvario, en una imagen de archivo

Una clienta paga en una pescadería del mercado de O Calvario, en una imagen de archivo / Marta G. Brea

Tiene beneficios cardiovasculares, ayuda a mantener a raya los niveles del colesterol malo (LDL), se asocia a un menor riesgo de diabetes, y es bueno contra la depresión o la ansiedad. Son algunas de las cualidades del pescado, fuente de vitaminas A, B1, B2, B3, B12, D y E, que contiene los minerales necesarios para mantener una dieta equilibrada, y cuyo consumo está más que recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Blancos o azules, se aconseja para la población en general entre tres y cuatro raciones por semana; unas cantidades que en el caso de ciertos colectivos –como por ejemplo los vegetarianos o veganos– son sustituidas cada vez con más frecuencia por copias verdes que se asimilan en color y forma a los productos del mar. Ante el auge de estos sucedáneos, el Consejo Consultivo de Mercados (MAC) viene de publicar un dictamen en el que insta a la Comisión Europea (CE) a realizar un estudio sobre el desarrollo de estos nuevos alimentos. Un análisis que aborde cómo afecta a la salud sustituir las proteínas pesqueras por proteínas plant-based.

El citado órgano, formado por representantes de toda la cadena de valor de los productos del mar (productores primarios, procesadores, comerciantes, proveedores, minoristas, sindicatos) y otros grupos de interés (ONG ambientales y de desarrollo), urge a Bruselas llevar a cabo una investigación que se centre en esta cuestión, haciendo especial hincapié –a través de la participación de los servicios de DG Mare, DG Sante y DG Agri– en los efectos que generan los compuestos “altamente procesados” que incluyen envasados bajo denominaciones como Veggie o Meat Free.

El marketing que hay detrás de las copias verdes

De igual modo, el MAC pide que el informe cuantifique el peso que los sucedáneos de pescado y marisco tienen dentro del mercado así como su crecimiento potencial; los principales ingredientes y métodos de producción que la industria plant-based emplea al confeccionar estos alimentos para imitar la textura, apariencia, sabor y otras características de los productos del mar; y las prácticas de etiquetado que conciernen a los mismos, focalizándose también en la comprensión y la percepción de los consumidores respecto al marketing que hay detrás de las copias verdes.

Precisamente este último tema, el del etiquetado “poco claro” de sustitutivos seafood a base de compuestos vegetarianos y veganos, es en el que más se centra el Consejo Consultivo de Mercados, que por otro lado demanda al Ejecutivo comunitario que evalúe si el marco legal existente regula suficientemente la presentación de estas imitaciones, y estudiar posibles normas específicas para regular esta competencia. Todo ello para garantizar “igualdad de condiciones” en la Unión Europea (UE) y ofrecer “información precisa a los consumidores que evite cualquier engaño”.

El MAC, que hasta insta a Bruselas a que se realicen actividades de inspección por parte de las autoridades competentes para asegurar que el mercado “respeta las prácticas leales de información”, aboga por tener en cuenta avances como los cosechados en países como España y Francia en relación al etiquetado. En concreto se ciñen al Real Decreto 474/2014, de 13 de junio, por el que se desarrollan normas de calidad para productos cárnicos y que restringe algunas designaciones a productos elaborados con carne; y al Décret n° 2022-947 du 29 juin 2022, relativo al uso de determinados nombres para designar productos alimenticios que contengan proteínas plant-based.

Falsos calamares. |  // FDV

Falsos calamares / jorge garnelo

Cinco soluciones para reetiquetar imitaciones que pueden “engañar”

A ojos de Visfederatie, las copias verdes de productos del mar no deberían llevar ninguna designación comercial vinculada a los seafood en sus envases, salvo que la misma vaya acompañada de la palabra “imitación”, algo parecido a lo que plantean desde Conxemar, que solo permitiría esta fórmula en el caso de emplearse la palabra “pescado” –término no protegido– y acompañada nuevamente de la palabra “imitación”.

Para la Asociación Alemana de la Industria Pesquera y Mayoristas, la solución también pasa por permitir que los productores de imitaciones plant-based de productos del mar pueda utilizar la palabra “pescado”, aunque en su caso indicando claramente el carácter del producto en un lugar visible y legible, a través de las palabras “vegano” o “vegetariano”. Sin embargo, cuando exista suficiente “similitud sensorial”, se les permitiría añadir designaciones para piezas cortadas (como “filete” o “nugget”) y designaciones referentes a categorías de productos (“ahumado” o “frito”, por ejemplo).

Filetes imitadores de pescado. |

Filetes imitadores de pescado / jorge garnelo

Algo similar es la propuesta de EuroCommerce, que opta por la combinación de los términos “designación comercial” y “plant-based”, “vegano”, “vegetariano” u otras palabras claras que transmitan el origen del producto para garantizar que “no se engaña a ningún consumidor”.

En último lugar, la Asociación Empresarial de Acuicultura Española (Apromar), la Federación de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (Fedepesca) y la Asociación Europea de Organizaciones de Productores de Pescado (EAPO), junto a otras cinco organizaciones vinculadas al sector del mar, optan por la fórmula más restrictiva. Consideran que a los productores de imitaciones plant-based no se les debería permitir usar la designación comercial de los seafood o hacer referencias a productos del mar. Incluyendo la palabra “pescado”.

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