Regalos para llegar a buen puerto

Stella Maris entrega gorros, libros y dulces a las tripulaciones extranjeras que están en Vigo por Navidad, rompiendo así la “barrera invisible” que les aísla de la ciudad

Voluntarias de Stella Maris junto a los tripulantes del "Severnaya Zemlya" tras darles sus regalos (Vigo).

Voluntarias de Stella Maris junto a los tripulantes del "Severnaya Zemlya" tras darles sus regalos (Vigo). / ALBA VILLAR

La fría lluvia se dejó sentir con ganas ayer en el Puerto de Vigo... A media mañana, entre chubasqueros y paraguas, varias voluntarias de Stella Maris hacían frente a las inclemencias temporales mientras cargaban decenas de cajas. Dirigiéndose a buques como el ruso Severnaya Zemlya o el Argos Cíes, de capital local, llevaban barco por barco estos paquetes, que desataban sonrisas entre quienes los recibían. Eran agradecidos marineros, todos extranjeros, que estas Navidades están de paso por la ciudad olívica. A ellos iba dirigida la campaña Gorros que no sólo abrigan, impulsada por la entidad sin ánimo de lucro, que lucha por romper la barrera invisible que aísla a estas tripulaciones del contacto social que les aguarda en la urbe y sus alrededores.

“Hay una barrera invisible que hace que les cueste ir mucho más allá del puerto. Es necesario integrarlos, porque no es poco el tiempo que pasan en la ciudad y podrían participar en muchas actividades que se hacen aquí. Ese es nuestro objetivo”, comenta la directora de Stella Maris en Vigo, Elvira Larriba, haciendo hincapié en que para 2023 ya se plantean “muchas ideas”. Entre ellas, hacer cursos de idiomas, ya que muchos marineros apenas saben español y muy poco inglés, así como para fomentar sus habilidades informáticas. También de formación física, como actividades de fisioterapia y gimnasia “que les ayuden a evitar lesiones durante el ejercicio de su profesión” o cursos de natación, ya que muchos, pese a dedicarse al mar, no saben nadar.

Pero ayer los esfuerzos estaban centrados en repartir a esta tripulación –que aún viniendo de otros países pasa largas temporadas en Vigo– una serie de paquetes que contenían un poco de todo. Lo principal, gorros que numerosas voluntarias llevan tejiendo desde el pasado mes de noviembre y que estos trabajadores se ponen bajo su casco para resguardarse mejor, pero también chocolate, turrones, dátiles, cerveza sin alcohol, agua, libros, un calendario y hasta un breve mensaje que pone “Tejido con cariño para las Gentes de Mar por los voluntarios de Stella Maris”.

Voluntarias de Stella Maris junto a los tripulantes del “Severnaya Zemlya” tras darles sus regalos.   | // ALBA VILLAR

Tripulantes del “Severnaya Zemlya” volviendo a su barco tras recibir los paquetes. / ALBA VILLAR

Entre las voluntarias que estaban entregando estas cajas estaba Katu Iturbe, para quien esta iniciativa busca “solapar ese vacío” que los marineros a los que se dirigen puedan sentir durante estas fechas tan simbólicas y en las que, como es evidente, están lejos de sus familias. “La respuesta que nos dan es siempre de agradecimiento”, remarca por su parte Andrés Fontela, diácono permanente de la Diócesis de Tui-Vigo, señalando que "se trata de una participación festiva de los cristianos o de las personas de cultura cristiana con los navegantes de otras culturas”.

Algunos de quienes recibieron dichos paquetes fueron Hairun, un marinero natural de Indonesia que lleva 20 años visitando la ciudad olívica, entre idas y venidas por motivos laborales. “Aquí somos una familia, como padres, hijos y hermanos. Nadie se pelea, nadie molesta, es una pequeña casa”, afirma para referirse a sus compañeros de barco, valorando positivamente el regalo que les hace Stella Maris: “Todo está muy bien”. Otros, como Mustafa, originario de Senegal, ponen de manifiesto lo mucho que echan de menos a sus allegados, subrayando nuevamente su agradecimiento a esta iniciativa: “Lo agradecemos mucho porque te das cuenta de que la gente no se olvida de ti, estamos muy contentos”.

El Mundial del mar se jugó en el Berbés. “Lo más integrador es el deporte, incluso no hace falta el idioma, todo el mundo entiende el lenguaje del fútbol”, explica Elvira Larriba. Con esa idea por delante, otra de las actividades que Stella Maris llevó a cabo fue una pachanga en la que participaron “más de 50 tripulantes de todo el mundo”. Celebrada en el Pabellón Polideportivo del Berbés este domingo, los marineros extranjeros jugaron junto a los trabajadores del Puerto de Vigo un emocionante y dinámico partido.

“Lo más integrador es el deporte, incluso no hace falta el idioma, todo el mundo entiende el lenguaje del fútbol”, explica Elvira Larriba. Con esa idea por delante, otra de las actividades que Stella Maris llevó a cabo fue una pachanga en la que participaron “más de 50 tripulantes de todo el mundo”. Celebrada en el Pabellón Polideportivo del Berbés este domingo, los marineros extranjeros jugaron un emocionante y dinámico partido junto a los trabajadores del Puerto de Vigo. / Jorge Garnelo

Precisamente, conforme comenta Elvira Larriba, para evitar esa soledad que pueda aparecer, integrar a estas personas y facilitar su estancia en la ciudad se creó, entre otros motivos, el Comité de Bienestar Portuario: pionero junto al de Barcelona y cuya secretaría técnica lleva Stella Maris tras ser impulsado en enero por la Autoridad Portuaria de Vigo. A ojos de su presidente, Jesús Vázquez Almuiña, “el pilar social de la sostenibilidad tiene un lugar destacado en nuestra estrategia de economía azul sostenible”. Por esta razón apoyan acciones de este índole y “que mejoran la calidad de vida”... En este caso con regalos para llegar a buen puerto.

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