“No separarte del bebé que acabas de tener es una maravilla”

Elena es la primera niña que ha venido al mundo en el Cunqueiro mediante una cesárea acompañada por su padre y que no se ha separado de su madre durante la reanimación

Marta y Alexander con Elena, que ayer cumplía una semana

Marta y Alexander con Elena, que ayer cumplía una semana / Marta G. Brea

El primer hijo de Marta Peleteiro y Alexander Lemke pesó 4,2 kilos y ella recuerda la gota que descendía por la frente de su amiga, la ginecóloga que le asistía en el parto, cuando los hombros de su hijo se atascaron con los huesos de su pubis o su sacro al salir. Todo resultó bien, pero fue un buen susto. Así que cuando en la semana 39 de gestación le dijeron que su segunda hija también venía grande, agradeció que le dieran siete días de plazo para ver si llegaba al mundo por propia iniciativa, pero entendió que le programaran una cesárea si no lo hacía. Y no lo hizo.

Cuando les fijaron la fecha de la operación, les informaron que era posible que el padre pudiera acceder al quirófano y, si ambas estaban bien, no las separarían al nacer. “Creo que vais a ser los primeros”, les anunció la profesional.

La noticia les sorprendió, porque pensaban que esta posibilidad ya llevaba algún tiempo en marcha –el Sergas lo había anunciado para marzo–, pero el positivismo con el que enfrenta la vida esta pareja, formada por una gallega y un estadounidense, no les hizo temer la falta de rodaje inherente a un estreno. Sí fueron los primeros y, a día de ayer, los únicos que han podido disfrutar de esta mejora en el parto humanizado en el Hospital Álvaro Cunqueiro.

Alexander y Marta felices y sonrientes con su bebé Elena nacida hace una semana

Alexander y Marta, felices y sonrientes con su bebé Elena nacida hace una semana / Marta G. Brea

Este plan de acompañamiento de la mujer en la cesárea y de piel con piel con el recién nacido, por el que ha luchado con intensidad en toda Galicia la plataforma Loita, está en marcha en el Área Sanitaria de Vigo en su fase 1. Es decir, en esta etapa de inicio se ofrece a aquellas embarazadas con una cesárea programada, al menos, 48 horas antes y de bajo riesgo. Desde que el 15 de mayo se puso en marcha, solo Marta reunía estas condiciones.

Y en este estreno, el lunes 20 de mayo, “todo salió perfecto”. O, por lo menos, esa es la visión que tienen Marta y Alex, que solo tienen palabras de agradecimiento y alabanza para los que les atendieron, “un equipo profesional y humano buenísimo”. Sí percibieron cierto nerviosismo o incertidumbre antes de su inicio, pero el ambiente iba ganando en relajación y satisfacción conforme todo iba saliendo rodado. Incluso, acabaron proponiendo una porra de cuánto pesaba Elena. Para los curiosos: 4,7 kilos de hermosura.

“Para mí estar en la misma habitación que Marta, acompañándola, cuando da a luz al bebé es muy importante”, destaca Alex. Al acceder a quirófano una vez que a ella le habían puesto la anestesia ya le advirtieron: “Igual te tenemos que echar”. Los dos lo tenían claro: “Quiero que esté a mi lado, pero ante cualquier complicación o lo que sea por lo que tenga que salir…”

Él se sentó junto a la cabeza de Marta, a su derecha. Con la sábana que levantan, el acompañante no debería ver el abdomen ni lo que en él hacen. Pero Alex sí. Es alto. “Impresiona, pero me concentraba en la cara de Marta”, cuenta y confirma: “Fue una gran experiencia para mí”.

La importancia de los medios adecuados

Sentada a la izquierda estaba la matrona Mónica Cajide. Estuvo con ellos desde antes de entrar en quirófano, allí y las tres horas que luego estuvieron en la Unidad de Trabajo de Parto, Parto y Recuperación (UTPR) adaptada como sala de reanimación obstétrica. “Tuve la suerte de que no le llegara más trabajo”, explica y subraya la importancia de que la matrona” pueda estar centrada” solo en esta tarea. Consideran que se debe dotar a la maternidad de los medios adecuados para que esta profesional esté “en exclusiva” con el caso de cesárea. “Te da tranquilidad y te va guiando en todos los pasos”, cuenta.

Salvo un momento que parecía que tenía problemas para respirar, Elena estuvo sobre el pecho de su madre desde que nació, en un piel con piel que está demostrado científicamente que tiene numerosos beneficios para ambas. “No separarte del bebé que acabas de tener es una maravilla”, asegura. Ella vivió la separación con el primero, Alexander. Aunque en aquella ocasión se unía la preocupación de que estaba en neonatos, sabe que no estar juntos es “emocionalmente complicado”. Y pese a que ella acababa de pasar por una operación, Marta no experimentaba dolor. Esa magia del cuerpo cuando siente la felicidad de ver la cara de la criatura que ha llevado nueve meses dentro “hace que te olvides del dolor”. Son tres horas que “vuelan”.

Esta pareja de carrera internacional, asentada tras la pandemia en Vigo para poder crear familia, también destaca la fortuna que supone tener un sistema público que costea estas cosas. En Estados Unidos, donde conocen otras experiencias, “todo depende del dinero que tengas”.

Y además del padre... un fotógrafo en quirófano

No hay constancia de que haya pasado nunca en una cesárea en Vigo, pero sí existe la posibilidad de que, además del acompañante, acceda a quirófano un fotógrafo profesional que inmortalice un momento tan especial. El Hospital Vithas Vigo cuenta con un protocolo para hacerlo posible desde hace año y medio, aunque aún nadie ha hecho uso de él en la ciudad olívica. El grupo decidió crear este protocolo al ver que era una demanda incipiente en otras localidades. Tiene que quedar por escrito la autorización de la familia a la presencia del fotógrafo durante el parto –sea cesárea o vaginal– y también la del equipo médico, así como el compromiso de este de que seguirá en todo momento las instrucciones del equipo asistencial. Además, todos los presentes deben firmar la cesión de sus derechos de imagen.

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