El crimen de Rosalía de Castro cumple 20 años: “Por desgracia les salió el asesinato perfecto”

“Por desgracia les salió el crimen perfecto, pero ojalá, de alguna manera, tengan su penitencia; nosotros hicimos todo lo que estaba en nuestra mano para que se hiciese justicia y lamentablemente no ha sido posible”.

Javier Posada es sobrino de José Manuel Salgado, el exempleado de banca y asesor asesinado de un certero disparo en la cabeza en 2004 en un garaje de la calle Rosalía de Castro.

El caso sufrió una “deficiente” e “incompleta” investigación policial en sus inicios

Este vigués, su hermano y su madre lucharon sin descanso para que el homicidio de su tío no quedara impune. Y lograron que el procedimiento judicial se reabriese, pero, pese a la nueva investigación policial, la causa volvió a archivarse hace escasos meses.

Este próximo martes 2 de abril se cumplen 20 años desde que ocurrió un crimen que, salvo un sorpresivo giro de guión, está abocado a quedar sin resolución, a la prescripción.

Manuel Salgado: asesinato a bocajarro en un garaje

El delito de asesinato prescribe a los 20 años. En este caso todavía faltan unos años para que se produzca esta caducidad con respecto a las dos personas que en su día estuvieron investigadas en la causa debido a que el plazo de prescripción se interrumpió durante el período en que estuvo viva dicha imputación –la exmujer de la víctima y el que era su compañero sentimental al tiempo de los hechos–, pero desde el martes ya no se podrá dirigir la causa contra cualquier otra persona distinta.

El procedimiento por el crimen de Rosalía de Castro se reabrió en 2021, pero el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo lo cerró de nuevo en junio de 2023. Todo volvió a apuntar en la misma dirección que en 2004 pero, pese a las “llamativas sospechas”, no fue posible procesar a nadie.

Varios meses después, el pasado octubre, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica, confirmaba el auto de conclusión de sumario del juez instructor. Y ello, afirman los magistrados, porque no se pudo ir más allá que de “conjeturas, sospechas o elucubraciones” ya que la nueva investigación policial dio un resultado “poco significativo” y la mayoría de los testigos “matizaron” sus testimonios más comprometedores. El caso sufrió una “deficiente” e “incompleta” investigación policial en sus inicios.