Gran Vigo

Monbus se posiciona como única oferta para la concesión de la ruta con Madrid

Auto Res renunció a ella el pasado año al tener un déficit “insostenible” y apenas 40 pasajeros al día

Dos autocares de Monbus y Auto Res en la estación intermodal de Urzáiz, en Vigo

Dos autocares de Monbus y Auto Res en la estación intermodal de Urzáiz, en Vigo / Alba Villar

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

El futuro de la principal ruta en autocar nacional desde la ciudad parece aclararse. La agrupación de empresas formada por Alcalabus y Vigo Barcelona S.A.U., ambas compañías pertenecientes al grupo Monbus, ha presentado la única oferta para hacerse con la concesión del servicio de autobús de línea entre Vigo y Madrid, correspondiente a la ruta entre la capital de España, Salamanca y Galicia que hasta ahora prestaba el grupo Avanza (Auto Res).

Hace ahora un año Auto Res –propiedad del Grupo Avanza– enviaba un escrito a la Dirección General de Transporte Terrestre en el que manifestaba formalmente su “voluntad de cesar en la explotación del servicio sobre la base de que se trata de una concesión extinguida –data de 1997 y fue prorrogada en 2013– y que presenta, a su juicio, un elevado déficit de explotación que la hace insostenible”. En el escrito pedía al órgano del Ministerio de Transportes que asumiera la gestión del servicio en un plazo máximo de seis meses; aunque a día de hoy sigue prestándolo.

El pasado 17 de noviembre el Ministerio lanzaba la licitación del servicio de la concesión VAC-127 que incluye las relaciones desde Madrid a Salamanca, Zamora y Benavente. Con un presupuesto de 54,1 millones pretendía dotar de estabilidad a la concesión durante los próximos diez años; aunque no comenzaría a ser rentable hasta el noveno. La ocupación actual en todas sus variantes es del 23,79%; rozando el 30% solamente en verano.

La ruta por carretera entre Vigo y la capital ha perdido el 60% de los pasajeros que registraba en 2013, pasando de unos 34.900 a apenas 15.017; si bien los valores de 2022 (9.400) eran incluso peores. Esto supone unos 40 pasajeros repartidos en los cuatro servicios diarios, dos por sentido.

La línea estatal también ofrece billetes para Tordesillas, sirviendo de principal enlace hacia Valladolid desde Vigo. En este caso el uso es casi marginal con menos de un pasajero al día de media: de 330 en 2019 a 255 en este último.

Un sistema obsoleto e ineficaz que impide abrir nuevas líneas

Este “diseño obsoleto, ineficiente, no planificado y jurídicamente inestable” según el propio Ministerio de Transportes ha sido denunciado en varias ocasiones en público. La alemana Flixbus critica que la no liberalización del sector está impidiendo la creación de nuevas rutas aunque haya demanda ya que se solaparían con las concesiones actuales.

“A día de hoy no existe una ruta directa entre Valencia y Vigo por mucho que nosotros quisiéramos ponerla en marcha”, señala Pablo Pastega como ejemplo de una situación impensable en avión en una entrevista a FARO el pasado mes de octubre.

“La rentabilidad de una línea no se mide por conexiones concretas, sino por la línea en su conjunto” recalca el director general de la compañía en España y Portugal. A las tres capitales de la Comunidad Valenciana se suman en esa “desconexión” desde Vigo destinos como Murcia, Girona, Andalucía Oriental, toda Castilla-La Mancha y otras zonas de Aragón, Extremadura y Castilla y León.