Imanol Arnoso Montes | Presidente del comité de empresa de Vitrasa

“Si no hay solución, el Concello tiene que rescatar la concesión”

“Se niega a negociar; los sueldos están congelados desde enero de 2020”

Los trabajadores de Vitrasa volvieron a tomar las calles. Arnoso, en el centro.

Los trabajadores de Vitrasa volvieron a tomar las calles. Arnoso, en el centro. / Marta G. Brea

Horas antes de salir a la calle con el lema “Menos luces, máis autobuses” para reclamar un convenio digno y la recuperación de un servicio en condiciones, Imanol Arnoso Montes, presidente del comité de empresa de Vitrasa, atiende a FARO para abordar en qué situación se encuentra el conflicto con la concesionaria del servicio de bus urbano, que se prolonga desde agosto de 2021.

–¿Por qué se demora tanto el acuerdo con la empresa para renovar el convenio?

–Esto es muy sencillo. Vitrasa se ha negado desde el minuto cero a negociar aludiendo a la falta de equilibrio en las cuentas y de viajeros, esto último derivado no solo del COVID, sino también de los recortes de líneas y frecuencia desde 2019. Llevamos con el sueldo congelado desde enero de 2020. En cuentas anteriores, aparecen préstamos de Vitrasa a otras empresas del grupo al que pertenece (Avanza, Mobility ADO), ¿por qué nos las recupera ahora o pide el favor de vuelta? Además, en las cuentas de 2020, incluyó el gasto de la compra de buses, los cuales llegaron más tarde, para profundizar en su discurso de pérdidas. Y, en 2021, se unió con Avanza en UTE y se llevaron una concesión del Baix Llobregat: en las últimas cuentas, pasamos de ser más de 300 empleados a 700, por lo tanto, no son claras, reflejan pérdidas y ganancias de dos empresas, no muestran exclusivamente la explotación del servicio en Vigo.

–¿Qué poder adquisitivo han perdido en todo este tiempo?

–Pues el porcentaje que ha subido el IPC, revisando la página web del Ministerio, es más de un 16%.

–Vitrasa les ofrece una paga única de 750 euros por los años con el convenio caducado y una subida salarial del 3% en 2024, un 1,5% en 2025 y otro 1,5% en 2026.

–Para recuperar el poder adquisitivo de 2021, 2022 y 2023, deberíamos cobrar una paga de entre 8.000 y 10.000 euros, no de 750 euros. Y las subidas salariales que nos plantea la empresa son sin revisión del IPC. Y el plus de productividad que plantean es un engaño porque nos retiran el de absentismo, por lo tanto, es un cambio de cromos. Hay que aclarar que la empresa alude a que no se puede negociar con una huelga. Parece ser que esta empresa no sabe mucho de negociación. Todas las huelgas que conozco no se paralizan porque se inicia una negociación. De hecho, nosotros hemos caído en ese error en dos ocasiones. Hemos paralizado las movilizaciones en dos ocasiones para sentarnos a negociar y, en una de ellas, no sirvió para nada porque hubo una mediación que no llegó a ningún acuerdo, y luego hubo otra mediación en la que la empresa nos planteó, precisamente, todo lo contrario de una negociación: una bajada salarial y un incremento de horas de trabajo.

–¿Qué condiciones laborales denuncia el comité de empresa?

–Compensación de horas extra con descanso y no con retribución económica, llamadas a trabajadores de baja, incumplimiento del tiempo de descanso y del derecho de desconexión digital, grabaciones a piquetes informativos... Y los tiempos de recorrido son ilógicos: hay compañeros que tienen que superar las velocidades máximas para poder descansar o ir al baño. Para nosotros, es prácticamente imposible cumplir con los horarios que plantea la empresa. Llegamos a conducir 10 horas al día. Es una cuestión que está denunciad en el juzgado: se incumple el Real Decreto de Jornadas Especiales, que es el que determina cuáles deben ser nuestros descansos. Nuestros descansos, según este Real Decreto, deberían ser, en jornadas de hasta 6 horas, de 30 minutos, que podría dividirse en 2 de 15 minutos; y, en jornadas que sean de más de 9 horas, de 45 minutos, que podría dividirse en 3 de 15 minutos. En cualquier caso, los descansos inferiores a 15 minutos, según una sentencia del Tribunal Supremo, no pueden considerarse descanso. Y lo que nosotros tenemos en la mayoría de las líneas son que, sobre el papel, sí tenemos esos descansos de 15 minutos, pero no son reales y no son efectivos, tenemos microdescansos de 5, 6, 8 minutos, puede llegar alguno a ser de 10, pero casi ninguno llega al mínimo legal de 15 minutos.

–¿Qué puede hacer el Concello para solucionar el conflicto?

–Debe exigir a Vitrasa que negocie, pero no solo con palabras. Si no lo hace, que imponga multas o le retire la concesión por los incumplimientos del contrato.

–¿Es necesario que el Concello rescate ya esta concesión?

–Si esto no se arregla, tendrá que rescatarla. Vemos que, curiosamente, hay un partido político [PSOE] que, en vez de ponerse del lado de los trabajadores, se está poniendo del lado de una empresa. Y permite los recortes que ha hecho Vitrasa porque cualquier tipo de recorte tiene que ser previamente revisado por el Concello de Vigo. Existen intereses ocultos, seguro. No nos extrañaría que le prorrogase otros cinco años más la concesión desde junio de 2025: en su propuesta de convenio, se recoge una subida salarial para 2026.

–¿Funcionaría mejor el bus urbano si lo gestionase directamente el Concello?

–Por supuesto. No solo el bus urbano, cualquier concesión pública.

–Concello y Vitrasa aseguran que hay intereses políticos por parte de los trabajadores.

–Somos trabajadores que estamos peleando por unas mejoras tanto económicas como laborales, no queremos fastidiar la Navidad a nadie ni tomar a los ciudadanos como rehenes. De todos modos, no sé cómo esta dirección pretende reconducir todo esto para que, en un futuro, las relaciones estén más normalizadas. Esta situación genera un malestar inasumible en la plantilla. La mayoría de las bajas son por estrés y ansiedad.

–Tanto la empresa como el Ayuntamiento dicen que la intención del comité es dañar a la ciudad.

–Nos parece vergonzoso, porque, si hay alguien que está pasando penurias, somos, principalmente, los trabajadores y trabajadoras de Vitrasa,que estamos en una huelga porque esta empresa lo ha querido desde hace tres años. Nos achaca que queremos dañar a la ciudad. Nos achaca que queremos fastidiar la Navidad a la gente. Parece que somos el Grinch de Vigo nosotros. No, eso no es cierto. Nosotros tenemos familias, somos personas normales, a las que nos gusta a algunos más que otros la Navidad, pero todos intentamos disfrutar de la Navidad con nuestras familias, con lo cual, estar en esta situación es penoso para nosotros. Comprendemos esto porque tanto Vitrasa como el COncello llevan mintiendo desde el principio. Vitrasa hace alusión a que, ahora ya pueden estar en posición de negociar porque ya saben que va a haber un reequilibrio por parte del Concello. Eso es mentira, categóricamente, porque el señor Caballero, en febrero o marzo de este año, ya dijo que el reequilibrio era inminente. Con lo cual, el señor Caballero mentía en marzo y ha seguido mintiendo hasta ahora, porque ni en marzo el reequilibrio era inminente ni las palabras que dijo hace 15 días de que el reequilibrio estaba ya calculado son ciertas, porque está ultimado todavía el expediente y falta documentación. Entonces, no sabemos a qué vienen esas declaraciones. A nosotros nos llegó a decir el concejal [Javier] Pardo que cómo no van a eliminar la línea C2 si no le da dinero a Vitrasa. Pero vamos a ver, usted tiene que velar por que haya un servicio público de calidad, no por que le dé dinero ese servicio a la empresa. Tendrá que velar por que los ciudadanos y ciudadanas de Vigo tengan un servicio en condiciones.

–¿Qué opina el comité del papel del alcalde en este conflicto?

–Es vergonzosa porque está eludiendo una responsabilidad que es totalmente del Concello de Vigo. Le ha regalado durante cinco años la concesión a una empresa privada.Esa empresa tiene que dar un servicio a la ciudad y lo que ha hecho ha sido recortar sistemáticamente el servicio. Con lo cual, aparte de la huelga, que, lógicamente, está dañando el servicio, ya estaba muy deteriorado por todos los recortes. Esperemos que no vuelva a haber otro reequilibrio de cinco años, que es posible todavía, pero mucho nos tememos que puede ser así. De hecho, nos parece curioso que, en marzo del 2020, cuando comenzó la pandemia, no se hubiera iniciado todavía todo el proceso para adjudicar la nueva concesión. Faltaban meses escasos para que se rematase y nadie conocía el pliego de condiciones. Parece que es algo muy secreto, porque yo entiendo que, para que se publique un pliego de condiciones, tiene que ser público realmente y haberlo consultado con las partes. A nosotros, como comité de empresa, nadie nos expuso ese pliego que, supuestamente, ya estaba afectado. Ni a nosotros, ni a las asociaciones de vecinos, ni al resto de partidos políticos, ni a los sindicatos. O sea, ese pliego de condiciones, en todo caso, lo conocía únicamente el Concello de Vigo.