Eluden la prisión por la venta de miles de cupones falsos de la ONCE

La jueza acordó suspender las penas para los cuatro acusados condenados | Los agentes incautaron 29.000 boletos mendaces

Dos de las condenadas, a la salida del juicio

Dos de las condenadas, a la salida del juicio

De casi una treintena de investigados, a solo cuatro acusados. De penas que sumaban hasta cuatro años prisión, a eludir la cárcel. Así termina la trama de cupones de lotería falsos con epicentro en Vigo y su área desarticulada por la Guardia Civil bautizada como “Operación Agida”, que tenía como gancho sustanciosos premios de hasta 30.000 euros. La vista tuvo lugar ayer en el Juzgado de lo Penal nº 1 de Vigo y se resolvió con un acuerdo de conformidad entre las partes tras el reconocimiento de los hechos.

Penas de prisión

En el banquillo de los acusados se sentaron la cabecilla, su madre y dos colaboradores más, entre ellos el responsable de una imprenta, que daba operatividad a la trama. La primera aceptó una pena de 2 años de prisión y multa de 135.000 euros por un delito de contrabando. Los dos colaboradores asumieron una condena de un año y seis meses de cárcel y otros 135.000 euros de multa mientras que la cuarta acusada, en calidad de cómplice, aceptó una pena de 9 meses de prisión y multa de 67.000 euros. Ninguno podrá desarrollar trabajo alguno relacionado con los juegos de azar en los próximos tres y dos años respectivamente.

Los cupones intervenidos por la Guardia Civil

Los cupones intervenidos por la Guardia Civil / G.C.

Tras la aceptación de las penas, por las defensas de los acusados se interesó la suspensión de la ejecución de las mismas que a la que se no se opuso la magistrada a condición de que no vuelvan a delinquir en un periodo de dos años, de modo que evitarán su ingreso en prisión.

Hechos

La trama de los cupones falsos ya viene de lejos, cuando fue puesta en marcha por personas a las que no afecta esta causa ya fallecidas. Lo que “idearon”, arranca la fiscal en el escrito de conformidad, fue un sorteo que simulaba estar organizado en beneficio de asociaciones para la atención de personas con discapacidad, para lo cual comercializaban boletos de lotería que tenían la denominación del “cupón del minusválido” o “cupón del discapacitado”. Pues bien, tras fallecer los ideólogos, dos de las actuales acusadas “se concertaron” para continuar con el lucrativo negocio. Una de ellas, M.X.M.A., de 58 años, que ya había estado vinculada al entramado llevando la contabilidad, contactó con la otra, S.G.V., de 50 años, para que esta última se encargase de mantenerlo vivo, “facilitándole los contactos de los distintos vendedores e impartiéndole instrucciones sobre el reparto de ganancias y controles a ejercer”.

Diferentes juegos

De esta modo, fue esta última mujer la que se puso al frente y al menos desde julio de 2020 y hasta la desarticulación de la trama en marzo del pasado año se encargó, concreta el Ministerio Público, de la “fabricación” de los cupones, que aparentaban ser emitidos por una asociación. Vinculándolos de forma ilegal a los sorteos reales de la ONCE –carecían de “cualquier autorización”–, los boletos que se comercializaban costaban entre uno o dos euros: en los mismos constaba el número del mismo, la fecha del sorteo y los premios, que oscilaban entre un euro y 30.000 euros. También vendían unos cupones denominados “rasca la silla de la suerte”, en los que el donativo era de 0,50 euros para premios instantáneos, refiere el escrito, de hasta 5.000 euros.

Valoración

¿Y cómo fabricaban los boletos? Pues la principal responsable encargó al responsable de una imprenta la elaboración física de los cupones, que en ocasiones incluso llevaban un código de barras pero que resultaba ilegible. En total, durante los registros domiciliarios, los agentes se incautaron de casi 29.000 cupones mendaces valorados en 270.670 euros.