La estatua de Manuel Castro suma catorce ataques en doce años

Apenas seis meses después de volver a su hogar en el centro de Vigo, la estatua de Manuel Castro ha vuelto a ser víctima del vandalismo. La efigie del icónico vendedor de FARO sufrió este fin de semana el robo del periódico que sujeta sobre su dedo índice, siendo éste el 14º ataque del que se tiene constancia desde que fue colocada a finales de 2011 en la calle Príncipe.

A pesar de que no es el más violento –llegó a ver su brazo completamente mutilado– sí que es el más doloroso en el sentido emocional después de que Alejandro Rodríguez Álvarez, más conocido como Jandro, falleciera el 3 de julio a los 59 años de edad. El creador de la estatua y precursor de la Fundición Nautilus aseguró que este tipo de comportamientos eran “un atentado hacia su persona también”.

Enésimo ataque a la escultura de Manuel Castro en Vigo

En septiembre de 2016, después de que se le arrancara el periódico y el dedo que lo sujetaba en la undécima acción de la que se tenía constancia, los comerciantes de la céntrica calle reclamaron más presencia policial y cámaras de vigilancia en la zona. Siete años después, ni siquiera los refuerzos instalados en el índice y el antebrazo han evitado que los incívicos robaran el ejemplar.

Muere Jandro Rodríguez, autor de la popular escultura de Manuel Castro de la calle Príncipe

Según pudo saber FARO, una oleada de robos en comercios de la zona provocó que se incrementara la vigilancia durante el verano, coincidiendo con la mayor afluencia de turistas.

Los agentes de la Policía Local se percataron en la madrugada del domingo de la ausencia del periódico aunque por el momento no ha habido ninguna novedad en sus investigaciones. La escultura de 300 kilogramos de bronce fue recolocada el pasado 27 de marzo después de casi dos años de reparaciones tras su último ataque. Por el momento el Concello no ha anunciado ninguna medida al respecto.

Protección para el tranvía

El tranvía de la avenida de Castelao ya luce con la cubierta y cristaleras que sirven de cierre y para informar sobre la historia de este medio de transporte en la ciudad. Llegó a mediados de 2019 a su ubicación actual después de varios meses de trabajos de restauración tras ser entregado por un coleccionista particular de Zaragoza. Algo más de cuatro años después, ya presume de una protección e iluminación acordes a su valor y descansa sobre unas vías recreadas para la ocasión tras una inversión municipal de 188.000 euros.

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