La falta de agentes atasca el servicio policial especializado en violencia machista

La UFAM, que asume también las agresiones sexuales o delitos con menores implicados, perdió diez efectivos en los últimos meses | “No hay tiempo para investigar”, advierten

Foto de archivo de agentes trabajando en la unidad UFAM de la Policía Nacional de Vigo. // A. VILLAR

Foto de archivo de agentes trabajando en la unidad UFAM de la Policía Nacional de Vigo. // A. VILLAR / marta fontán

Marta Fontán

Marta Fontán

La violencia machista no cesa, no da tregua. Y la falta de medios está abocando al colapso a los servicios judiciales y policiales situados en primera línea para combatir esta problemática. Al atasco que sufre el único juzgado especializado en violencia sobre la mujer de Vigo, que ya viene de lejos y que sume un día sí y otro también a esta sala en jornadas maratonianas, se une ahora además el que soporta la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la comisaría viguesa, el grupo de la Policía Nacional que se encarga de investigar esta materia, además de las agresiones sexuales u otro tipo de delitos con menores implicados. Este servicio perdió a una decena de efectivos en los últimos meses. “Dada la falta de agentes y la elevada carga de trabajo, poco más se puede hacer que tramitar las denuncias, no hay tiempo para investigar”, advierten las fuentes consultadas. Y es que en esta unidad entran una media de cinco casos nuevos diarios. “Y hay jornada en las que se llega a los seis o siete”, resumen.

La situación que atraviesa este grupo policial acaba de ser denunciada por el sindicato policial JUPOL. “La UFAM y el servicio de Protección a las víctimas ha reducido en un 50% el número de efectivos policiales desde enero de este año pese al volumen de trabajo existente”, denuncian en un escrito firmado por su secretario provincial de comunicación en Pontevedra Igor Otero Paradela. Esta situación, exponen, junto a los “continuos fallos” de las pulseras telemáticas de seguimiento que llevan por orden judicial algunos maltratadores para el control de las órdenes de alejamiento, está provocando una “fuga” de agentes. “Los policías destinados en estas unidades prefieren otros destinos, porque la premura de un trabajo que tiene que ser inmediato y la acumulación de tarea hace que no quieran estar en un puesto de trabajo dedicado en exclusiva a trámites burocráticos y meramente estadísticos y carente de calidad ante la pasividad de la administración e incluso de los propios mandos policiales, que no facilitan las condiciones para la realización de un trabajo de calidad y efectivo”, afirman.

La UFAM contaba en enero con 21 agentes dedicados a tramitación e investigación de las denuncias que les llegan a diario, junto a otros cinco efectivos que se centran en la protección y acompañamiento a la sede judicial de las víctimas de violencia machista. A día de hoy del primer grupo hay únicamente 11 policías, diez menos que a principios de año. “La gente se va, nadie quiere venir a este grupo”, afirman. Esta situación recuerda a la que sufre el juzgado vigués especializado, al que pasan a disposición los detenidos tras la labor policial previa. “Las jornadas maratonianas van minando a los trabajadores, a este destino no quieren venir funcionarios titulares porque el horario casi siempre se extiende mucho más allá de las dos de la tarde; aquí entras por la mañana y no sabes a la hora a la que vas a salir”, informaban hace varios meses a FARO distintas fuentes judiciales consultadas.

Aunque la violencia machista es el grueso de su trabajo, a la UFAM también le compete la investigación de las agresiones sexuales, un delito que también está al alza y en el que en numerosas ocasiones las víctimas son menores de edad.

Otros ámbitos

Junto a Policía Nacional y juzgado, otro ámbito que necesita más medios humanos es la Fiscalía. La fiscal jefe de Vigo, Susana García-Baquero, remarcaba en julio la conveniencia de que se cree un segundo juzgado de violencia sobre la mujer en la ciudad, así como que se destinen “más fiscales” a esta materia. “Ahora hay un titular asignado, pero deberían ser al menos dos o incluso más”, indicó en unas manifestaciones en las que hizo hincapié en el “sobreesfuerzo diario” que debe afrontar el personal judicial por la carga de trabajo existente.

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Una de las funciones que compete al grupo UFAM de la Policía Nacional es la protección de las víctimas de violencia de género –una labor que en Vigo también realizan la Policía Local y la Policía Autonómica–. Cada uno de los agentes de la comisaría olívica que se dedica a este cometido suele tener asignadas una media de entre 50 y 60 mujeres. Hay cinco niveles de riesgo para las víctimas, siendo los más bajos los más frecuentes: no apreciado, bajo, medio, alto y extremo, supuesto este último en el que una patrulla policial está las 24 horas con la mujer. Una reivindicación que se reactivó recientemente –a raíz del <strong>crimen machista de Oia</strong> ocurrido en junio en el que un guardia civil mató a su expareja Ana Vanessa Serén a las puertas del camping donde ella trabajaba– es la de que judicialmente se opte más por las pulseras de control telemático, los dispositivos que alertan si un maltratador con orden de alejamiento se acerca a su víctima. Su uso sigue siendo excepcional y, además, según denuncia JUPOL en el mismo comunicado donde alerta de la falta de efectivos en el grupo UFAM, estos brazaletes dan lugar a fallos que complican la labor policial. “Los medios técnicos que actualmente son utilizados para hacer efectivas las órdenes de alejamiento dictadas por los jueces fallan constantemente, siendo una empresa privada la que se encarga de su colocación y control y da aviso a la Policía”, afirma el sindicato. Los dispositivos, concretan, dan lugar a “falsas alarmas” y en ocasiones, agrega, se da la circunstancia de que no se comunica “en tiempo y forma” la proximidad de un agresor hacia la víctima a proteger.

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