Guetta revienta Castrelos

El DJ francés deja su seña en un espectacular ‘show’ ante decenas de miles de personas

Durante más de 5 horas de conciertos, Vigo se convirtió en la capital de la música electrónica

Quejas del público situado fuera del auditorio por los problemas de sonido

“I’m good, yeah, I’m feelin’ alright. Baby, I’ma have the best fuckin’ night of my life”

Lo decía en su canción I’m Good y no se equivocaba: David Guetta y sus decenas de miles de seguidores convirtieron al macroconcierto en Castrelos en una de las mejores noches de la historia de la ciudad. El lleno estaba asegurado y el espectáculo, cantado, pero la realidad superó con creces las expectativas en una velada que arrancó casi en la noche del sábado, cuando multitud de fans del DJ parisino, uno de los más grandes de la historia y padre de la música electrónica actual, hacían cola en los accesos y gradas al auditorio para poder disfrutar de la sesión del artista galo lo más cerca posible, aunque tuvieron que esperar más de lo que pensaban.

Si bien se rompieron todos los esquemas posibles, el preludio no invitaba a menos. Solo hicieron falta seis minutos para que se agotasen tanto presenciales como telemáticas las entradas que el Concello de Vigo puso a disposición del público para que presenciase el concierto desde el foso, si bien una gran multitud tuvo que apostarse en las gradas y zonas de hierba para disfrutar del DJ francés que comparte escalón del podio en cuanto a conciertos este año con Guns’ & Roses, celebrado este pasado mes de junio en Balaídos.

Guetta revienta Castrelos

Marta G. Brea

Y es que todo lo que Guetta toca se convierte en oro. Resultaba prácticamente imposible no conocer los temas que, uno tras otro, iba pinchando en su mesa durante las más de dos horas de concierto, con el británico Nic Fanciulli, el chileno Francisco Allendes y Groove Amigos como warm up al show desplegado por el francés. 

Impulsor del sonido electrónico y house, con sus raíces en los popularmente conocidos como música de rave, Guetta apostó por un set que lo ha catapultado al estrellato mundial y a la revisión de temas de hace décadas como Titanium, Memories, I’m Good, When love takes over, Club can’t handle me, Dangerous, Play hard, Let’s love, Baby don’t hurt me... Un espectáculo de ritmos donde el DJ, que aparcó por un día su residencia en su siempre recurrente Usuhaïa de Ibiza, supo jugar con los beat y los drop haciendo que la gente, fans y no tan seguidores del artista francés, no bajasen los brazos y sus pies no dejasen de saltar durante toda su actuación; una (mal) llamada música comercial que el artista ha conseguido derribar con la fuerza de sus años de trayectoria y los aplausos que levanta allá por donde pasa.

Todo este espectáculo quedó englobado bajo el nombre de Dreambeach y como ya es tónica en estos conciertos en Castrelos, antes de que los artistas armasen su micro, fue el turno del alcalde de Vigo, Abel Caballero, quien desató los primeros aplausos de un público que llevaba en las gradas y exteriores del auditorio desde primerísima hora de la mañana. “Es un concierto que mueve muchísimos seguidores. David Guetta dará el mejor concierto de su vida. Hoy aquí hay gente de toda España, Portugal y por supuesto de Vigo. A Todos los que están detrás de estos conciertos, gracias por vuestro trabajo; a los que estais en el público, os quiero. Viva Vigo”, anunció.

Tras la puesta a punto de Nic Fanciulli, el chileno Francisco Allendes y Groove Amigos, llegó el plato fuerte con hora y media de retraso. Guetta, que debería haber empezado su sesión a las 22:00, podría haber aterrizado en Peinador a esa misma hora en un vuelo privado procedente de Oslo, según la web de seguimiento de vuelos Flightradar24. El hombre del día, el causante de decenas de gritos solo enmascaradas por los sonidos de su mesa. Guetta abrió su concierto con I´m Good (Blue) , temazo más que conocido del artista y con el que consiguió meterse en el bolsillo a sus fans nada más empezar, y sobre todo, que las horas de espera para verlo hubiesen merecido la pena.

El artista, que visitaba la ciudad viguesa por segunda vez en su historia, hizo un repaso por sus temas más conocidos para continuar manteniendo arriba al público, que cantaron al unísono Sexy Bitch y Baby don't hurt me.  Y todo esto en medio de una exhibición de juego de luces que sin duda encandiló Castrelos.

En el tercer round de canciones sorprendió a todo el auditorio con Don't let me go y Sky full of stars, versionando la canción de Cold Play, también coreadas a viva voz por el público.

Como fin de fiesta, pasada la una de la madrugada y tras más de cinco horas de espectáculo, locura, diversión y ostentación de la música electrónica, Guetta reventó Castrelos con una apoteósica traca final de temazos y pirotecnia ganándose sin duda una última gran ovación y permitiendo que miles de vigueses pudiesen disfrutar del know-how de un artista mundialmente reconocido sin tener que visitar ciudades como Ibiza o países árabes donde centra buena parte de sus conciertos. Más de uno lo volverá a esperar con las manos abiertas, porque ya se sabe lo que se dice, no hay dos sin tres. Como nota negativa, muchos asistentes al show que no pudieron situarse en el foso o en las gradas se quejaron de la mala calidad del sonido y del retraso del DJ francés.