Entrevista | María José Llergo Cantaora ganadora del Goya a mejor canción original

“Que se cante en gallego es precioso; para crecer fuerte hay que tener una buena raíz”

“Mi abuelo es mi persona favorita; a sus 93 años se indigna cuando un joven muere a manos de cuatro desalmados al grito de maricón”

María José Llergo.

María José Llergo. / Carolina Sertal

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Pisará esta semana una tierra cuya naturaleza la vuelve “loca” y en la que tiene muy buenos amigos. Musicalmente hablando, reconoce que Galicia tiene también “una riqueza incuestionable” y pone en valor la música tradicional. María José Llergo, ganadora del Goya en 2022 a la mejor canción original, cerrará este viernes la gira de su álbum Sanación en el Festival TerraCeo.

–Tan solo un par de años después de debutar, llega un Goya, ¿cómo se vive semejante reconocimiento?

–Pues fue precioso, la verdad. Fue un abrazo de la industria, en este caso de la cinematográfica, diciéndome: “María José, lo estás haciendo bien, sigue caminando en esta dirección, sigue trabajando, estamos contigo”. Y para mí fue una cosa muy bonita, muy grande, y también para toda mi familia. Y es que estoy ahora mismo en el salón de casa de mis padres, haciendo esta entrevista, y me está mirando el Goya (risas). ¡Fue precioso!

–Y con ese Goya mirándote ahora, ¿qué le dirías a aquella María José pequeñita que tanto soñaba?

–Le diría que no se rinda, que no está soñando demasiado, que siga trabajando, que siga disfrutando del camino y que la vida es maravillosa. Que siga en la música, en el camino, porque tiene una familia que la quiere tanto... tal y como es.

–Te caracteriza una música que hunde sus raíces en el flamenco clásico y próximamente visitas Galicia, en donde la música tradicional experimenta un auge muy importante, ¿cómo valoras esa puesta en valor?

–Me parece de una riqueza incuestionable. Creo que la esencia de los pueblos no se puede olvidar y que es muy importante ser local antes de ser internacional. En el caso del folclore, esa es nuestra base, nuestra raíz. Nosotros no podríamos hablar como hablamos sin mirar al pasado y ver cómo hablaban. Heredamos ese tipo de rasgo. A la hora de cantar también se hereda mucho, aunque sea de una forma inconsciente. Para mí, que se cante en gallego me parece una apuesta preciosa por las raíces. Para crecer fuerte hay que tener una buena raíz. Y fíjate que no digo crecer alto, digo crecer fuerte. Cuando me preguntan si quiero llegar alto, yo les digo que quiero ser como una encina, milenaria, que quiero crecer poquito, pero durar para siempre. En las Tanxugueiras veo muchas similitudes entre nuestras músicas, porque apostamos por ese legado de los que estuvieron antes, escuchamos mucho a los mayores. Es muy importante escuchar antes de hablar, para tener un discurso sólido, para tener algo que decir.

–Por eso siempre has bebido de tu abuelo.

–Mi abuelo es mi filósofo favorito y mi persona favorita del mundo. Es una persona que a sus 93 años tiene una noción, una empatía y una comprensión del otro, que es increíble. Porque se indigna cuando ve a personas en riesgo cruzando el Mediterráneo, se indigna cuando un joven muere a manos de cuatro desalmados al grito de maricón. Tiene una humanidad tan grande. .. Tiene todo lo que nos hace seres humanos, lo que nos hace sensibles, compasivos, esas ganas de ayudar, de construir un mundo mejor, todo eso tiene mi abuelo, habiendo vivido todos los cambios habidos y por haber, que nació en la Segunda República, que vivió la Guerra Civil, la posguerra, la dictadura, la transición, la democracia y, de repente, la globalización. Tiene una mente muy abierta, tan abierta como tiene la mente tiene el corazón. Y tiene también el canto. Eso es lo que me hace a mí tener una visión muy abierta y caminar así, desde la generosidad, desde el amor a la música, y el altruismo también. Él me ha enseñado todo eso.

–Como joven artista, ¿cuál es tu análisis de la escena actual? ¿Encuentra muchas barreras?

–El mundo de la música, y del arte en general, es bastante inestable. Pero yo reconozco que no me puedo quejar, porque soy una privilegiada. Creo que estamos viviendo

un momento de apertura muy grande de la música con respecto a las nuevas generaciones y a los sonidos urbanos, y también estamos acogiendo mejor los sonidos de raíz, además de quitarnos estereotipos y entendiendo que la música es música: siente, disfruta y no juzgues tanto. Pero a la vez, siento que no hay que frenar esta bola expansiva, sino que hay que hacerla todavía más grande y permitir que sea más accesible todavía, que no se quede tanta gente con talento fuera.

–Desde que diste tus primeros pasos en el mundo de la música, ¿cómo ha sido tu evolución?

–He ido consiguiendo tener más recursos para crear libremente. Es decir, si tú tienes una guitarra flamenca y una voz, pues tus recursos están más limitados, tienes que crear con eso. Pero si vas creciendo y accediendo a terrenos como los estudios de grabación, de repente la mente se te expande y encuentras muchísimos músicos diferentes que tocan de una forma diferente, increíble y preciosa. Y al final lo acabas incorporando a tu proyecto y a tu visión. Yo ahora mismo puedo crear con muchísimos colores, con una gama de colores enorme. Y eso es lo que me permite tener ciertos recursos que antes no tenía. Es la gran diferencia, que yo antes me lo imaginaba con muchísimos instrumentos, pero no podía grabarlos porque no tenía dinero. Y ahora sí, ahora puedo grabar mi disco sin morir en el intento.

–El viernes te subirás al escenario en Vigo, ¿tienes ganas?

–Estoy deseando cantar desde el corazón y transmitir, remover muchísimos sentimientos. Espero que sea una experiencia preciosa. Para mí, desde luego que va a ser inolvidable porque es uno de los últimos conciertos de mi proyecto Sanación. En principio se había acabado la gira en Nueva York, pero nos salieron un par de fechas finales, entre las que estaba Vigo, y dije: “¡Sí, por favor, hagámosla! Despidámonos de Sanación en España” y además en una tierra que me encanta tanto como la gallega. ¡Que, madre mía, tenéis una naturaleza que me vuelve loca!

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