Las guarderías autonómicas se llenan pese a la baja natalidad y dejan a 400 familias sin plaza

La franja más demandada es la de 1-2 años, con solo el 30% de las solicitudes admitidas | La escuela de Juzgados arranca con 9 niños

Un guardería infantil en Vigo, en imagen de archivo.   | // V.V.

Un guardería infantil en Vigo, en imagen de archivo. | // V.V. / e.villanueva

La baja natalidad afecta de forma sangrante a los centros educativos en los primeros cursos de Educación Infantil. En los últimos años, decenas de pupitres se han quedado vacíos en esta etapa educativa por la caída sin precedentes de los nacimientos en la ciudad. Si embargo, esta situación, constante en los últimos años en la gran mayoría de los centros, contrasta con la demanda de plazas en escuelas infantiles públicas, que al igual que las privadas, no suponen coste alguno para los padres al estar financiadas en su totalidad por el gobierno autonómico.

Tanto es así que para el próximo curso 2023/2024, la totalidad de las nueve guarderías gestionadas por Política Social, bien a través de la Axencia Galega de Servizos Sociais, bien las incluidas en la red “Galiña azul” del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar han llenado no solo sus plazas, sino que más de 400 familias en la ciudad se han quedado en lista de espera.

Pese a que la demanda no es igual para todas las escuelas ni tampoco para las franjas edad, se trata de una tendencia generalizada para la decena de centros educativos, a excepción de la recién inaugurada en la Ciudad de la Justicia, donde tan solo han sido 9 las solicitudes recibidas para las 31 plazas ofertadas en la escuela infantil.

Mayor demanda

En cuanto al resto, ha sido la guardería ubicada en Rosalía de Castro la que ha concentrado mayor demanda, especialmente en la franja de edad de 1-2 años, con 37 admitidos de un total de 104 peticiones.

Este grupo de edad es el que centra el grueso de la demanda con cerca de 360 familias en lista de espera; suponiendo el 30% del total de las solicitudes presentadas en las guarderías autonómicas.

En cuanto a las aulas para las edades más bajas, de 0-1 años, son las que menos lista de espera tienen, al lograr plaza 67 familias de las 93 peticiones efectuadas. Por último están los niños de 2-3 años, donde lograron plaza 273 menores de un total de 294 solicitudes.

En estos casos, a diferencia de las guarderías privadas, la administración hace una baremación que prima a las familias con más necesidad de conciliación como, por ejemplo, si los dos progenitores trabajan, si son familias numerosas o el nivel de rentas, entre otros criterios.

Esta situación contrasta por completo con las matrículas de los colegios que entran por primera vez en el sistema educativo. Y es que las aulas de 4º de Infantil –niños y niñas de 3 años– . En el presente curso, solo ocho colegios de Infantil lograron cubrir todas sus plazas, dejando un millar de vacantes. El pasado 20 de marzo se cerró el proceso de admisión de cara al curso 2023/2024 –niños nacidos en los meses posteriores a los meses más duros de la pandemia– y el balance, si bien no es halagüeño, no resulta tan nefasto, aumentando más de uno sus solicitudes con respecto al año anterior, llegando incluso a tener que baremar.

Desde la Consellería de Educación toman el dato como una buena aproximación al incremento de la natalidad que tanto necesitan estos colegios, que más de uno se vio obligado al cierre de aulas o unidades por la pérdida de escolares estos años atrás.

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Fernando Rolland, presidente de la Asociación Galega de Escolas Infantís (Agadei) y también director de una de estas guarderías en Vigo expone que una de las soluciones para evitar esta lista de espera pasaría, tal y como trasladaron desde la asociación al director xeral de Familia, Jacobo Rey, por reordenar las aulas según la demanda de edad. “Vemos que la mayor lista de espera se concentra en las aulas de 1-2 años, lo ideal sería adaptar las de 2-3 años para la otra franja edad; adaptarlas a las necesidades reales”, explicó Rolland. En cuanto a las privadas, reconoce que su total gratuidad les permitió “llenar” las plazas mucho antes de lo que lo conseguían antes aunque admite que crear nuevas será complicado. “La nueva normativa limita mucho estas cuestiones, va a ser mucho más complicado”, concluye.

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