La Reconquista aviva la economía viguesa y ensalza los valores de unidad y resiliencia

Aurora, el abad de Valladares, el capitán Almeida, el alcalde Vázquez Varela o Cachamuíña resucitan este fin de semana en la celebración de los días grandes de la vigésima séptima edición de la fiesta de la Reconquista, de interés turístico nacional desde 2019. La ciudad olívica se introduce en una máquina del tiempo que la traslada a 1809 con el objetivo de rememorar una de las gestas históricas más importantes de su historia: la expulsión del ejército de Napoleón, un episodio que permitió a Vigo presumir de ser la primera localidad del continente europeo en echar a los soldados franceses de una plaza conquistada.

214 años después, esta hazaña se recuerda con un extenso programa de actividad culturales, homenajes y… mucho choripán, el producto estrella del mercado tradicional, que ofrece gastronomía y artesanía. Bares, restaurantes y cafeterías del barrio histórico sonríen de oreja a oreja en unas fechas en las que, como apunta el presidente de la Asociación de Hosteleiros e Comerciantes do Casco Vello de Vigo, Juan Figueroa, estos negocios consiguen impulsar sus datos de facturación y dejar atrás tres meses de números más flojos tras la resaca de la exitosa época navideña.

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“La Reconquista supone mucho trabajo para nuestros sectores y posibilita poner en valor tanto la gastronomía como el comercio del Casco Vello. Es un todo junto con la parte tradicional, importantísima, que significa volver a las raíces y la defensa de Vigo”, explica Figueroa antes de destacar que, a pesar de que el gran atractivo es el mercado, los negocios de hostelería que tienen puesto permanecen abiertos en su local habitual. La asignatura pendiente: encontrar la forma de “beneficiar más a los comercios locales”. “Con tanta afluencia, mucha gente ve lo que ofrecen y su riqueza y calidad, por lo que se dan a conocer. Muchos ciudadanos viven de espaldas a este gremio, eso hay que cambiarlo de manera radical”, apostilla.

Hablan las personalidades que encarnan a los protagonistas de la Reconquista para FARO.

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También subraya la importancia de la Reconquista para cafeterías, bares y restaurantes el presidente de la Federación de Empresarios de Turismo y Hostelería de la provincia de Pontevedra, César Sánchez-Ballesteros. Destaca que los mayores beneficiados son los negocios del barrio histórico, pero también los del resto del centro de la ciudad. “La hostelería factura bastante bien, se nota menos en los hoteles por ser una fiesta a la que acude, sobre todo, gente de Vigo y área”, asevera. Reflexión similar hace el presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), Iván Sánchez: “Por el momento, no tenemos gran demanda de gente que venga en exclusiva a la Reconquista, pero, para los visitantes de este fin de semana, es una opción para disfrutar y recordar. Se ha iniciado un buen trabajo de promoción y contenido que esperamos que vaya calando y que atraiga más gente año a año”. En los alojamientos turísticos, la situación es similar.

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Sánchez-Ballesteros manifiesta que la cita histórica “marca el inicio de la temporada alta después de tres meses complicados”, por lo que agradece al Concello que permitiese retrasar una hora los cierres tanto el viernes como ayer: “Es una forma de evitar que se potencie el botellón y lo demanda una parte amplia de la sociedad”. Concuerda con sus colegas de gremio Elena Garmendia, presidenta de la asociación Vigo Gastronómico. Indica que la Reconquista es un “revulsivo” para los negocios del centro de la ciudad, principalmente, para los ubicados en el Casco Vello. “Se trabaja mucho; viene bien después de tres meses más tranquilos. Fija el inicio de la temporada alta: ahora, ya llega la Semana Santa y, pronto, el verano”, apunta.

No solo la hostelería se beneficia de la Reconquista, también el sector del taxi. Lo confirma el presidente de la Asociación de Autopatronos del Taxi de Vigo y Provincia de Pontevedra, Emilio Mosquera: “Es un fin de semana de mucho trabajo desde el viernes por la tarde, con bastante actividad por las noches. Es una fecha clave para nosotros”. Anota que los clientes de este tipo de eventos son de todas las edades. “Es una cita familiar muy interesante. La gente se anima mucho”, añade antes de indicar que el gremio encadenará varias jornadas intensas con la llegada de la Semana Santa: “Esperamos visitantes que conocieron Vigo en Navidad y vuelven”.

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Más de 150 participantes

El alma de la Reconquista tiene nombre y apellidos: la Asociación Veciñal e Cultural Casco Vello de Vigo. Lleva más de 25 años esforzándose para mantener vivo el recuerdo de la expulsión de los franceses de la ciudad. Desde la entidad, reconocen que, este fin de semana, están “desbordados” de trabajo. “A cien”, resumen. Es su evento más importante y, para hacerlo realidad, participan “más de 150 personas”. “Estamos todo el año trabajando para la fiesta de la Reconquista, pero, de forma más intensa, comenzamos a primeros de año”, apuntan. 

En una historia “escrita por hombres”, el personaje de Aurora nació como símbolo de todas las mujeres que participaron en la Reconquista, aunque “afortunadamente hoy en día se están reconociendo a muchas”. Así resume Amelia Pérez su elección de este personaje ficticio, recordando que las mujeres fueron fundamentales para la consecución de muchos hitos “tanto en guerras como en avances sociales”. La secretaria xeral de Comisiones Obreras en Galicia celebra que hoy en día habría más Auroras, “combativas” como las de antaño pero que gracias al avance del feminismo “se ven en el día a día de nuestra vida pública y privada”. Su receta para estos días en lo que lo popular se convierte en el protagonista es “disfrutar de la ciudad y del ambiente que se respira”, además de aplicar una de las frases que repiten en el sindicato: “Recuperar memoria para construir futuro”.

A Antonio Figueras, doctor en Biología y profesor de investigación del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el personaje de Cachamuíña le inspira porque, al igual que los funcionarios, “sirvió a la ciudad”, y, además, no era de Vigo, sino de una aldea de Ourense –de la que adoptó el nombre–. “Yo soy de Vigo, pero mi padre era de Barcelona y mi madre, de Guadalajara. Una parte de la población viguesa comparte esta situación: somos hijos de gente que recaló aquí por diversos motivos”, explica. Destaca que, en su campo, la reconquista pasaría por lograr el traslado del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) desde Bouzas a la ETEA y ofrecer buenas condiciones a los trabajadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO), cuyas instalaciones están en una situación “penosa”. Para lograrlo, apela a la “unidad” que caracterizó a los héroes de la hazaña de 1809: “Cuando tocan algo nuestro, reaccionamos inmediatamente”.

De preparativos y acopio durante días y organizar a las tropas ante la batalla sabe bastante Raquel Ogando, fundadora hace un año de Vigo Gastronómico y responsable del Lume de Carozo, caracterizada como Manuela del Estanco, figura de reciente descubrimiento pero de un valor crucial fuera del campo de batalla. “Es un equipo enorme que ves trabajando de distribuidores a vecinos”, señala mientras se deshace en elogios a la Asociación Veciñal. Tras 13 años celebrando la Reconquista dentro y fuera de su local, cree que “no somos muy conscientes hasta que te lo van contando y ves lo que preparan y cómo evoluciona”. En esta ocasión los nervios se han acentuado al unirse la fiesta a la Semana Santa, lo que obligará a redoblar esfuerzos durante diez días seguidos ante la previsión de que se bata récord de asistencia. “Una vez arrancas es todo maravilloso”, afirma en referencia a la actitud de la gente y el ambiente que se vive en el Casco Vello: “No morimos en el intento, se sobrevive bien”.

Una fiesta que transparenta el carácter vigués, centrado en “pelear por lo que se desea y no dejarse amilanar por los inconvenientes”. Es el resumen que hace Enrique Mallón, secretario general de Asime (Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia), de la Reconquista. Alude al capitán luso Almeida para destacar la “profunda cooperación” de su sector con Portugal y subraya el “buen momento” por el que pasa el gremio, “con mucha carga de trabajo en todas sus actividades”, pero advierte de la necesidad de emprender una reconquista para recuperar el terreno perdido por la pandemia y la crisis derivada de la invasión de Ucrania: pone el ojo en el mercado ruso, el europeo y el estadounidense. “El coste de materias primas y el energético está disparado, los costes logísticos triplican y cuadruplican los de hace dos o tres años y nos preocupa cada vez más la falta de personal cualificado”, expone.

Historia, miedo, rabia, ambición, espíritu guerrero o de recuperar lo propio son solo algunos de los ingredientes que para María Oruña tiene la Reconquista, un hito “muy novelesco y épico”. Caracterizada como Josefina Rial, la tabernera que advirtió del fallecimiento de tres vecinos que habían tenido una discusión con las tropas galas en su establecimiento, abre bien los ojos y oídos ante cada detalle de la recreación y fiesta popular. La escritora viguesa celebra la combinación divulgativa y lúdica que se vive estos días en el Casco Vello, donde caracterizarse permite “viajar en el tiempo igual que haces con los libros”. Esta abogada de formación ya exploró este género en Ourense con El bosque de los cuatro vientos, por lo que cree que hay potencial para una novela de principios del siglo XIX porque “en Vigo siempre tenemos buena materia prima”. Y es que para ella, las bondades del centro olívico no se limitan a su belleza o monumentos, “sino a las historias que encierra”.

Pocos jugadores en los cien años de historia del Celta simbolizan mejor “el esfuerzo, trabajo, sacrificio e implicación” en todo lo que hacía que Sergio Álvarez, quien fue derribando murallas en el club de sus amores hasta rozar una final europea. El exportero se ve así identificado con la figura de Carolo, el marinero de O Berbés que golpeó con su machada la Puerta de Gamboa durante la Reconquista. “Si no das el primer paso va a ser más complicado conseguir tus sueños”, apunta mientras reconoce que a pesar de la diferencia de épocas debería “quedar inculcado” su ejemplo al quedar claro que “las personas valientes tienen mayor recompensa”. Este “vikingo” de Catoira ya se reconoce como vigués después de pasar más de la mitad de su vida en la ciudad, por lo que tratará de transmitirle el significado de la fiesta a sus dos hijos para que “se identifiquen” con ella.

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