La renovación del convenio laboral de Povisa, condicionada por la del concierto con el Sergas

CIG Saúde denuncia la “indefensión y continua pérdida de poder adquisitivo” de la plantilla de la segunda empresa más grande de Vigo

El hospital Ribera Povisa.  // Alba Villar

El hospital Ribera Povisa. // Alba Villar / A. Blasco

“Nunha situación de indefensión e de continua perda de poder adquisitivo”. Así denuncia CIG-Saúde que se encuentra la plantilla de la segunda empresa de la ciudad en volumen de trabajadores, el Hospital Ribera Povisa, ante la dilación en la firma de un nuevo concierto con el Servicio Galego de Saúde (Sergas). Las reuniones entre la dirección del centro concertado y los sindicatos para negociar la renovación del convenio laboral –prorrogado desde 2010– se están produciendo. De hecho, hoy tienen fijada una. Sin embargo, los representantes de los trabajadores perciben que el grupo sanitario está alargando el proceso hasta conocer cómo será su horizonte económico con el nuevo pacto con la Administración.

Y es que la actividad que la Consellería de Sanidade subcontrata a este centro es fundamental para sus resultados. Según el informe de fiscalización del concierto elaborado por el Consello de Contas, representa en torno al 78 u 80% de su cifra de negocio.

El último contrato de concertación fue rubricado en 2014, por un período de ocho años, que venció el pasado verano, y la posibilidad de prorrogarlo dos años, hasta el 31 de agosto de 2024. Tras modificarlo en 2019 para garantizar la viabilidad económica del hospital –por aquel entonces gestionado por el Grupo Nosa Terra XXI–, que había solicitado el preconcurso de acreedores, no parece que hoy, a ninguna de las partes le urja demasiado firmar un nuevo acuerdo. Desde el centro de la calle Salamanca, que pertenece al grupo Ribera Salud desde 2019, explican que hay una “relación fluida” con la Consellería de Sanidade y que todavía hay más de un año hasta que venzan los plazos legales. Desde el departamento autonómico dirigido por Julio García Comesaña, se limitan a indicar que no hay ninguna novedad con respecto a este asunto.

A los que sí les urge esta firma es a los trabajadores. Consideran que, mientras Ribera Salud –desde este verano en manos de la compañía francesa Vivalto Santé, tras su compra a la aseguradora norteamericana Centene– no disponga de la cifras del nuevo acuerdo con su principal cliente, no entrará a negociar condiciones salariales.

El último convenio laboral de Povisa es de 2010. Los sindicatos no consiguieron negociar otro con sus anteriores propietarios, el Grupo Nosa Terra XXI. Después de que el grupo valenciano Ribera Salud tomara las riendas, en 2020, ambas partes se sentaron a negociar, pero la pandemia lo paralizó. Tras diversas movilizaciones, en 2022 alcanzaron un pacto parcial, que incluyó una actualización del 2,5% de las tablas salariales. Con el Índice de Precios al Consumo (IPC) disparado, la CIG tilda esta subida de “claramente insuficiente”

“A actual incertidume que mantén o Sergas na sinatura do concerto sanitario con Povisa condiciona o futuro destas negociacións, mantendo ao persoal traballador da segunda empresa máis grande de Vigo nunha situación de indefensión e de continua perda de poder adquisitivo”.

126.000 usuarios públicos

Según el último concierto, Ribera Povisa cobra un importe fijo por cada tarjeta sanitaria que asume del Sergas hasta un máximo de 135.000 usuarios. La cifra de adscritos está en continua variación a lo largo del año ya que, además del plazo de un mes que se abre cada año para solicitar cambio de hospital, hay altas de nuevos pacientes. Tras el último periodo de solicitud voluntaria de traslado, en verano de 2022, el centro de la calle Salamanca estaba en 125.984 cartillas públicas, su cifra más baja desde la firma del convenio.

Claves

1 El convenio laboral

Está prorrogado desde 2010. Solo hubo un acuerdo parcial en 2022 para la actualización de las tablas salariales en un 2,5%.

2 El concierto con Sanidade

El último está firmado en 2014 y modificado en 2019. Caducó en agosto del año pasado, pero hay dos años de prórroga previstos.

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