Los hospitales vigueses abren otras ochenta camas ante el elevado volumen de ingresos

Esta época del año suele ser la más difícil en los servicios de urgencia por las infecciones respiratorias, tanto en niños como en adultos. Pero este 2022 está siendo especialmente difícil en el área sanitaria de Vigo. Patologías como la gripe, la bronquiolitis y otras enfermedades similares están requiriendo de un elevado despliegue de recursos y esfuerzos sanitarios. Según fuentes del Sergas, entre el 1 de diciembre y el pasado domingo, día 12, en el Álvaro Cunqueiro se atendieron un total de 4.901 urgencias, la mayoría por infecciones o virus respiratorios.

Pero lo llamativo no es esa cifra, sino el porcentaje de todos esos pacientes que requirieron ser ingresados. Y es que de esos casi 5.000 enfermos, 815 (el 16%), tuvieron que ser hospitalizados, en muchos casos porque tenían ya alguna patología previa que se vio complicada por la gripe o la neumonía que están sufriendo.

Ante la ocupación casi total de las camas disponibles, la gerencia del área sanitaria de Vigo ha aumentado el número de recursos ante una situación tan excepcional como esta. Así, ha abierto una unidad completa con treinta camas a mayores en el hospital Meixoeiro que llevaba tiempo cerrada y que estaba sujeta a necesidades asistenciales para activarlas. Y el momento es ahora. Y en el Álvaro Cunqueiro se abrirán cinco unidades. Concretamente las 1A, 1B, 1C, 2E y 2F, que permiten ampliar el hospital de Beade con cincuenta nuevas camas.

La falta de reservas de sangre obliga a reprogramar cirugías no urgentes

De esta forma, entre el Cunqueiro y el Meixoeiro se habilitan ochenta camas extra para un momento extraordinario como el actual, en el que el volumen de ingresos por patologías respiratorias es constante. “Y tenemos margen de crecimiento para aumentar recursos”, asegura una portavoz del área sanitaria de Vigo. Hay que tener en cuenta además que esta apertura de nuevas unidades en el hospital para atender más pacientes conlleva también un refuerzo de la plantilla sanitaria. Cuantas más camas se abran, más personal se necesitará para atender a los enfermos hospitalizados. Es decir, también se está incorporando más trabajadores de refuerzo. Este martes, sin ir más lejos, se vivió una tarde complicada en el servicio de urgencias del Cunqueiro. Las salas de espera estaban llenas y los pacientes y familiares poblaban los pasillos.

"Es caótico"

“Entendemos que la situación es difícil, pero esto es un poco caótico. No hay sitio para los pacientes ni para los familiares”, asegura Carlos Rodríguez, que estaba ayer por la tarde acompañando a su pareja, que tiene un problema en el tendón de aquiles, en el Cunqueiro.

Tal y como ha venido informando este periódico en las últimas semanas, los profesionales de los centros de salud y del hospital han visto este año un repunte llamativo de los virus respiratorios que achacan fundamentalmente a una circunstancia: en 2021 y 2020 el uso de la mascarilla era obligatoria debido al COVID, por lo que el cubrebocas también protegía de la bronquiolitis (causada por el virus sincitial), que está causando auténticos estragos entre los niños, o de la gripe. Pero ahora la circulación de estas infecciones está completamente disparada.

Los profesionales sanitarios están detectando incluso que hay muchos pequeños infectados que a las dos semanas sufren una especie de posbronquiolitis en la que se repiten exactamente los mismos síntomas y, en ocasiones, incluso con más virulencia. Es decir, se infectan dos veces en un breve período de tiempo. Pero más allá de la saturación de las urgencias en las últimas semanas, hay un problema que lleva latente ya bastante tiempo y que preocupa, y mucho, a las autoridades sanitarias: la falta de reservas de sangre. Una situación que además provocó que este martes el Álvaro Cunqueiro tuviese que aplazar diez intervenciones quirúrgicas no urgentes, la mayoría de carácter traumatológico.

Las operaciones serán reprogramadas, es decir, en cuanto sea posible, se volverá a citar a los pacientes para que acudan al hospital. Ninguna operación urgente, eso sí, ha quedado sin realizar, pues precisamente las pocas reservas de sangre de los grupos que más escasean (concretamente 0+ y A) se destinan a las cirugías no demorables, como las derivadas de accidentes de tráfico o aquellas que supongan un riesgo vital para el paciente.

Lo cierto es que desde la Axencia de Doazón de Sangue de Galicia se ha hecho constantes llamadas a la población para que acudan a donar ante los problemas constantes de falta de reservas de determinados grupos sanguíneos y cómo puede trastocar la actividad sanitaria. En verano pasado, por ejemplo, el Cunqueiro ya se había visto obligado a reprogramar alguna operación, una de ellas incluso oncológica.

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