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Profesionales de Atención Primaria detectan a un 10% de víctimas de violencia machista

Un 30% de las mujeres que acuden a los centros de salud del área ha sufrido maltrato en alguna ocasión | Inician formaciones entre sanitarios para mejorar las intervenciones

La médica Rosana Izquierdo junto con las residentes Lucía Ferrari, Cristina Ferrín y Carmen Gesto. Alba Villar

“De todas las mujeres que acuden a nuestras consultas en esta situación, no todas van a denunciar, porque tan solo un 25% lo hace, pero lo que sí sabemos es que el 100% de las víctimas de violencia de género van a acudir a nuestros centros sanitarios por el grave impacto y las repercusiones que tiene este tipo de violencia en su salud. Es por esto que nuestro papel es clave, jugamos un papel fundamental en la detección, en la valoración y en el acompañamiento de estos casos y por eso es imprescindible que insistamos en la necesidad de formación específica para los profesionales sanitarios”. Con estas palabras, la médica viguesa e integrante del grupo de trabajo de violencia de género de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec) Rosana Izquierdo justifica la puesta en marcha de un proyecto de formación dirigido a los profesionales de distintas categorías de la red de Atención Primaria del área con el objetivo de dotarlos de las herramientas necesarias para mejorar la detección de casos y las intervenciones.

Según explica Izquierdo, “estamos ante una pandemia silenciosa”, puesto que los estudios realizados revelan que en los centros de salud se llegan a localizar hasta a un 10% de víctimas de la violencia machista. Sin embargo, es una cifra que todavía se sitúa muy por debajo del umbral de la casuística real, ya que se estima que un 30% de las mujeres que acuden a los centros de Atención Primaria del área sanitaria de Vigo ha sufrido algún tipo de violencia de género en algún momento de su vida: “Es un problema de salud pública, por las consecuencias que tiene en la salud física y psicológica de las mujeres, y está infradiagnosticado. La violencia de género psicológica, por ejemplo, es muy prevalente y muchas veces su detección es mucho más compleja”, señala esta facultativa.

Es un problema de salud pública, por las consecuencias que tiene en la salud de las mujeres, y está infradiagnosticado

Rosana Izquierdo - Médica de Familia

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Coincidiendo con la proximidad de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que tendrá lugar mañana, y con el objetivo de investigar cuáles son los principales obstáculos o carencias en la intervención con estas mujeres por parte de los profesionales de Primaria, analizar las barreras organizativas y desarrollar propuestas de mejora, tres residentes del área viguesa iniciarán sesiones de formación programadas para facilitar al personal sanitario herramientas que contribuyan a aumentar la capacidad de constatación de casos de violencia machista.

Pautas para la detección

Hasta la fecha, ya se han programado las sesiones en seis centros de salud y la idea es poder extenderlas “a todos los que sea posible”. Así, Rosana Izquierdo, quien supervisa y coordina el trabajo de las residentes Lucía Ferrari, Cristina Ferrín y Carmen Gesto, apunta que “tenemos que tener en cuenta que, por nuestra cercanía a la población, los profesionales de Atención Primaria estamos situados en una posición privilegiada para la atención de estas mujeres. Actuando de forma coordinada con otros servicios, tales como los policiales, jurídicos, sociales y municipales, los sanitarios podemos dar una respuesta segura a este tipo de casos, ya que los estudios revelan que una gran mayoría revelaría la situación de abuso a los profesionales de la salud, al estar en una situación de intimidad en la consulta y por la atención continuada que les prestamos en el tiempo”.

Los profesionales de Atención Primaria estamos situados en una posición privilegiada para la atención de estas mujeres

Rosana Izquierdo - Médica de Familia

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¿Y de qué forma pueden los profesionales de Primaria sospechar que están ante un caso de violencia machista? Rosana Izquierdo hace referencia a una serie de indicadores en la salud de estas mujeres que les deben hacer saltar las alarmas. A modo de ejemplo, esta facultativa especialista en Medicina Familiar comenta que “sabemos que si hay violencia física, sexual o económica, también habrá seguramente una violencia psicológica mantenida en el tiempo que produce consecuencias negativas en su salud. Un posible indicador es si estamos frente a una mujer que toma antidepresivos o ansiolíticos, en estos casos, debemos pararnos y preguntar qué tal las cosas por casa. Las herramientas no solo se centran en qué preguntar, sino también en cómo hay que preguntar y en qué momento hacerlo”.

Por otra parte, Rosana Izquierdo recuerda que la formación específica en violencia de género ya se lleva haciendo tiempo entre los profesionales de Primaria, pero que esta será la primera vez que se lleven a cabo de forma programada y que se efectúe un test para conocer las necesidades y las barreras para la detección que se encuentran los sanitarios. Asimismo, la facultativa viguesa avanza que “en Galicia acabamos de presentar un nuevo procedimiento de cribado y actuación en salud que se va a instaurar próximamente en el IANUS –sistema de historia clínica electrónica– para aumentar la capacidad de detección y mejorar la atención a través de un cribado universal entre las mujeres que acuden a nuestros centros de salud”.

El acompañamiento

Superado el proceso de detección, los profesionales de Atención Primaria del área viguesa también juegan otro papel fundamental a la hora de plantar cara a la violencia machista, y es que una vez localizada a una víctima, deben conocer cuál es el proceso a seguir. Este es otro aspecto que trabajarán las residentes Lucía Ferrari, Cristina Ferrín y Carmen Gesto en sus formaciones, puesto que el acompañamiento a la mujer es otro de los pilares esenciales en una intervención segura y adecuada.

En este sentido, Rosana Izquierdo asegura que “tras habernos percatado de un caso de violencia de género, a continuación, debemos realizar una entrevista clínica con la paciente y hay que hacerla bien, ayudarla a reconocer el abuso, explicar que la violencia no está justificada en las relaciones personales, valorar el riesgo que puede existir en el caso concreto, si puede ser inmediato, y también acompañarla en el miedo, la vergüenza o el sentimiento de culpa que pueda tener. Se trata de una valoración biopsicosocial y luego nos ocupamos también de su derivación a los Centros de Información á Muller, servicios jurídicos o sociales, así como a Pediatría, dependiendo de si la salud de sus hijos o hijas también se está viendo afectada por la violencia”.

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