Cierta sorpresa y cansancio, pero con la convicción de seguir reclamando mejoras en el tren. Una semana después de que el Ministerio de Transportes anunciase la creación de cinco “servicios ferroviarios de proximidad para mejorar la conectividad” en líneas ya explotadas de Andalucía, Murcia, Madrid o Castilla.

Los Presupuestos Generales del Estado incluyen una partida de 15,2 millones de euros que, entre otras iniciativas, permitirá desarrollar desde 2023 y durante tres años la creación de estas conexiones.

A pesar de que aún no se han detallado las nuevas condiciones de explotación de estos trayectos –tres de ellos en áreas que ya disfrutan de núcleos de Cercanías– contarán con un aumento de frecuencias y una tarificación como la que se ha reclamado y negado a las áreas metropolitanas de Vigo y A Coruña en los últimos años.

La asociación Tren Media Distancia Galicia siguen poniendo el foco en esta modalidad de servicios –para recorridos de hasta 296 kilómetros– ya que son los que se adaptan a su día a día.

Nuevos servicios ferroviarios de proximidad del Ministerio de Transportes Mitma

“Por necesidad y convicción apostamos por el tren” señala una de sus portavoces, quien sigue incidiendo en la necesidad de tener unos horarios mejor conectados con los ciclos de trabajo de las grandes áreas.

Pocas frecuencias, abonos rígidos, precios que no son asequibles... son algunas de las quejas recurrentes sobre el Eje Atlántico, que a pesar de ello fue la segunda línea con más usuarios de Media Distancia en toda España en 2020.

Pero dentro de la misma existe una “minoría” que sí que lo emplea como un servicio de proximidad. “Aunque vaya más lento podría darlo” señala Iria Méndez, quien incide en que serviría como complemento para que los trayectos inferiores a la media hora o paradas como Redondela, Arcade o Padrón.

La asociación que nació hace un año con más de 700 firmas es ya el gran altavoz de los viajeros del Eje Atlántico. Han visto cómo sus compañeros de Perder o Tren han logrado recuperar el “madrugador” entre Ourense y A Coruña y ofrecer plazas sinergiadas en los Alvia, una medida que por el momento no llega entre Vigo y Santiago.

Antes de que comenzase la gratuidad de viajes en estos recorridos con los abonos, desde CGT alertaron de la necesidad de recuperar los 194 trenes semanales que siguen suprimidos en la comunidad desde el inicio de la pandemia.

Entre ellos figuran regionales como los que conectaban Vigo y Pontevedra con seis frecuencias diarias adicionales por la vía convencional; o los de las 5:15 de la mañana y 22:30 de la noche entre la capital y la estación de Guixar.

“Por nuestra experiencia, si se amplían los servicios tendrían muy buena acogida” recuerda esta viguesa que se desplaza a diario hasta A Coruña por trabajo.

Y aunque aplauden las medidas en el resto de España –guardan una buena relación con la asociación de Castilla y León que ha logrado la declaración de Obligación de Servicio Público para doce trayectos en AVE– cree que Galicia “podría ser un buen sitio para el experimento”.

Reacciones políticas

En el plano político, en el BNG son categóricos: “es indefendible que áreas con menos población que Vigo tengan cercanías y aquí no haya ni el proyecto”.

El concejal del BNG en Vigo, Xabier Pérez Igrexas, durante la celebración de un pleno Alba Villar

Su portavoz en Vigo, Xabier Pérez Igrexas, recuerda la moción presentada con esta demanda en diciembre, situándola además en un contexto de emergencia climática y en el cual se incluía una petición a la Xunta para que asuma las competencias ferroviarias reconocidas en el estatuto de autonomía y cree un ente gallego similar a Euskotren o Ferrocarrils de la Generalitat.

El edil pide “pasar de palabras a hechos” con partidas en el BOE para vertebrar el área metropolitana, conectando a la urbe olívica con Pontevedra y Tui.

Néstor Rego también abordó el tema y aseguraba que preguntará al Gobierno “por qué no se implanta” y trabajarán para que cambie, sumándolo a la reivindicación para acelerar la Alta Velocidad con Oporto. El diputado recordó que las áreas Vigo-Pontevedra y A Coruña-Ferrol suman unos 700.000 habitantes, lo que para él supone una “clara discriminación” a Galicia.