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La falta de cercanías deja a Pontevedra en “inferioridad” en la bonificación de billetes

Desde la izq., Juan Gómez Carpintero, Antón Conde Freire y Guillermo García Durán, en Guixar. Alba Villar

Una de las medidas estrella anunciadas por el Gobierno central para afrontar el alza de a inflación y del precio de la energía es el fomento del uso del transporte público. Y, para ello, ha optado por la gratuidad o la bonificación del tren de cercanías y media distancia para aquellos que lo usen habitualmente. Si es que el territorio dispone de estos servicios. Comisiones Obreras Pontevedra denuncia que la media distancia en la provincia tiene frecuencias mejorables y que la red de cercanías es inexistente. Además, los trenes que circulan entre Santiago y Ourense bajo la marca Avant solo tiene una reducción del 50% “Estamos en una situación de inferioridad en comparación a otras provincias y otras comunidades autónomas que, con un desarrollo industrial y demográfico similar al nuestro, sí disponen de cercanías”, sostiene Antón Conde Freire, secretario provincial del sector ferroviario Renfe-Adif de CC OO.

La central entiende que de poco sirven “abaratamientos ocasional en los precios”, si no se empieza por un desarrollo de la red de cercanías en la comunidad –solo existe un tramo “simbólico e infrautilizado” entre Ferrol y Ortigueira– y una mejora de las frecuencias en media distancia para “promover un modelo de movilidad de las personas donde el transporte ferroviario tenga un papel decisivo”.

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Y no tiene por qué ser una actuación costosa, según sostiene Conde junto a los miembros de la ejecutiva provincial de CC OO y trabajadores de Renfe, Guillermo García y Juan Gómez. Tras reunirse con representantes de concellos gallegos y lusos, han presentado una propuesta para el desarrollo de una red de cercanías que abarque desde Viana do Castelo hasta Ourense y Santiago, aprovechando y optimizando la infraestructura existente, apoyándose en asimismo en la intermodalidad –coordinándola con autobuses y barcos– para ofrecer un servicio útil a un territorio en el que reside un millón de personas.

La red contaría con más de una treintena de paradas. Por la vía del Miño, una línea partiría de Viana do Castelo y pasaría por Caminha, Vila Nova de Cerveira, Valença, Tui, As Gándaras –creando un nuevo apeadero para dar servicio al polígono–, Porriño, Os Valos, Redondela y Chapela con final en Guixar. La otra línea discurriría desde Ourense por Barbantes, Ribadavia, Filgueira, Frieira, Pousa-Crecente, Arbo, As Neves, Plisan –con una parada de nueva creación–, Salvaterra de Miño Caldelas de Tui y Guillarei. Esta última serviría de nodo de conexión con la primera línea, que sube de Portugal.

Por el eje Atlántico habría también do tendidos. Uno desde Guixar hasta Vilagarcía, parando en Chapela, Redondela, Picota, Cesantes, Arcade, Pontevedra, campus pontevedrés y Portela. Y otro desde la capital arousana hasta Santiago, pasando por sus playas, Catoira, Valga –otra nueva parada para dar respuesta al millar de trabajadores que acuden allí a diario–, Pontecesures, Padrón, A Escravitude y Osebe.

Un 30% más baratos

Explican que pueden ser trenes más pequeños y que el precio podría ser un 30% menor que en media distancia. Proponen que las administraciones, las asociaciones y los agentes sociales creen una plataforma para que se ajuste a las necesidades del tejido industrial y social e incluso pueda servir de “palanca” económica. Advierten de los riesgos de no aprovechar los recursos europeos a los que se podría optar en estos momentos para desarrollar esta red. “Demandamos tanto del Gobierno Estatal como de la Xunta de Galicia un compromiso histórico para optimizar en Galicia la gestión comercial y operativa del transporte ferroviario de viajeros y responder a las necesidades de la población. “La movilidad debe entenderse como un derecho de las personas”, subrayan.

Temor a que la “escasa oferta” sea incapaz de absorber la alta demanda por los descuentos

Los abonos gratuitos y de precios bonificados de tren que ha lanzado el Gobierno para usuarios frecuentes pueden empezar a usarse desde este jueves.

“La falta de frecuencias en trenes de Media Distancia y la alta demanda de títulos de transporte bonificados pueden tensionar el corredor haciendo que lo que se propone como una medida efectiva para los desplazamientos al trabajo y a los centros de estudio se vuelva inútil para absorber la escasa oferta en determinados horarios, precisamente aquellos que más requieren de compromisos de puntualidad para los viajeros habituales”, sostiene Antón Conde Freire, secretario provincial del sector ferroviario de Comisiones Obreras.

Desde la central temen que queden vacíos asientos reservados por gente atraída por la gratuidad y se queden fuera personas que realmente necesitan el servicio. Opinan que los abonos “deberían contar con las particularidades de cada territorio”.

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