Las obras de la nueva estación de autobuses de Vigo han finalizado. La Xunta de Galicia recibió este viernes de manos de la adjudicataria la nueva terminal intermodal ubicada en Urzáiz después de 30 meses de obras y una inversión de 18 millones de euros. Al acto de formalización de entrega acudió la delegada del gobierno autonómico en la ciudad, Marta Fernández-Tapias, quien recorrió junto a los medios y los equipos técnicos las instalaciones.

El 2 de diciembre de 2019 el entonces presidente del ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, asistía al inicio de los trabajos junto al alcalde de la ciudad, Abel Caballero. Ambos se congratulaban por la materialización de un "producto de una colaboración institucional compleja" entre los tres niveles de la administración pública y ha insistido en la necesidad de "coordinar al máximo" la ejecución de las instalaciones y sus accesos.

La pandemia frenó el ritmo de la misma, pero con el traslado del acceso a la estación de tren en abril del año pasado hacia Vía Norte se pudo derribar la estructura provisional abierta hace ahora siete años sobre el mismo solar. Finales de 2021, invierno, primer trimestre del año, abril... los plazos de finalización de esta infraestructura se fueron sucediendo al igual que en otras obras de mayor envergadura, en gran parte debido a la crisis de materiales.

En contraste con su predecesora en la Avenida de Madrid, el edificio destaca por su diseño sencillo pero eficaz; pero especialmente por la luminosidad. La cristalera sobre el acceso a los andenes prolonga la misma sensación que reina en el atrio principal de Vialia diseñado por Thom Mayne, integrando a la perfección la obra en el complejo.

Cuenta con seis taquillas de venta, consignas, oficinas y zonas verdes. Y aunque aún no se sabe si se instalarán máquinas automáticas de venta de comida o bebida, los responsables de la consellería de Infraestructuras ya han señalado que será el centro comercial gestionado por nHood el que asumirá los espacios de restauración y recreo.

Después de varios meses al ralentí en los trabajos de carpintería y señalización, los obreros por fin pueden retirarse de la zona. Aún faltan por instalar algunas pantallas, bancos y todo el mobiliario relacionado con la explotación comercial; pero la estructura ya está lista para operar. Y es que a pesar de alcanzar el 65% de ejecución el pasado 3 de septiembre y el 90% el 7 de febrero, la Xunta ha aprovechado la demora en las obras acometidas por el Concello para no darse prisa en estos trabajos finales.

La otra obra pendiente son los espacios intersticiales, es decir, los ubicados entre ambos edificios. Esta pequeña franja de menos de diez metros de ancho está a medio ejecutar, quedando todavía por realizar la conexión definitiva al aparcamiento subterráneo y la prolongación hacia el embarque de la parte ferroviaria.

El acceso desde Praza da Estación, por donde llegaría el 35% del tráfico total, lleva listo varios meses e incluso se realizaron las primeras pruebas con autobuses de línea. Sin embargo, la conselleira de Infraestructuras ya garantizó que no habría una inauguración "a parches" y que esperarían a poder recibir el 100% del tráfico previsto.

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Lista para estrenar: recorremos la estación de autobuses de Urzáiz ya finalizada Marta G. Brea

Sin embargo, el lento avance en la finalización de los dos últimos túneles de accesos con la AP-9 hacen que las perspectivas para su puesta en funcionamiento sean bastante negativas. El primer túnel entre Lepanto y la autopista está a la espera del asfaltado en su tramo final y la instalación de los equipos de seguridad, pudiendo entrar en servicio este mes.

El segundo, ubicado a una cota menor entre el final de la AP-9 y el aparcamiento de Vialia, es el que presenta un mayor retraso y todos sus plazos se han ido posponiendo por la aparición de tierras contaminadas; un problema que ya tuvo que afrontar la Xunta en los tramos que le correspondían.

Desde el gobierno autonómico apuntan a que hasta que no estén operativos todos los accesos no podrán poner en marcha el plan de movilidad previsto en la zona.

El Concello acusa a la Xunta de querer "enredar" y pide claridad con las nuevas rutas

Ante estas acusaciones, la concelleira de Urbanismo de la ciudad ha salido al paso dejando claro que "cualquiera que se aproxime podrá comprobar que las previsibles entradas y salidas de la estación no se van a producir en ningún caso por el túnel de Lepanto". María Xosé Caride cree que la polémica es un "enredo" ya que la delegada del gobierno "desconoce el proyecto", del cual reconoce que es complejo.

Por otra parte, Caride urge al gobierno autonómico a que "comunique cuanto antes" las modificaciones que se van a efectuar en las rutas de los autobuses dentro del término municipal para que, una vez estudiados, el Concello los autorice. Cree que esta comunicación "ya está tardando" ya que la propia Xunta estima en un mes el plazo necesario mínimo para informar a todos los operadores y usuarios de las nuevas paradas.

Este medio ha tratado de resolver esta cuestión en repetidas ocasiones sin que se haya conseguido ninguna respuesta clara sobre las nuevas rutas urbanas. El futuro de la parada ubicada en el rectorado de la calle Areal usada por las líneas de Redondela y O Morrazo o el viaje "de vuelta" desde Praza da Estación el Val Miñor -actualmente por Gran Vía- son dos de las grandes incógnitas a resolver con esta nueva ubicación.