En cuestión de un mes, aproximadamente, los conductores ya podrán volver a acceder a la AP-9 por la calle Lepanto. Lo harán por un túnel moderno, ancho y seguro. Es el heredero del último vestigio del “Scalextric”, el paso elevado de Alfonso XIII, un “molote terrible”, en palabras del alcalde, Abel Caballero, que peinaba a los camiones hasta impedirles el paso. Nada que ver con la infraestructura actual, ya perfectamente visible desde el exterior, una obra por la que ansía la ciudad desde enero de 2021, momento en el que se cortó la conexión con la autopista en este punto. “Supondrá una inmensa mejora del tráfico en Vigo”, apunta el regidor, que visitó la zona esta semana acompañado por las tenientas de alcalde Carmela Silva y María José Caride.
“Supondrá una inmensa mejora del tráfico en Vigo”
Fuentes municipales avanzan que esta lengua de circulación subterránea –pasa por debajo de la nueva estación de autobuses, que empezará a funcionar en las próximas semanas– estará abierta a la circulación “a finales de mayo o principios de junio”. Los problemas de abastecimiento que han golpeado al sector de la construcción provocan el retraso en la finalización de los trabajos. “Hay que asfaltar y realizar el pintado del carril, hacer las pruebas para garantizar que todo funcione bien y separar la zona en la que continuarán las obras”, detallan sobre una actuación clave que liberará tráfico del centro de la ciudad: permitirá a una gran parte de ciudadanos incorporarse a la AP-9 ya en este punto sin necesidad de dirigirse a la avenida de Buenos Aires, el nudo de Isaac Peral o la avenida de Madrid. El otro túnel, que dará acceso al parking de Vialia, estará listo en verano: “Probablemente, en agosto”.
Este túnel de salida de Vigo está prácticamente listo. Ya están colocados los paneles informativos, en los que se indicará la velocidad máxima permitida, 30 km/h, y finalizaron en las últimas semanas los trabajos correspondientes al movimiento de tierras, las estructuras, el drenaje y la mayor parte de las instalaciones –tuberías contraincendios, ventiladores, etc.–. Su construcción supuso la ejecución de 356 pilotes, con una longitud total de 2,3 kilómetros; se emplearon más de 280 toneladas de acero para el armado del hormigón. Destaca por su amplitud –dispone de una entrada muy amplia y un solo carril equivalente a dos de ancho–, así como por su modernidad: contará con sensores que permitirán ajustar la iluminación para evitar el contraste lumínico entre el exterior y el interior.
El Concello licitó y ejecuta esta nueva vía de conexión entre la ciudad y la AP-9 como parte del convenio firmado con la Xunta de Galicia y Adif para dar servicio a la nueva estación de Vialia, que incluye también la nueva terminal de autobuses. El presupuesto para el derribo de lo que quedaba del “Scalextric”, el paso subterráneo de enlace con la autopista y las conexiones de la AP-9 con la nueva estación intermodal es de 11.843.405 euros. El administrador ferroviario pone el 74,15% –más de 8,7 millones–, la entidad local, el 21,22% –casi 2,5 millones–; y la autonómica, el 4,63% –casi 600.000 euros–.
El segundo túnel que se está ejecutando, que conecta la AP-9 con Vialia, desde la entrada a la autopista, a la izquierda de Alfonso XIII, y que lleva a los aparcamientos del complejo y al centro de operaciones, “estará listo en verano, probablemente, en agosto”, según indican fuentes municipales. Actualmente, ya se puede acceder por Vía Norte, por lo que no es “estrictamente urgente”.
La demora se debe a que la zona de tierras contaminadas es superior a la estimada en un principio. Se encontró tierra contaminada de metales, que hubo que tratar. Este contratiempo exigió la modificación del proyecto con la retirada de los residuos y otras acciones no previstas inicialmente. La construcción de este túnel supone la ejecución de 454 pilotes, con una longitud total de 5 kilómetros, empleándose más de 700 toneladas de acero para el armado del hormigón.
El Concello acomete, además de los túneles, el resto de las obras exteriores. En los próximos meses, finalizarán los trabajos de conexión desde la salida del túnel con el aparcamiento y con el muelle de carga de Vialia. También se ejecutará una nueva pasarela metálica sobre la autopista para sustituir a la actualmente existente en Canadelo Baixo, que no cumple criterios de accesibilidad. A su vez, adecenta los espacios situados entre la estación de autobuses y Vialia para entregárselos a la ciudad, actuación que cuenta con un importe de 1,2 millones.
Más intervenciones pendientes: el ascensor entre la Praza da Estación y la calle Urzáiz –424.000 euros–, que se prevé finalizar en verano, y el Halo, al que se dedicarán 12,6 millones: esta estructura, que conectará el entorno de García Barbón con Vialia y Vía Norte, fue licitada a principios de abril y la previsión es que empiecen las obras en verano, con un plazo de ejecución de un año.
La tercera conexión que realiza el gobierno local es la entrada a la estación de autobuses y la salida a la AP-9 desde la estación y el aparcamiento de Vialia. Será en superficie, por lo que los autobuses no emplearán los túneles, así que no es necesario que estén finalizadas estas obras para que la terminal se ponga en marcha.
