“La pornografía está elevando la demanda de alargamiento de pene en las consultas”

El área sanitaria de Vigo acogerá desde hoy la XXIV Reunión Nacional del Grupo de Andrología y VI Reunión Nacional del Grupo de Cirugía Reconstructiva en la que se darán cita más de 150 profesionales procedentes de todas partes de España. El urólogo del Hospital Ribera Povisa, Fernando Meijide, es uno de los integrantes del comité organizador.

“Al menos un 19% de la población masculina padece algún problema de disfunción eréctil”

–¿Cuáles son las principales disfunciones sexuales en los hombres y cuál es el porcentaje de afectación?

–Los últimos estudios realizados muestran que al menos un 19% de la población masculina gallega padece algún problema de disfunción eréctil. Si lo extrapolamos a nivel nacional, encontramos que al menos dos millones de hombres se ven afectados. En cuanto a las patologías peneanas, lo que nos preocupa es aquel paciente que no responde a tratamiento, cuando hoy hay terapias orales que ofrecen excelentes resultados, y al que finalmente se le acaba implantando una prótesis de pene. Otro de los casos más frecuentes que encontramos es el del paciente oncológico que debido a la cirugía, como puede ser en el cáncer de próstata, sale de quirófano con una disfunción. Lo que nos planteamos los profesionales es la posibilidad de que este paciente salga de quirófano ya con la prótesis implantada y sin el tumor.

–En una de las ponencias del congreso se abordarán aquellas relacionadas con el consumo de pornografía, ¿de qué forma repercute este hábito en las prácticas sexuales?

–En primer lugar, que los jóvenes hacen una mala interpretación de la misma y creen que lo que están viendo es lo que deben hacer, de manera que reproducen prácticas violentas contra la mujer. Y, por otra parte, nos encontramos con que se incrementan las consultas de alargamiento de pene porque sienten que su miembro no tiene el tamaño adecuado, ya que tienen como referencia los que ven en la pornografía. Se comparan y nos llegan muchos pacientes pretendiendo un alargamiento del miembro, cuando en realidad tiene unas medidas estándar y una intervención podría derivar en complicaciones.

“Cuando se da en hombres jóvenes, la causa suele ser psicológica”

–La disfunción eréctil suele asociarse a varones de avanzada edad, pero también puede darse en hombres jóvenes, ¿cuáles son las principales causas?

–Efectivamente, y a este tipo de paciente le prestamos mucha atención. Hay muy poca patología orgánica que pueda estar vinculada a un perfil de varón joven y, ante la ausencia de una caída, un golpe o alguna enfermedad grave, la mayoría de las disfunciones son derivadas de factores psicológicos. Suelen ser pacientes sin casi experiencia sexual y que, a la hora de tener su primera relación, la pareja de alguna forma los ofende e incluso humilla, creando un trauma, de manera que, posteriormente, ya con una pareja colaboradora, descubre que no puede tener erecciones porque está bloqueado. Muchos jóvenes que nos llegan a las consultas llevan años con este problema y caen en depresión. La salud sexual es un marcador fundamental para una buena salud física y mental, es por esto que consideramos que se debe hablar de sexualidad ya en los colegios, para prevenir este tipo de situaciones.

–En este tipo de pacientes, ¿detectan que hay alguna barrera comunicativa a la hora de abordar su patología?

–A excepción de estos casos puntuales, en general el paciente acude a la consulta con rapidez. Lo que sí es cierto es que ahora detectamos que no se demoran tanto como antes e incluso acuden a las consultas acompañados de sus parejas.

–En el programa científico del congreso también se incluye una parte relacionada con la estética.

–Sí, porque nuestra especialidad va de la mano con los cirujanos plásticos. Cada vez más, a la hora de acometer una intervención vinculada a la patología peneana no solo se procura que el pene mantenga sus funciones, sino que se le empieza a dar importancia a que el resultado final también sea un buen resultado a nivel visual. Es por esto que se procura que los puntos de sutura sean más definidos y que los profesionales seamos más delicados. Esto se puede aplicar a aquellos pacientes que requieren una prótesis de pene o en los que se realiza un cambio de sexo.

–Respecto a estos últimos, ¿han detectado un incremento en la demanda de cambio de sexo en los últimos años?

–La solicitud de cambio de sexo en nuestras consultas es baja. Al año, nuestros servicios pueden estar llevando a cabo unas siete cirugías, y siete cirugías son las que solemos hacer a la semana vinculadas al cáncer de vejiga. Deberían estar centralizadas, porque estos pacientes sufren mucho, viven en un cuerpo que no es el suyo y debería garantizarse su acceso a estos recursos sanitarios.

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