La Fiscalía pide derivar el crimen de la maleta al juzgado de Violencia sobre la Mujer

José Manuel Durán, O Chioleiro, un peligroso criminal de 66 años con dos asesinatos y una violación a sus espaldas, lleva más de dos meses en prisión provisional como presunto autor de la muerte de Carmen Bento, una mujer de 60 años cuyo cuerpo fue hallado el 22 de febrero en una maleta abandonada en un solar con vegetación próximo a Balaídos. Llegar a su detención no fue sencillo. El avanzado estado de descomposición del cadáver de la víctima, que llevaba más de seis meses fallecida, dificultó su identificación, si bien la colaboración vecinal permitió vincular en un tiempo récord la desaparición de una mujer en una pensión de calle Fragoso con O Chioleiro, quien levantó sospechas desde el inicio por la gravedad de sus antecedentes. El trabajo policial y diligencias judiciales hicieron el resto, permitiendo atar un caso de compleja resolución.

Al frente de estas primeras pesquisas se situó el Juzgado de Instrucción nº 4 de Vigo pero todo apunta a que será ahora el juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Vigo el que se haga cargo de la investigación. Y es que la Fiscalía solicitó que sea el órgano especializado en violencia de género el que instruya la causa al sostener que ambos mantenían una relación sentimental y, por lo tanto, sería competencia de este último.

El juzgado toma declaración a nuevos testigos por el caso del crimen de la maleta

Si bien no han trascendido los motivos e indicios que sostienen dicha petición –que deberá ser ahora admitida o rechazada por el magistrado de Instrucción nº4–, sí se desprende de la investigación que a pesar de que O Chioleiro y Carmen Bento se presentaron inicialmente en la pensión donde se alojaron durante un par de semanas como hermanos, a posteriori, afirmaron ser un matrimonio.

Sin embargo, la clave de esta decisión se encontraría en el análisis de los terminales de víctima y agresor. Según ha podido saber este periódico, de dichas conversaciones se desprende contenido que reafirmaría la relación afectiva entre ambos, y por lo tanto, la competencia para el conocimiento del caso recaería en el juzgado de Violencia.

Imputabilidad

De igual modo, son varias las diligencias ordenadas ya por el Juzgado de Instrucción nº 4. Entre ellas destaca la práctica de testificales así como la geolocalización de los teléfonos móviles de O Chioleiro y la víctima y un informe sobre la imputabilidad del investigado. Y es que ya antes de que empezase a matar, José Manuel Durán había estado ingresado en centros como el Hospital Rebullón de Vigo.

Cuando en 1988 asesinó de 16 puñaladas a su abuela fue sentenciado a ser internado durante 15 años en un centro psiquiátrico: los magistrados consideraron que en O Chioleiro concurrían “elementos alucinatorios” propios de un estado de enajenación. Cumplió gran parte de esa condena en el penal psiquiátrico de Font Calent, Alicante.

En cuanto a la prueba de geolocalización, se solicitó un duplicado de la tarjeta SIM de la víctima, ya que su teléfono no fue hallado –la propia víctima denunció su pérdida cuando arrendó la pensión junto a Durán a finales de septiembre de 2023–. Los resultados de la misma demostrarían que tanto el terminal de Bento como el de O Chioleiro los sitúa juntos en las fechas en las que los vecinos del inmueble de Fragoso percibieron un fuerte olor a podredumbre proveniente de dicho piso de habitaciones. La denuncia vecinal fue el 28 de septiembre del pasado año, época en la que se sitúa el crimen.

Traslado a una prisión de Lugo por causas organizativas

El pasado viernes 1 de marzo, O Chioleiro ingresaba de nuevo en el centro penitenciario de A Lama. Tras algo más de dos meses como interno en la localidad donde sembró el terror con sus primeros asesinatos, se decretó su traslado a otra prisión, concretamente a una de las cárceles de la provincia de Lugo por motivos organizativos, tal y como pudo saber este periódico.

En este último ingreso, Durán González accedió al centro penitenciario, como marca el protocolo, por el módulo de ingresos, donde se filia y se toman fotos y huellas de los reos a su llegada. “Llevaba sus pertenencias en un maletón enorme”, referían entonces las fuentes consultadas. Describen que llegó con talante despreocupado e incluso de alguna manera haciéndose el simpático. Se le asignó entonces un preso de apoyo.

A sus 66 años, O Chioleiro ha pasado la mitad de su vida entre rejas por violar y matar de 16 puñaladas a su abuela en 1988 y por asestar dos cuchilladas mortales en 2004 a su joven vecina y amiga Alicia Rey. Le impusieron 17 años y medio de prisión que cumplió íntegros. El 14 de febrero de 2023 quedaba en libertad y solo un año después, tras ser detenido como el presunto autor del crimen de la maleta, volvía a ocupar una de las celdas de A Lama. Ahora es en uno de los centros penitenciarios de Lugo donde se encuentra ingresado y desde donde lo tendrán que trasladar a Vigo cuando el juzgado que instruya su causa así lo requiera para cuestiones de índole procesal.