Un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente para proseguir con varias heridas de arma blanca, una de ellas en el cuello que acabó provocándole la muerte.
Esta es la secuencia del brutal ataque que acabó con la vida de Benito Torreiro, un profesor jubilado de 69 años a finales de diciembre en su domicilio de calle Areal. La primera agresión lo dejó tan aturdido que casi no pudo defenderse del resto de ataques que le propinó, presuntamente, David M.C., de 21 años y natural de Monforte; detenido el pasado 4 de enero en un control de la Guardia Civil en Silleda.
Así se recoge de la primera exploración y autopsia al cuerpo del docente asesinado, que no presentaba prácticamente heridas defensivas, sí algunas laceraciones en las manos que debido a la descomposición del cuerpo –se halló una semana después del crimen– no pueden clarificarse su origen por completo.
Lo que sí es prácticamente verídico es que el apuñalamiento se produjo con alguno de los dos cuchillos que fueron localizados en el escenario del crimen, uno de los cuales tenía el mango roto. Los dos presentan una morfología compatible con las heridas del cadáver, si bien se desconoce si llegaron a utilizarse ambos o si, por el contrario, al romperse uno de ellos, el asesino se vio obligado a emplear un segundo.
Lo que también ha podido revelar la autopsia es que, de los primeros análisis, no se encontraron restos de algún tóxico o droga en el organismo del fallecido. De igual modo, estos vestigios han sido enviados al laboratorio de Madrid para su posterior estudio.
El único investigado por el crimen de Torreiro volverá hoy desde el penal de A Lama a los juzgados para que titular del Juzgado de Instrucción 4 de Vigo ratifique esta medida de prisión. En su primera comparecencia, David M.C. se acogió a su derecho a no declarar. Tampoco lo hizo en sede policial tras su detención.
Solo se pronunció ante la Guardia Civil, primero para indicar que la documentación de Benito Torreiro que los agentes hallaron en su coche se correspondía con la de un familiar, y posteriormente para confirmar que conocía al profesor y que estuvo en su casa.
Estas declaraciones se efectuaron de forma espontánea, sin asistencia letrada, por lo que es posible que su abogado, el letrado Javier Leiro, opte por su impugnación. De igual modo, son varios los indicios que supuestamente juegan en su contra. Por un lado, el hallazgo de la cartera, documentación y llaves del fallecido en el coche del detenido. También fue recogida una huella de calzado en casa de Torreiro que coincidiría con una zapatilla que portaba David M.C. en dicho turismo.
El joven llegó a realizar múltiples compras con la tarjeta de Benito Torreiro la misma tarde del crimen en El Corte Inglés, aunque la Policía trata de investigar si fue un robo o si contaba con la autorización del profesor.
Relación
La relación existente entre ambos podría orientar el móvil del crimen. Los investigadores vaticinan que el joven podría ofrecerle su compañía a cambio de una compensación económica; lo que se conoce como un acompañante. Para eso analizarán las redes sociales de ambos así como procederán al volcado de datos de sus ordenadores.
David M.C. contaba con antecedentes relacionados con la estafa. Tiene múltiples cuentas en redes vinculadas a su persona y son decenas las personas que, en páginas web, denuncian haber sido estafadas por este joven.
