Mucha rabia contra el culpable y mayor pena porque haya quitado la vida a un amigo querido por mucha gente y lleno de ganas de vivir. Nunca conocí a Benito Torreiro a fondo, pero lo conocía hace muchos años de incontables encuentros, de charlas y no pocas risas porque era persona con gran sentido del humor, inteligentemente ácido cuando quería. La última vez que hablé con él charlamos sobre su jubilación y creo que sus afanes viajeros, sus nuevos horarios de vida tras haber pasado gran parte de ella dedicada a la enseñanza y unos cuantos años al sindicalismo y a la política. Altruísta también ¿Cómo no vamos a tener rabia y desearle lo peor a quien asesinó cobardemente, (sea o no ese animal de 21 años detenido) a una persona que tanto humor le daba a la vida que no había vez que me encontrara con él que no me hiciera sonreír o carcajear por algo, un ser de clara inteligencia y tan positivo espíritu? Por compañeros de la enseñanza suyos sabía de su compromiso educativo. No quedaremos tranquilos hasta que el peso de la ley caiga con toda su fuerza sobre el malnacido que nos lo arrebató.

 Sobre esos hijos que se olvidan de sus padres

Mi amigo Cayetano L. acude a menudo a una residencia de 3ª edad viguesa cuyo nombre omito por ahora. Hace días conoció allí a una mujer que le contó su vida. Le prestó atención porque vive triste: tiene dos hijas mayores en Madrid con trabajo estable (que tampoco cuento) y hace años que no sabe nada de ellas.! “¡Con lo que yo las quise! –le dijo–. Estudiaron en los mejores colegios y universidades y, tras la muerte de mi marido, se independizaron y ni siquiera saben que vivo aquí”. Cayetano le prestó atención porque la mujer tiene un aire de mundo, se expresa bien, ella y su marido fueron propietarios de una empresa y la situación con sus hijas es increíble. Le sugirió acudir a la policía y la mujer se rió, porque la policía no busca personas que no han cometido delitos. Simplemente se alejaron de su madre, que si es delito mayor, no está tipificado. ¿Pasarán con frecuencia estas cosas?

La lamprea de Amandio

Rainha de inverno, diamante do pai minho, chupapedras, flauta de sete furos... con estos nombres se llama en Portugal a la lamprea. Es lo que nos recuerda Amandio desde su restaurante en la ría Direita de Caminha, que tantos vigueses conocen. Y es que desde el día 3 comenzó su temporada de lamprea, que muchos han gozado en el Amandio.

Retratos Augustos: Colin Baldwin. Peruano radicado en Vigo desde los 80. Su universo surge de la memoria pictórica, de influencias distantes como el arte del renacimiento europeo, las culturas precolombinas o el paisajismo oriental. Pero en su taller trabaja, al margen del tiempo, como si todas aquellas luces se hubieran apagado y mientras el mundo descansa enciende unapara explorar lo que permanece oculto en la oscuridad. Baldwin se vale del artificio, la caligrafía plástica, el gesto y la mancha para captar la atención del espectador y obligarlo a ver lo que él ha descubierto.En sus últimas obras algunos personajes nos sonríen y provocan una sonrisa. Pensará que es una energía. (@Augusto Rguez_portraits).