Mil años de trabajo por una fantasía

Lara Graña

Lara Graña

El yate “Sea Huntress”, de escala en Marina Davila, es el activo en venta de mayor valor en la ciudad. Piden 22,75 millones por él

En la zona de Cabo Estai, y por 3,8 millones de euros, está la vivienda más cara que puede adquirirse ahora en Vigo. Por algo menos, 2,4 millones, se traspasa la propiedad de un edificio en calle Victoria, y es posible convertirse en casero de lujo en Príncipe previo pago de tres millones por un inmueble a restaurar. Ni sumando todos estos proyectos de inversión se acerca uno al precio que piden por el activo más caro que puede encontrarse hoy en la ciudad: un yate de ultralujo, el Sea Huntress, que busca comprador por 22,75 millones de euros. Seis veces el valor de la vivienda de Canido, mil veces la renta neta anual media de un trabajador vigués (de 23.484 euros, según la última renta disponible). El capricho, construido en 1997 pero sometido a una reforma casi completa (o refit) en 2013, ha hecho escala en el puerto deportivo de Marina Davila.

Mil años de trabajo por una fantasía

Mil años de trabajo por una fantasía / Lara Graña

Mil años de trabajo por una fantasía

Interior del "Sea Huntress" / Lara Graña

El Sea Huntress también está disponible para alquilar, a razón de 220.000 euros semanales más gastos en temporada de verano. En sus 55 metros de eslora hay seis camarotes, con capacidad para 14 personas y otros tantos tripulantes, como consta en la página especializada de brokers marítimos Camper & Nicholsons International. Fue construido en Países Bajos, en el astillero Feadship (Royal Dutch Shipyards), el mismo que ha alumbrado unidades como el Vanish, vendido por unos 85 millones de euros, o el Lady S, que se puede arrendar por 1,47 millones de euros semanales.

El “Sea Huntress”, ayer en Marina Davila, con el yate “Solandge” a su popa.

El “Sea Huntress”, ayer en Marina Davila, con el yate “Solandge” a su popa. / Ricardo Grobas

El yate Sea Huntress fue diseñado íntegramente por Terence Disdale, y ha compartido muelle de escala con otro tesoro de los mares, el Solandge, de mayor envergadura (85 metros de eslora) y reformado en 2019. En su caso, el coste semanal para disfrutar de sus comodidades se dispara hasta el millón de euros; entre otras cosas, dispone de unos dos tripulantes por huésped. En las publicaciones especializadas estiman que el coste de su construcción, en el astillero Lürssen, superó los 140 millones de euros. Pista de baile, sala de cine, piscina climatizada, karaoke... para rutas por zonas cálidas, preferentemente en el área mediterránea.

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