Un hogar seguro frente a posibles okupas y saqueos de viviendas. La autodefensa de los hogares ha disparado la venta de dispositivos electrónicos de seguridad y alarmas que pueden controlarse desde el teléfono móvil. Cuatro de cada cinco viviendas residenciales de Vigo y su área cuentan con este tipo de seguridad, pues el aislamiento y las numerosas ventanas de los inmuebles resultan ser un factor de riesgo. Se trata de chalés unifamiliares o viviendas con finca en zonas como Beade, Coruxo, Oia o Candeán. El número de este tipo de sistemas de protección decae de forma importante si hablamos de pisos, según las cifras que maneja el sector.
Las alarmas han pasado de ser un artículo de lujo a algo habitual con la importante reducción de precios que se ha dado en el mercado. Entre los nuevos sistemas de vigilancia se incluyen también métodos de grabación conectados al móvil, aunque no en todos los casos van aparejados a un centro de control, lo que les resta efectividad. También hay kits de alarmas que se adquieren online a precios muy bajos, pero los expertos advierten de que no garantizan la seguridad.
“El sistema de seguridad tiene que ser transversal, primero contar con resistencia física en puertas y ventanas que frene al intruso. Después es el turno del sistema electrónico de detección y finalmente todo se completa con los hábitos de seguridad que hay que mantener. No basta con poner una alarma. Nada de kits ni de fake security”, advierte Miguel Ángel López Abella, director de seguridad de Segurgal Sistemas SL.
Vigo es una de las ciudades más seguras de España. El último informe sobre robos en viviendas aseguradas realizado por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, Unespa, la sitúa por debajo de la media nacional en delitos y con un -40,61% de posibilidades de sufrir un robo. Aún así, hay una media de un robo o asalto a domicilios al día, a tenor del balance de criminalidad del Ministerio del Interior del primer trimestre de este año. De enero a marzo se registraron 160 casos, muy pro debajo de los 202 del mismo periodo el ejercicio anterior.
Algunas compañías de seguridad han detectado que el temor a la ocupación ilegal de viviendas ha bajado desde el final del confinamiento, pero las últimas oleadas de robos en domicilios en Vigo y su área este verano han incrementado la demanda de seguridad electrónica. También crece la demanda en empresas, pero en este caso se centran especialmente en temas contraincendios, según expertos consultados por FARO.
Bandas itinerantes de países del Este realizan su particular agosto, como todos los años. A principios de este mes la situación llegó a tal nivel que la Policía Nacional tuvo que alertar de una oleada de más 30 robos en domicilios cuyo autores no han sido detenidos aún. Apenas dos meses antes, en junio, caía en Madrid un grupo organizado dedicado al narcotráfico y al blanqueo de capitales, al que se atribuían otros 40 asaltos a viviendas en toda Galicia, varios en la ciudad olívica.
“La demanda de sistema de seguridad es muy grande, especialmente tras las últimas olas de robos en viviendas. Los sistemas a utilizar varían, porque no es lo mismo un chalé aislado que en un entorno residencial, o una vivienda con ocupación permanente o de segunda residencia. El asesoramiento debe ser personalizado. Lo normal es la tendencia a la seguridad electrónica, pero como empresa de seguridad estamos obligados a asesorar en un conjunto de medidas. Es una seguridad transversal, no una fake security que quiere aprovecharse del sentimiento de inseguridad de las personas y buscan un cliente recurrente de cuota mensual por una alarma”, incide López Abella.
Los presupuestos para los equipos de sistemas electrónicos básicos tienen un precio medio de 1.300 euros y los dispositivos supervisados por smartphone pueden contratarse a partir de 400 euros. Unas cantidades que se incrementan en función de los dispositivos sensoriales en distintos puntos de la vivienda. La vigilancia natural es una de las claves principales para poner en fuga y facilitar la detención de los ladrones. Por eso, expertos en seguridad proponen colocar en el exterior y fuera de la vista sirenas que suenen con la llegada de intrusos o señales luminosas.
Todos estos sistemas ahora ya van también a la aplicación de los teléfonos móviles. Espantan a los ladrones y alertan la vigilancia natural, apuntan los técnicos: es como el perro que ladra. Eso ocurrió en un chalé adosado de San Andrés de Comesaña, en noviembre de 2020. La dueña de un can se asomó para ver porqué estaba inquieto el animal y descubrió a los encapuchados. Alertó a la Policía y uno de ellos fue detenido a tiros.
Puerta blindada mejor que alarma en un piso
Los ladrones de viviendas no solo fijan sus objetivos en chalés o casas del rural. En el casco urbano y distintos barrios de Vigo falsas turistas croatas se emplearon a fondo el pasado mes de julio para vigilar y marcar los pisos donde creían que encontrarían dinero y joyas. Controlaban a los inquilinos y esperaban que salieran de los domicilios para alertar al resto de la banda. En cuestión de minutos asaltaban el domicilio.
Los expertos en seguridad advierten que una alarma en un piso es inútil si no cuenta con una buena puerta blindada. La mayoría de los bombillos, advierten los expertos, son fácilmente accesibles, pues son antiguos y con cualquier herramienta se hacen saltar los pistones fácilmente. Eso es el bumping: basta con introducir una llave en la cerradura y golpearla con un objeto para separar los pistones de los contrapistones, liberando así el giro de la llave. Para ello hay hasta tutoriales en internet.
La fractura de una ventana o el uso de una palanca para forzar la puerta, así como el método del resbalón –usar una tarjeta para quitar el pestillo– siguen siendo métodos clásicos. Para poner más difícil las cosas a los ladrones, estos son los consejos de la Policía Nacional:
Deben ser colocadas en plano horizontal y en lugares con buena iluminación. Nunca a contraluz. Las ventanas más seguras son las de tipo oscilo-batientes. En ventanas de hojas deslizantes o persianas, se pueden instalar cerrojos especiales.
Se recomiendan este tipo de puertas de seguridad en viviendas, trasteros o zonas comunitarias, así como bombines “precortados” o antibumping. Otro facto de seguridad es una llave en el ascensor para acceder a los trasteros o garajes, pues hace más seguro el acceso a ellos.
Los escudos permiten esconder la marca del bombín y de esta forma la protegen. También conviene dotar a las puertas de acceso de portales y viviendas recuperadores y retenedores que aseguran que se cierren siempre correctamente.
Este sistema facilita la apertura y el cierre de la puerta sin necesidad de llave en el interior. Los bombines con doble embrague permiten abrir la puerta desde fuera, incluso cuando está puesta la llave en el interior.
Las fuerzas de seguridad recomiendan consultar a profesionales de seguridad y usar productos con calidad certificada.
