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Las dos caras de la AP-9: hacia Rande, saturada; hacia Tui, vacía.

El coste de la AP-9 vacía el vial de Tui y satura la autovía, que soporta nueve veces más tráfico

Quien quiera circular entre Vigo y Tui por carreteras de alta capacidad tiene dos opciones: la AP-9 y la A-55. El primero es un vial infrautilizado, sin apenas camiones y un volumen de tráfico que en su punto más concurrido no llega ni a la décima parte del que registra Rande, por ejemplo. El segundo es un tramo saturado, con miles de conductores a diario, un intenso flujo de camiones y un grave problema de siniestralidad vial que –año tras año– lo hace destacar en los estudios sobre accidentalidad elaborados a nivel estatal.

En el tramo comprendido entre As Gándaras y el nudo de Tui, la A-55 registraba 43.800 vehículos diarios hace dos años frente a 5.000 en la autopista | El peaje, de 2,8 euros, carga una autovía marcada por la siniestralidad

La situación de la autovía A-55 y la autopista AP-9 no podría ser más diferente en el tramo comprendido entre Vigo y Tui. Y no podría serlo, curiosamente, a pesar de que ambas circulan prácticamente en paralelo durante parte de su recorrido, hasta entroncar en la villa tudense y seguir hacia Portugal. Entre una y otra hay, eso sí, una diferencia de calado que explica todas las demás: la A-55 es gratuita; el tramo Vigo-Tui no, está penalizado con un peaje que cuesta 2,8 euros para los coches y 5,6 o 6,1 para los camiones, en función de su tamaño.

El gravamen que Audasa cobra en el ramal sur de la Autopista del Atlántico lo mantiene infrautilizado y lo anula como alternativa capaz de aliviar la A-55. Lo reflejan los balances que elabora desde hace años el Ministerio de Transportes y acaba de ratificarlo el último mapa de aforos que ha publicado el departamento de José Luis Ábalos con datos de 2019.

El coste de la AP-9 vacía el vial de Tui y satura la autovía, que soporta nueve veces más tráfico

En el trecho comprendido entre As Gándaras y la unión de ambos viales, en Tui, entre los puntos kilométricos 170 y 177, la AP-9 registraba hace dos años una media de 5.040 vehículos diarios. El dato en el recorrido equivalente de la A-55 –PK. 18-26, desde la rotonda del polígono de A Granxa y el entronque– es de 43.851. Conclusión: la autovía soporta casi nueve veces más tráfico que la alternativa de pago.

La desproporción se suaviza algo más al norte, en el otro trecho contabilizado en el mapa de Transportes. En el sector comprendido entre la confluencia con la AG-57 y el engarce con el área industrial de Porriño, la AP-9 anota una media de 9.023 vehículos diarios; cuatro veces menos que los 35.709 contabilizados en la A-55 entre el enlace con la A-52 y As Gándaras. El dato de la autovía se dispara incluso hasta los 66.147 conductores antes de empalmar con la A-52 (Autovía Rías Baixas), el vial al que se dirige y del que desembocan todos los vehículos que circulan entre la comarca, Ourense y el centro de la meseta.

Aunque los datos que acaba de publicar Transportes son de 2019 y no reflejan aún el impacto del COVID, que ha zarandeado la movilidad, tanto la de particulares como la generada por la economía y el ocio, las cifras sí permiten detectar tendencias. Una de ellas es que el desequilibro A-55 y AP-9 se enquista. La diferencia entre ambos viales es más o menos la misma que se constataba en 2018 en la zona norte; si bien bajó algo en la sur a causa de un ligero descenso de tráfico en la A-55. Otra tendencia clara es que los transportistas huyen del impacto del peaje. Antes de entroncar en Tui la autopista anotaba en 2019 una media de 449 vehículos pesados por jornada; bastante lejos de los 4.420 de la autovía.

Las cifras dejan también negro sobre blanco que cuando hay una alternativa real y gratuita, los conductores la anteponen a la AP-9. Los 5.050 usuarios de la AP-9 en Tui contrastan con la masificación de Rande o los 30.000 entre O Morrazo y las cercanías de Pontevedra.

El coste de la AP-9 vacía el vial de Tui y satura la autovía, que soporta nueve veces más tráfico

El coste de la AP-9 vacía el vial de Tui y satura la autovía, que soporta nueve veces más tráfico Simón Espinosa

La autovía do Morrazo inicia el año con 1.400 coches menos al día

Las restricciones a la movilidad decretadas por la Xunta durante los dos primeros meses del año como consecuencia de la tercera ola de la pandemia de COVID-19 se reflejaron de forma clara en el tráfico que soportó día a día la Autovía do Morrazo, como principal vía de comunicación entre la comarca y la AP-9 que enlaza directamente con Vigo y con el resto de ciudades gallegas. Así, en enero y febrero la Intensidad Media Diaria (IMD) de vehículos en la Autovía fue de 10.360 coches en el caso de enero y de 10.837 en el de febrero, esto supuso el paso de unos 4.100 coches menos cada jornada con respecto a los primeros dos meses del año 2020, antes del comienzo del primer confinamiento por la crisis sanitaria. En concreto, el pasado mes de enero circularon por la Autovía 10.360 coches cada día, por los 14.421 de hace un año (4.118 menos). En febrero el tráfico aumentó ligeramente hasta los 10.837 coches diarios este año, por los 14.852 de hace un año (con una caída de 4.115). Estas bajadas son similares también en los dos tramos de vía rápida: entre la salida de Cangas y la rotonda de A Rúa y entre la misma salida de Cangas y la rotonda de Aldán. El primer tramo registró menos de 5.000 coches diarios y el segundo apenas unos 3.000. Se espera que en marzo, con la relajación poco a poco de las restricciones, la circulación vuelva a acercarse a valores normales. Esta intensidad media del tráfico en la Autovía de O Morrazo se suma a los datos ofrecidos por FARO la semana pasada sobre todo el año 2020. Reflejaban que la pandemia había retirado casi 2.000 vehículos diarios de la Autovía a lo largo del pasado ejercicio, con caídas muy sensibles sobre todo los fines de semana. La media de los domingos se mantuvo por debajo de los 10.000 coches al día.

La contaminación acústica de Teis, agravada por el transporte pesado

Para muchos de los vecinos de Teis y Chapela los miles de coches que entran y salen de Vigo a través de la AP-9 –entre 57.200 y 65.600, según los últimos datos de Transportes– son algo más que cifras en un mapa de aforos: se traducen en un zumbido constante que se cuela directamente en sus casas desde la autopista. Las asociaciones vecinales llevan años insistiendo en el grave problema de contaminación acústica que padecen por la proximidad de la AP-9, que atraviesa ambas, y reclamando la instalación de pantallas acústicas que minimicen el problema.

De momento Audasa no ha instalado ninguna aún. La única medida adoptada en los últimos años para atajar el ruido es la fijación de un asfalto especial. Ni un solo metro de valla ni barrera especial. Y eso, a pesar de que el ministerio tiene también informes oficiales desde hace años que recalcan la gravedad del problema. Además de la intensidad del flujo de vehículos, los mapas elaborados por Transportes reflejan otro problema que soportan los vecinos de Teis y Chapela: el intenso tránsito de camiones que se registra en el acceso de la AP-9. Según su última publicación, casi el 5% de los 57.200 vehículos que circulan de media cada jornada por el acceso olívico se consideraba transporte pesado. En el caso de Chapela y el trecho más próximo a Rande el porcentaje se eleva incluso hasta rozar el 7% del total.

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