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El circuito proyectado por CTAG para el vehículo autónomo en la Plisan optará a fondos europeos

Zona Franca, Xunta y Puerto apartan sus diferencias para impulsar un proyecto que transformará la industria gallega del automóvil

Vista del circuito para coches autónomos de Teqmo, en el que participan PSA y Renault.

“Es el momento”. Xunta, Zona Franca y Puerto han apartado sus diferencias sobre uno de los proyectos llamados a marcar un antes y un después en la industria gallega del automóvil: el circuito de alta velocidad para pruebas del coche autónomo que impulsa el Centro Tecnológico de la Automoción (CTAG) al lado de la Plisan, en As Neves. Las tres instituciones, como promotoras y propietarias de los terrenos del puerto seco, han acordado en la última reunión de la Comisión de Seguimiento de la Plisan reactivar este proyecto para que pueda optar a ayudas del fondo europeo de recuperación de la pandemia, por su capacidad de transformación de un sector clave para la economía gallega como el auto. El circuito, tal y como fue concebido por el CTAG, tendría más de 10 kilómetros de pistas e instalaciones para laboratorios y oficinas, con un coste –sin tener en cuenta el suelo– de unos 22,5 millones de euros que el Consorcio que pilota David Regades ya avanzó que estaría dispuesto a financiar.

El escollo, de nuevo en la Plisan, son los terrenos. La zona estudiada para la actuación ocupa aproximadamente un millón de metros cuadrados en el término municipal de As Neves y había sido eliminada del macroproyecto del puerto seco de Salvaterra-As Neves a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo ya que se habían visto afectadas áreas de suelo urbano de especial protección forestal, lo que obligó a modificar en 2011 el plan sectorial para darle salida a los otros 3 millones de metros cuadrados. Tras esa escisión de la Plisan, el ordenamiento que rige en ese millón de metros cuadrados es el del municipio nevense. La solución puesta sobre la mesa por la Zona Franca, en colaboración con la corporación local, es la de acometer una modificación puntual del Plan Xeral del municipio para blindar jurídicamente los terrenos, una alternativa que tanto Xunta como Puerto están dispuestos a estudiar, aunque habría otras. De hecho, en la reunión de la Comisión de Seguimiento se acordó trasladar a la Comisión Técnica la evaluación de las distintas opciones sobre la mesa con el objetivo de proteger este desarrollo.

Coche autónomo en Vigo: así son las instalaciones del CTAG donde se prueba

Coche autónomo en Vigo: así son las instalaciones del CTAG donde se prueba

Otra de las diferencias entre los promotores era el precio al que el Consorcio está dispuesto a comprar los terrenos, cuestión en la que discrepaba sobre todo la Autoridad Portuaria viguesa, que recalcó en varias ocasiones que nunca vendería por debajo del precio de coste, aunque ahora desde Praza da Estrela reconocen que hay opciones de llegar a un acuerdo. Zona Franca, Puerto y Xunta coinciden en que el proyecto tiene un carácter estratégico y de región –como también reconoció en su momento el Grupo PSA– y que reúne todas las condiciones para recibir financiación del fondo europeo para la recuperación por la pandemia del Covid-19. Fuentes del Gobierno gallego consultadas por FARO avanzaron que el circuito formará parte de la remesa de proyectos que Galicia planteará a Bruselas para captar fondos de las distintas líneas de ayudas habilitadas.

El CTAG suma fuerzas con Zona Franca para las pistas de ensayo del coche autónomo en la Plisan Alba Villar

El CTAG usa la actualidad un pequeño circuito en sus instalaciones en Porriño para pruebas y validaciones, pero para sus investigaciones a más de 30 kilómetros por hora los técnicos tienen que desplazarse a la pista Vasco Sameiro, en Braga (Portugal), ya que la gallega carece del tamaño suficiente para superar esa velocidad. El proyecto que el centro tecnológico ha puesto sobre la mesa a Zona Franca, Xunta y Puerto de Vigo es rescatar ese millón de metros cuadrados en desuso del puerto seco, a apenas 20 kilómetros de la sede del CTAG, para poner en marcha un complejo único para desarrollar este tipo de trabajos, una infraestructura que, confía, atraiga a multinacionales y contribuya a reforzar al sector en la carrera por el coche autónomo, conectado y eléctrico.

El CTAG proyecta en la Plisan un circuito de alta velocidad para probar el vehículo autónomo

De ejecutarse, el circuito, bautizado como ATLAN-TRACK, representaría una de las mayores inversiones de los últimos años en el sector, todo con el objetivo de mantener a Galicia como uno de los polos de innovación del vehículo autónomo a nivel mundial. Según el proyecto, la inversión se ejecutaría en dos fases: una primera, que incluiría la adecuación de los terrenos, el asfaltado, los cierres perimetrales, las principales edificaciones (laboratorios y boxes) y el equipamiento, de 18 millones de euros; y una segunda, con la instalación de un túnel ADAS (siglas en inglés de Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción) y dos laboratorios sobre la movilidad del futuro, que suma otros 4,5 millones de euros. En total, 22,5 millones de euros. A esa cifra hay que añadirle el coste de los terrenos, en manos de Xunta, Zona Franca y Puerto. El Consorcio ya planteó su disposición a adquirir los terrenos al resto de socios a un precio competitivo y a sufragar el proyecto.

Prueba de un coche autónomo en el CTAG

Prueba de un coche autónomo en el CTAG

1 Una iniciativa que fue concebida por CTAG

El proyecto para crear un circuito de alta velocidad para pruebas del coche autónomo parte del Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia.

2 La Plisan, el enclave elegido para ubicarlo

El enclave seleccionado para el proyecto es la Plisan, en concreto, el millón de m2 de suelo que quedó fuera del polígono por una sentencia.

3 Los tres promotores, ahora alineados

Los promotores de la Plisan han apartado sus diferencias para impulsar este proyecto estratégico para la industria gallega de la automoción.

En cuanto a servicios, el complejo contaría con 10 kilómetros de pistas distribuidas por zonas que simulan distintos entornos de conducción, como autopistas (4 carriles, 3 km), área rural (3,5 km), túnel rural (80 metros), zonas multipropósito ADAS/AD (carril de 900 m), etc. También se proyectan laboratorios, un edificio central, auditorio y un parking general de 140 plazas. Pese a lo elevado de la inversión, 22,5 millones de euros, el CTAG confía en la viabilidad del proyecto, para el que estima que esté generando ingresos por encima de los 3 millones de euros anuales a partir del cuarto año en funcionamiento de las instalaciones, que además de para uso de pruebas y validaciones se podría utilizar para eventos deportivos y actividades de formación vial, como ya adelantó este periódico. El centro tecnológico también espera un impacto positivo en empleo con ATLAN-TRACK, que podría suponer la creación de un centenar de puestos cualificados a medio plazo.

Vista del circuito para coches autónomos de Teqmo, en el que participan PSA y Renault.

FRANCIA INAUGURÓ UNAS INSTALACIONES SIMILARES YA EL AÑO PASADO EN LAS QUE PSA Y RENAULT PARTICIPAN COMO SOCIOS


Un circuito de pruebas de alta velocidad para el coche autónomo no es un proyecto baladí, ni un capricho, y buena prueba de ello es que las dos principales potencias automovilísticas en Europa, Alemania y Francia, han inaugurado instalaciones similares en los últimos dos años. En el caso francés, con los fabricantes PSA y Renault-Nissan como socios. En Galicia, la multinacional que dirige Carlos Tavares ya dejó claro –como recogió este periódico– que el circuito previsto en los terrenos desligados de la Plisan no serán para uso propio –PSA tiene sus propias pistas de pruebas, tanto para prototipos como para el rodaje de coches en producción–, pero que considera que es un proyecto “de región para mantener al sector gallego de la automoción en vanguardia”. “El desarrollo de vehículos que respondan a las nuevas formas de movilidad va a requerir en los próximos años instalaciones de este tipo”, argumentan fuentes de la factoría, que entienden que se trata de un “proyecto de región importante para que Galicia mantenga una posición de vanguardia en el sector del automóvil”. Sí participa Grupo PSA en Linas-Montlhéry, un circuito francés concebido en origen como pista para la celebración de carreras y que cayó en desuso hasta que la compañía Utac Ceram lo transformó en centro para pruebas del coche autónomo, rebautizándolo entonces como Teqmo. Estas instalaciones cuentan con 12 kilómetros de trazado en los que se simulan distintos entornos de conducción. Otro país que está apostando fuerte por este tipo de infraestructuras es Hungría, donde el Gobierno inauguró recientemente un complejo (ZalaZone) similar al proyectado por CTAG en el puerto seco con una inversión astronómica: más de 140 millones de euros. El coche autónomo ya es una realidad, no en su grado más avanzado (sin conductor), pero sí en fases intermedias (algunos vehículos ya circulan solos por viales adaptados o autopistas), y la previsión que maneja el sector es que esta tecnología continúe desarrollándose en los próximos años.

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