El proyecto de ampliación del Parque Tecnológico y Logístico (PTL) de Valladares supera su último escollo normativo. El Consorcio de la Zona Franca tiene listo desde hace meses el proyecto y muy avanzadas las negociaciones con importantes multinacionales interesadas en instalarse en el municipio. La actuación estaba tan solo pendiente de que la Consellería de Medio Ambiente modifiquese una disposición del plan sectorial de ordenación de áreas empresariales de Galicia relativa a los requisitos exigidos para la ampliación de parques y tras la aprobación realizada ayer por el Consello de la Xunta ya se puede retomar la aprobación del proyecto. El objetivo de Zona Franca es agilizar los trámites "al máximo" para lograr aval urbanístico en medio año e iniciar la obra a finales de 2019 o principios de 2020.

"No vamos a perder ni un solo día. Hoy mismo remitiremos el plan sectorial al Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS)", afirmaba ayer el nuevo delegado estatal, David Regades, muy satisfecho por la "grandísima noticia" que este desbloqueo supone para la economía de toda la comarca. "Hoy está más cerca la llegada de Ikea al área de Vigo y la construcción de un parque moderno y sostenible del siglo XXI que queremos convertir en todo un referente empresarial y también urbanístico", avanzaba respecto a las características de la esperada actuación.

Las cuentas del consorcio cifran en 36 millones de euros la inversión necesaria para desarrollar el planeamiento, la adquisición de todos los terrenos -una parte ya está comprada- y la urbanización de las zonas comunes, a los que habría que sumar otros 20 millones de euros para construir las naves. La inversión total que recibirá la zona de Valladares se elevará hasta alrededor de 75 millones al sumar a estas grandes cifras los recursos que luego tendrán que movilizar las firmas que se implanten en la futura superficie terciaria.

La intención del proyecto es "suplir la carencia endémica de suelo empresarial de calidad" en el área de Vigo, tal y como figura en el documento sometido a evaluación ambiental estratégica a finales del pasado ejercicio y que tan solo estaba pendiente de la actualización del plan empresarial gallego materializada ayer. Zona Franca modificó ligeramente la delimitación del ámbito para ejecutar "una propuesta más coherente desde el punto de vista formal, funcional y de sostenibilidad", dejándolo en 252.484 metros cuadrados de los que se comercializarán 153.216, reservando el resto para viales, equipamientos y servicios complementarios que conviertan el nuevo PTL "en una zona de compras pero también de esparcimiento", defendía ayer Regades, que avanza conexiones peatonales con las naves ya desarrolladas en la primera fase, un tramo de carril bici, la restauración de un antiguo molino o una senda peatonal para facilitar la llegada al Hospital Álvaro Cunqueiro.

Un parque "amable"

"Será un parque amable, integrado en el entorno y para el que además mejoraremos los accesos desde la VG-20. Es una actuación muy demandada por Vigo", defendía tras recibir el plácet autonómico que desbloquea la actuación más importante del Consorcio a medio plazo y cuya ejecución se prolongará durante unos tres años. En la justificación del proyecto, el Consorcio resalta la "posición estratégica" del polígono y su objetivo de configurar, debido a la proximidad con el Cunqueiro y la Universidad de Vigo, "un punto inteligente del territorio" entre Beade y Valladares que aglutine "innovación, pensamiento, estudio, investigación y desarrollo".

El suelo a desarrollar se divide en tres grandes parcelas: la primera, de 117.000 metros cuadrados es donde se ubicará el parque comercial, mientras que la segunda y la tercera de 24.000 y 11.000 m(2), respectivamente, se destinarán a servicios complementarios. Incidiendo en esa búsqueda de un diseño integrado y coherente, Zona Franca realizó una modificación de la superficie de la ampliación para suprimir en su última versión pequeñas bolsas de suelo cuyo desarrollo no se considera ahora necesario al tiempo que se incorporaron otras de mayor tamaño bajo el segundo cinturón que harán la actuación más "continua" además de facilitar la creación de parcelas suficientemente amplias para permitir la llegada de gigantes como la multinacional sueca de muebles Ikea, con la que se han mantenido reiteradas conversaciones en los últimos meses y que está interesada en ubicar en Valladares su primera tienda en el sur de la comunidad.

En términos generales, los retoques realizados en el diseño de la nueva fase del parque suponen dejar sin desarrollar las fincas separadas del actual Parque Tecnológico y Logístico por la VG-20 y que quedarían incomunicadas del actual parque o aquellas que tienen una orografía complicada o una importante masa forestal que habría que retirar. Según figura en el documento enviado para someterlo a evaluación ambiental, se trata de agilizar el trabajo y rebajar costes.

El mismo cambio legal que desbloquea la inversión de Zona Franca en Valladares permitirá también el desarrollo o ampliación de los parques de Palas de Rei, As Encrobas (Cerceda), Erzana (Cambre), Seixalbo-Cumial (Ourense), Bueu-Cangas, Moaña y el de Ameal, entre los concellos de Vigo y Redondela. Esta zona de industria espontánea surgida en torno a la carretera de Os Valos al margen del planeamiento urbanístico se consolidó a partir de 2008 como parque empresarial de Ameal ve reducida su superficie en casi 7.000 m(2) porque se encuentran afectados por la zona de servidumbre aeronáutica del aeropuerto de Vigo y resultan incompatibles con los usos previstos en el plan sectorial.

Lo que hizo ayer la Xunta es ajustar los ámbitos recogidos en su plan y delimitar los posibles lugares para desarrollos empresariales futuros con el fin de "adaptarlos a la realidad de cada concellos" y favorecer su implantación.