Pocas causas han concitado una unanimidad tan aplastante en la comarca como la supresión del peaje entre Vigo y Redondela. Vecinos, diferentes colectivos de empresarios, los ayuntamientos de ambos municipios, partidos políticos más allá de colores... han coincidido en la urgencia de suprimir un gravamen que resulta anacrónico por dos razones. Primera, porque grava un vial que en la práctica funciona como circunvalación urbana -es el único tramo de estas características en la AP-9 que mantiene un canon-. Segunda, porque Puerto y operadores de los muelles han alertado del daño que les causa que un vial clave para comunicar zonas ocupadas por la industria portuaria esté penalizado.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguró ayer que había recibido del presidente de la Xunta la encomienda de tratar ese peaje con "cariño". Poco después reconocía que el Gobierno descarta asumirlo con cargo a las arcas del Estado y que la única opción que contempla es compensar a la concesionaria por una hipotética bonificación, parcial o total, mediante la subida de peajes.

Uno de los argumentos esgrimidos por los transportistas para reclamar el fin del canon es que la tasa ya no se cobra en O Morrazo -se aplica el "peaje en la sombra", sufragado ahora en exclusiva por Fomento- mientras se mantiene del otro lado de la ría, antes de usar el puente.