Los secretos mejor guardados de los que superaron los 100 años

Las centenarias gallegas son el triple, pero medio millar de hombres cumplieron cien

El vigués José Iglesias salió a celebrar su santo con 103 años

Modesto López, Eustaquio Pérez y José Iglesias.

Modesto López, Eustaquio Pérez y José Iglesias. / B. / B.L./ R.G.

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Con 103 años recién cumplidos –el día 6 de este mes–, el vigués José Iglesias González no renunció ayer a celebrar la onomástica de San José con su hija, Chelo Iglesias, que cumplirá 76 en abril. Ella reconoce que aparcó a unos doscientos metros del restaurante de Peinador que visitaron para que su padre “estirase un poco las piernas”. “La semana pasada tuvo un herpes, pero eso no le privó de salir... Estamos los dos solos en la vida desde que mi madre murió hace ya trece años, pero me dedico enteramente a él, mantenemos la huerta y casi todas las tardes vamos de furancho”, comenta animada la única descendiente de este trabajador jubilado de Barreras al que muchos compañeros conocían como “Pepe cara manchada”. De hecho, en esta frase resumía parte de su filosofía: “Hay que tener buen humor, ser agradecido y cuando llegan los problemas ponerles la proa. Eso me lo enseñaron los capitanes de los barcos. En la mar, con un gran temporal, para salvarse solo pueden poner la proa a la ola, es decir, hacerles frente”. “Él está muy bien de la cabecita, yo leo mucho también y mi padre sabe perfectamente quién es quién en la política... y en el fútbol”, completaba Chelo debido a la baja audición de su padre. Tampoco faltó este año, como ya es “tradición desde la pandemia” que niños y vecinos acudieran a la puerta de su casa en Cabral a cantarle del cumpleaños feliz.

Los hombres centenarios aún son una tercera parte de las mujeres que llegan a los cien años, pero existen (y muchos) vecinos longevos en Galicia. FARO ha recopilado el testimonio de algunos de ellos, para acercar las claves de una vida que arrancó hace más de un siglo.

Desde Lalín, Modesto López Currás, que acaba de celebrar los 100 años con un homenaje de vecinos y familiares a finales de 2023, se hizo más popular por una publicación que documenta su testimonio sobre el hallazgo de una piedra de oro en el Castro de Cotarelo, “22 gramos de ouro”. El vecino, que goza de buena salud y camina “aún va a dar paseos”, reconocía ayer su sobrina y cuidadora Luisa. También, que después de una vida llena de trabajos físicos, sobre todo en el campo, el anciano no ha perdido el apetito. “Sigue comiendo todo lo que se hace en casa, nada le hace daño”, asegura. Eso sí, el caldo es su plato predilecto, confiesan. Y su momento preferido, cuando sus nietos o bisnietas cruzan el umbral de la casa.

Por último y desde el interior de Ourense, Eustaquio Pérez, que sale todos los días a trabajar con el ganado. Tiene 102 años. “Mi vida es trabajar. Me levanto muy pronto, desayuno y después ya cuando se hace de día bajo a la cuadra y saco a las ovejas”, explica desde Quintela de Leirado.

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