Galicia recurre a ahorros para pagar 80 millones en sueldos y fármacos

Utiliza fondos sin gastar del año pasado para financiar una subida salarial del 0,5% a su plantilla por el IPC y material sanitario

Farmacia hospitalaria del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo

Farmacia hospitalaria del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo / Marta G. Brea

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Las facturas de medicamentos y productos sanitarios como prótesis, gasas, jeringuillas o catéteres y el abono de un 0,5% de subida salarial a la plantilla de sus entes instrumentales para compensar el incremento de precios, acorde con una decisión del Gobierno central, amenazaban con descuadrar las cuentas de la Xunta el pasado noviembre. Ese mes, el Ejecutivo recurrió a 79,5 millones de euros para financiar ambas medidas, así como la compra de acciones de la futura sociedad para explotar recursos naturales, ninguna de las cuales contaba con financiación en los presupuestos.

Esas modificaciones en la contabilidad autonómica se tramitaron entre los días 6 y 14 del citado mes de noviembre, uno antes del último del ejercicio, en el que la Xunta suele reordenar sus cuentas para cubrir gastos que, en opinión del Consello de Contas, suelen ser previsibles, abusando, según este organismo, del recurro al fondo de imprevistos.

En diciembre de 2022, solo la Consellería de Sanidade necesitó 400 millones de euros procedentes de otras consellerías para pagar salarios de sus sanitarios (guardias y sustituciones) y medicamentos y material sanitario. Esos recursos supusieron un 52% más de capital que los necesarios en diciembre de 2021, como publicó FARO.

En noviembre pasado, la Xunta presidida por Alfonso Rueda volvió a necesitar una operación similar, recurriendo a parte de los remanentes del año pasado, es decir, de fondos presupuestados para aplicar medidas que finalmente no se acometieron. Por tanto, la medida reordena sus recursos, pero no supone un gasto añadido al balance general de la administración.

La Xunta llegó al pasado noviembre con 329 millones de remanentes y mediante tres modificaciones presupuestarias autorizadas por la Consellería de Facenda, dirigida por Miguel Corgo, acometió tres operaciones con las que detrajo casi 80 millones para cubrir necesidades de gasto. La mayor parte –50 millones– se destinaron a pagar material sanitario y fármacos, un capítulo que siempre sobrepasa los cálculos presupuestarios del Ejecutivo, que alega la dificultad para atinar con la previsión de su desembolso.

Otros 24,9 millones fueron usados para pagar un 0,5% de incremento salarial a la plantilla pública, en concreto a la de los entes instrumentales. El Gobierno central fijó una subida de sueldo para los empleados de las administraciones de un 2,5% el año pasado, pero condicionó otro medio punto adicional a la evolución del índice de precios al consumo (IPC). Al superar el 6%, se debía aplicar en la nómina de octubre con carácter retroactivo. Para abonar esa cantidad a los empleados de la administración paralela, fue necesario recurrir a esta operación contable, igual que para destinar 4,5 a la participación en la sociedad mixta que intervendrá en la explotación de los recursos naturales de la comunidad.

El Consello de Contas critica de manera recurrente el abuso del recurso al fondo de imprevisto para modificar las cuentas anuales de manera excesiva. “La finalidad para la que se dota [el fondo de contingencia] está fundamentada en la cobertura de necesidades, de carácter no discrecional, no previstas en el presupuesto inicial. Sin embargo, se destina a gastos que se pueden estimar inicialmente, situación que se presenta con carácter recurrente, como se puso de manifiesto en informes precedentes”, añade el organismo fiscalizador en su informe sobre el servicio sanitario gallego correspondiente a 2020, el último que publicado.

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