El alza de la vivienda fuerza al 10% de hogares a un “sobreesfuerzo” para pagarla

“La escalada incesante de los precios de la vivienda y la pérdida de poder adquisitivo de muchos hogares en un contexto inflacionista está ahogando a muchos hogares”. Con esta contundencia, la asociación Provivienda alerta de que acceder a un techo sobre el que guarecerse se está convirtiendo en uno de los principales factores de exclusión social, problema agudizado por la escalada de precios, tanto de hipotecas como de alquileres, y las repercusiones de la crisis del COVID-19 de 2020. En Galicia, casi 105.000 familias ya se ven obligadas a realizar un “sobreesfuerzo” para pagar esta cuestión, destinando a ello más de un 30% de su salario, sin contar el coste de suministros como luz y gas.

El estudio Prevención y atención de la exclusión residencial. Factores explicativos elaborado recientemente por esta organización, nacida en 1989, pone cifras a este problema, centrándose en esa carga excesiva del coste de la vivienda. Galicia se presenta como uno de los territorios menos problemáticos, pues registra un 9,5% de hogares que realiza ese sobreesfuerzo, según el análisis de la última Encuesta de condiciones de vida del año pasado con cifras de 2021 elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ese porcentaje solo supera al de Aragón (8,5%), Navarra (8,6%) y Extremadura (8,7%) y se sitúa por debajo de la media estatal situada en el 13,8%, y queda lejos de los tres puntos que más problemas generan: Baleares (24,3%) y Canarias (19,9%), afectadas por el impacto del mercado turístico, y Madrid (16,9%).

Se trata de una radiografía del año posterior a la pandemia de COVID, que lastró los ingresos de cientos de familias, y previo al alza del euríbor, el índice que determina el precio de las hipotecas variables, que despegó en 2022 tras seis años en negativo. Aun así, los precios del metro cuadrado sí crecieron ese año, al igual que el coste de los arrendamientos.

La renta media en Galicia cerró 2021 en los 450 euros, según el Instituto Galego de Vivenda e Solo,+ dato que creció a 472 el año pasado y que ahora es de 511, con Vigo y A Coruña por encima del umbral de los 600 euros.

Los problemas de ese casi 10% de familiares gallegas obligadas a destinar más del 30% de sus ingresos a la vivienda contrastan con la tendencia creciente de los hogares que pagan sus pisos o casas al contado, renunciando a una hipoteca e invirtiendo todos sus ahorros. Al cierre de 2021, el 55% de las adquisiciones se realizaban sin necesidad de suscribir un crédito, un porcentaje que ahora ya alcanza el 60%, según estadísticas del Colegio del Notariado.

La crisis de precios ensancha así la diferencia entre las capas sociales que más ahorros poseen y quienes deben dedicar al menos un tercio de sus recursos económicos al alquiler o la hipoteca.

El precio de la vivienda se estanca en el centro de Vigo mientras sigue al alza en el rural

Provivienda destaca que son los inquilinos los más ahogados, aunque en este caso cuenta con una radiografía general de España, sin desglose autonómico. “El 9% de los hogares en propiedad con pagos pendientes hace un sobreesfuerzo para el pago de la vivienda, pero la cifra se eleva al 47,5% en el caso de los hogares en alquiler. Prácticamente, la mitad. Esta brecha por régimen de tenencia se ha agrandado desde 2019, cuando el sobreesfuerzo de propietarios con hipoteca era del 13,6% y de los inquilinos era del 43,3%”, reza el citado informe de Provivienda.

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