El peligro de convertir el coche en un zoológico

Evitar esta práctica tan extendida puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en carretera

Alberto Blanco

Alberto Blanco

Cada día muchos conductores meten en su coche sin saberlo un gallo, un avestruz, un jabalí, un oso e incluso un elefante. Campan a sus anchas por los asientos, la bandeja del maletero o incluso por el salpicadero del turismo. El problema llega cuando el conductor debe que pegar un frenazo. O, en el peor de los casos, cuando tiene una colisión.

Por supuesto, este zoológico es figurado. El gallo puede ser un teléfono móvil; el avestruz, un simple bolso; el jabalí, un ordenador portátil; y un niño en un sistema de retención infantil mal anclado, el temido paquidermo del que la Dirección General de Tráfico (DGT) alerta periódicamente a través de sus redes sociales. Se trata del peligroso "efecto elefante".

¿Qué es el "efecto elefante?

Cuando en el coche van elementos sueltos, la velocidad a la que salen despedidos y la fuerza con la que golpean cuando hay una frenada se multiplica. El riesgo es de tal magnitud que el golpe que podría recibir el conductor o el acompañante de un pasajero que fuera atrás sin cinto de seguridad o con una silla de bebé mal anclada podría equivaler al peso de un elefante: 4,2 toneladas. Bajo estas líneas puedes consultar el gráfico de la DGT y por cuánto se multiplica el peso de multitud de objeto que llevamos sueltos en el vehículo.

El título de "efecto elefante" se tomó de una popular campaña de tráfico de Francia cuyo lema era claro: "No viaje con un elefante en el asiento trasero"

"No viaje con un elefante en el asiento trasero", rezaba una antigua campaña de tráfico francesa

Periódicamente la Dirección General de Tráfico alerta de este y otros efectos a través de sus redes sociales. También son continuas sus campañas para insistir en la necesidad de abrocharse el cinturón de seguridad. Se trata de uno de los medios más efectivos para prevenir muertes y lesiones graves en carretera. Pero lo importante no solo es que lo lleve el piloto. Si algún otro pasajero no lo lleva, el elefante continuará dentro del coche.

A modo de ejemplo, a 60 km/h, un pasajero que pese 75 kilos golpearía el asiento delantero con una fuerza equivalente a 4,2 toneladas, el peso medio de un elefante.

¿Me pueden multar?

Llevar este zoológico figurado dentro del coche no solo es un peligro, sino que también puede acabar en multa. El artículo 14 del Reglamento General de Circulación recoge que: "la carga transportada en un vehículo, así como los accesorios que se utilicen para su acondicionamiento o protección, deben estar dispuestos y, si fuera necesario, sujetos de tal forma que no puedan: arrastrar, caer total o parcialmente o desplazarse de manera peligrosa; comprometer la estabilidad del vehículo; producir ruido, polvo u otras molestias que puedan ser evitadas y ocultar los dispositivos de alumbrado o de señalización luminosa, las placas o distintivos obligatorios y las advertencias manuales de sus conductores".

Si un agente considera que la carga que se transporta no está bien sujeta y puede ser peligrosa, la multa sería de 200 euros.