La Xunta consensuará con la comunidad educativa hasta dónde prohibir los móviles a los menores

En Galicia ya se prohíbe su uso durante las clases, salvo por motivos didácticos, pero Sanidade es partidaria de ampliar esa restricción

Un menor utiliza su móvil a la salida del instituto.

Un menor utiliza su móvil a la salida del instituto. / DAVID CASTRO

Paula Pérez

Paula Pérez

“Si me preguntaran hace cuatro años hasta le podría dar una opinión como padre del uso de los móviles. Ahora mis hijas ya son mayores”, reflexionó Alfonso Rueda este jueves tras el Consello de la Xunta, en relación a la decisión avanzada por el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesañana, de ampliar las restricciones al uso del móvil en los colegios.

Rueda señala que hay “una tendencia mayoritaria a que debe regularse y no permitirse el uso del móvil al libre albedrío”.

En Galicia ya se prohíbe su uso durante las clases, salvo por motivos didácticos, pero Sanidade es partidaria de ampliar esa restricción, lo que podría afectar, por ejemplo, a los recreos.

“Está sobre la mesa”, confirmó Rueda, que aclaró que, en todo caso, esa regulación debe consensuarse con la comunidad educativa y las familias. “Hasta dónde debe llegar la prohibición es algo que deberíamos hablar y ver si se debería prohibir de forma más taxativa”, apuntó el presidente.

Rueda se refirió también a la decisión del Tribunal Constitucional de admitir a trámite el recurso contra la Lei do Litoral. Según dijo, afecta solo al 15,5 por ciento de la norma. Y denunció que es “un recurso político con intención de perjudicar a Galicia”. Además volvió a enfriar la posibilidad de un adelanto electoral en Galicia al asegurar que la situación política estatal le “reafirma” en la necesidad de “aislar” a la comunidad del “desgobierno” estatal.

Siete nuevas patologías tendrán tiempos máximos de espera

La Consellería de Sanidade incluye siete nuevas patologías en el grupo de dolencias sujetas al decreto de tiempos máximos de espera. Esta norma establece que las consultas con el especialista serán antes de 45 días y las intervenciones en un plazo máximo de dos meses. Si el Sergas no puede garantizar estos plazos deberá financiar la asistencia al paciente en la privada.

En la actualidad hay 108 patologías amparadas ya por estos tiempos máximos de espera. Se sumarán ahora otras siete: la neoplasia maligna de útero, la displasia de cuello uterino y cuatro tipos de linfoma (Hodking, folicular, linfoma no folicular y linfoma de células T/NK maduras).

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Dos de las siete residencias financiadas por la Fundación Amancio Ortega y cedidas a la Xunta empezarán a funcionar en el primer trimestre de 2024. La de Santiago ya está finalizada y la de Lugo lo estará en breve. Estos centros pasarán a manos de la Administración autonómica, pero el Gobierno gallego no los gestionará directamente sino que los cederá a entidades de iniciativa social.

Desde los sindicatos se ha criticado a la Xunta por privatizar la gestión de estos centros. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, explicó que efectivamente se sacará a concurso su gestión pero estará reservada para entidades sociales. El contrato será por dos años, prorrogable un año más, y el presupuesto total será de 10,9 millones de euros. “Las plazas seguirán siendo públicas”, defendió Rueda.

La apertura de estos dos nuevos centros permitirá ampliar el número de plazas disponibles en 240.