Nueva expedición oceanográfica para ampliar las fronteras submarinas al oeste de Galicia

Investigadores llevarán la actualización de los mapas bajo el mar ante la ONU como argumento para sumar otros 15.000 kilómetros

Algunos de los miembros de la expedición que hoy parte de Vigo.

Algunos de los miembros de la expedición que hoy parte de Vigo. / Alba Villar

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Galicia puede aumentar sus fronteras debajo del mar. Tanto como la extensión de otra Galicia, pero en el lecho submarino. Una expedición científica a bordo del buque oceanográfico 'Sarmiento de Gamboa' realizará desde hoy y durante los próximos diez días con “la última tecnología disponible” una completa “radiografía” de esa dimensión a nivel cartográfico; un estudio con el que pretenden avalar la ampliación de la plataforma continental española al oeste de Galicia.

Tras ser preaprobada por la ONU en una extensión de unos 20.000 kilómetros cuadrados durante este año, tal y como avanza el coordinador de la comisión del proyecto de ampliación de la Plataforma Continental española, Luis Somoza, ahora se pretende sumar otros 15.000 kilómetros más.

La expedición, integrada por investigadores e investigadoras, técnicas y técnicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) –integrado en la Agencia estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)– y de la Unidad de Tecnología Marina, así como del Instituto Español de Oceanografía, también del CSIC y del Instituto Hidrográfico de la Marina Armada (IHM), que depende del Ministerio de Defensa, partirá este jueves de Vigo, donde tiene sede el buque del CSIC 'Sarmiento de Gamboa'. “Haremos un estudio complementario más allá de las 200 millas náuticas y lo llevaremos a Nueva York en noviembre como argumento científico”, explica Somoza sobre el trámite que le llevará a viajar a la sede de las Naciones Unidas el próximo mes.

Las Naciones Unidas preaprobaron la ampliación de unos 20.000 kilómetros, incluido el “importante” monte de Finisterre, que se sitúa al norte del rico Banco de Galicia a finales del año pasado, –fueron unos 74.000 entre cuatro países– pero será en febrero del 2024 cuando se tomen decisiones más avanzadas.

La campaña oceanográfica Breogham, realizada a bordo del buque de Investigación Oceanográfica (BIO) 'Hespérides' de la Armada en el año 2005 constituyó un primer paso, la primera inmersión para la ampliación de la Plataforma Continental española, extendiendo los límites por Galicia. La campaña tomó su nombre de Breogán, el primer dios céltico que comparten Galicia e Irlanda, ya que en aquella expedición participaban también investigadores irlandeses.

Dejó, también, su sello bajo el mar: tras aquella incursión, se bautizó como monte Breogham aquel promontorio submarino ubicado cerca del conocido Banco de Galicia. La revolución tecnológica operada en estos dieciocho años provee hoy de posibilidades semejantes al paso de la televisión en blanco y negro, a la alta definición de la imagen, recalcan científicos consultados. Por eso hay tantas expectativas puestas en esta nueva campaña.

“La singularidad es que vamos a utilizar la tecnología más moderna que tenemos en los barcos del CSIC. Hay que tener en cuenta que la campaña que basamos los datos fue de 2005 a bordo del 'Hespérides' (principal barco oceanográfico con el que cuenta la Armada) pero han pasado 18 años y tenemos que actualizar con las nuevas tecnologías disponibles”, relata Somoza recién llegado a Vigo. “El CSIC ha hecho un gran esfuerzo: especialmente la Unidad de tecnología marina (UTM), que tiene una de sus sedes en Vigo”, destaca. Asimismo, Luis Somoza asegura que “el ministerio de Asuntos Exteriores también se ha dispuesto en coordinación con el Ministerio de Ciencia e Innovación a usar los mayores recursos en tecnología marina para la presentación de ampliación de la Plataforma continental de Galicia”.

La “batalla” por conquistar ese territorio sumergido es silenciosa, sigilosa y muy larga. Como prueba gráfica, reunir los datos para convencer a las Naciones Unidas de que la plataforma continental del área de Galicia pertenece a España ha causado dos campañas específicas a bordo del citado 'Hespérides'–en 2005 y 2008–, y recopilar datos de las campañas de Ministerio de Defensa en la Zona Económica Exclusiva en el 2001 y 2009.

España no es el único país que se ha lanzado a reclamarla; la ONU tiene sobre la mesa más de sesenta solicitudes de distintos países. Estos procesos se iniciaron a raíz de que en los años ochenta la Convención de Naciones Unidas sobre Derechos del Mar incluyera en su artículo 76 que los países ribereños tenían derecho a reclamar una ampliación de las 200 millas náuticas que históricamente les corresponden desde su línea de costa como Zona Económica Exclusiva.

““No buscamos hidrocarburos, sino derechos de protección ambiental” ”

Luis Somoza - Coordinador de la campaña oceanográfica

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“No buscamos hidrocarburos, sino ampliar la soberanía española”, aclara el coordinador de la campaña, Luis Somoza. “Es el Estado es quien puede proceder, luego a resolver las normativas de protección”. el experto ejemplifica con la mayor cobertura, por ejemplo, si el Prestige se hubiera hundido hoy en esa zona.

Otro ejemplo lo constituyen los restos nucleares en la fosa atlántica: “No ganamos solo los derechos de explotación de esa zona, sino su protección a nivel ambiental”, destaca.

Eso sí, la profundidad del mar en la zona va desde los 800 metros hasta los 3.000 o 5.000. “Son zonas muy profundas en las que puede haber recursos, pero lo importante es que sean soberanía del Estado español”, detalla Somoza consultado sobre la sospecha de que en dicha área próxima al margen continental de Galicia podría haber gas.

En 2009 España presentó la propuesta para anexionarse entre 45.000 y 50.000 kilómetros cuadrados al norte de Galicia; una zona al oeste del punto del hundimiento del Prestige, que pasará a ser soberanía del Estado. Los límites submarinos, ahora están fijados en 200 millas náuticas (322 kilómetros), pronto podrían extenderse hasta las 350.

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