Los extranjeros en la ciudad tocan máximos entre una población cada vez más envejecida

El 12% de las personas que viven en Vigo nacieron fuera de España | Casi una cuarta parte de los vecinos tiene más de 64 años mientras desciende el número de niños y jóvenes | Los hogares unipersonales continúan al alza

Un camarero Venezolano que vivie y trabaja en Vigo

Un camarero Venezolano que vivie y trabaja en Vigo / Marta G. Brea

Vigo es una ciudad cada vez más cosmopolita. Ya no es solo que miles de turistas extranjeros vengan cada año en verano o en Navidad, sino que muchos eligen la urbe olívica para asentarse y desarrollar su proyecto de vida. Es lo que se desprende de los últimos datos demográficos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y es que de los 292.374 vecinos que según este organismo están censados en la ciudad, el 12,15% nacieron fuera de España (aunque muchos ya tienen la nacionalidad), un porcentaje que supone el máximo histórico de población extranjera desde que hay registros estadísticos. Sin ir más lejos, en 2016 los foráneos representaban menos del 10% del total de vecinos de Vigo. Además, hay que apuntar que las mujeres que viven en Vigo pero que nacieron fuera superan a los hombres, una tendencia que sí se mantiene históricamente.

Venezuela lidera, con diferencia, el ranking de las comunidades extranjeras con más ciudadanos censados en la ciudad, según el registro del padrón del Instituto Galego de Estatística (IGE) del año pasado, con más de 6.000 vecinos venezolanos. Le sigue Brasil, país con alrededor de 3.000 ciudadanos viviendo en Vigo.

Este fenómeno demográfico marcado por los foráneos se suma a que la ciudad olívica cuenta con una población cada vez más envejecida. El 23,67% de las personas censadas en Vigo tienen 65 años o más, lo que supone también el porcentaje más alto desde que se tienen registros estadísticos. A esto se suma que el volumen de población infantil y joven es cada vez menor: solo un 12% de los vigueses tiene menos de 14 años. Mientras la esperanza de vida sigue al alza gracias a los avances en sanidad, en los dos últimos años ha habido un preocupante desplome de la natalidad.

Cada vez son más las parejas que deciden no tener hijos, tardan más en concebirlos o tienen un número menor que por ejemplo en los años setenta, década en la que se puede considerar que tuvo lugar el último baby boom que marcó un antes y un después a nivel demográfico. Desde entonces, todo ha cambiado: es muy raro ver familias con más de cuatro o cinco hijos.

Todo ello, por tanto, hace que no sorprenda la configuración de la gran mayoría de familias de la ciudad. Según el INE, el tamaño medio de los hogares de Vigo es de 2,5 personas, muchos están formados por parejas sin hijos y otros apuestan por tener un único niño. Pero también es destacable el porcentaje de viviendas formadas por solo un inquilino. De los 114.309 hogares registrados en Vigo, casi el 30% son ya unipersonales, lo que demuestra que cada vez son más las personas que apuestan por vivir solas, sin pareja y sin hijos.

La renta neta media anual de los hogares vigueses ha ido subiendo año a año. Sin embargo, de 2021 a 2022 el incremento ha sido prácticamente imperceptible, pasando de 33.720 a 33.927 euros. El ascenso interanual fue considerablemente mayor en períodos anteriores y, teniendo en cuenta además la situación de inflación y encarecimiento de la vida que están viviendo las familias desde la pandemia, esos 33.927 euros de renta media por cada hogar se antojan insuficientes.

Los foráneos también ganan peso en la economía de Vigo

 Los datos también confirman que en la ciudad olívica cada vez son más los extranjeros que están afiliados a la Seguridad Social o, lo que es lo mismo, que están trabajando.

Según el IGE, la población foránea que está desarrollando actividad laboral en Vigo ha crecido desde 2020 un 20%. La olívica se ha consolidado como la ciudad gallega con un mayor volumen de población extranjera trabajando por delante de A Coruña, Ourense, Lugo, Santiago, Pontevedra y Ferrol. Muchos están apostando además por abrir nuevos negocios: panaderías o restaurantes han abierto recientemente en la ciudad y están regentadas por personas de otros países.

Suscríbete para seguir leyendo