Las empresas gallegas relajan su seguridad frente a ataques y fallos informáticos

El número de compañías que cuentan con medidas de protección descendió un 22 por ciento en dos años

La mitad de las firmas de menos de diez empleados son vulnerables

Un internauta con un ordenador.

Un internauta con un ordenador. / FdV

Paula Pérez

Paula Pérez

Seis de cada diez pymes europeas están abocadas al cierre cuando sufren un ciberataque. Así lo desvelaba recientemente un informe de Google. Y para las que sobreviven a estos incidentes los costes a los que tienen que hacer frente rondan de media los 35.000 euros. Los riesgos, por lo tanto, son elevados. A pesar de ello, las empresas gallegas han relajado sus medidas de seguridad frente a ataques y fallos informáticos. Las firmas protegidas han descendido un 22 por ciento en los dos últimos años. De hecho, la mitad de las pymes con sede en Galicia de menos de 10 empleados no cuenta con ningún sistema de defensa. Entre las más grandes hay un 14 por ciento que también son vulnerables.

Si de algo sirvió la pandemia de COVID en 2020 fue para concienciar sobre la importancia de las nuevas tecnologías. Se disparó el teletrabajo, las transacciones electrónicas, las videoconferencias... Parte de la vida cotidiana se trasladó al plano digital y, con ella, también los delincuentes, pues los ciberataques se dispararon. Las empresas gallegas vieron las orejas al lobo y se blindaron. En 2020 casi el 95 por ciento de las firmas de diez o más empleados contaban con medidas de seguridad frente a incidentes TIC. Entre las de menor tamaño el porcentaje bajaba al 67,5 por ciento.

Sin embargo, pasó la pandemia y las empresas se relajaron, a pesar de que los ciberataques siguen siendo una amenaza. Según los datos del Observatorio da Sociedade da Información e a Modernización de Galicia (Osimga), el 4,4 por ciento de las pymes de menos de diez trabajadores sufrió un incidente de seguridad en 2022 así como el 16,3 por ciento de las de mayor tamaño.

ciberseguridad en empresas

ciberseguridad en empresas / Hugo Barreiro

A pesar de ello, ahora hay casi 25.000 empresas menos protegidas que hace dos años. Si en 2020 casi 110.000 firmas contaban con sistemas de protección, esta cifra descendió ya en 2021 a 89.100 y la caída se confirmó el pasado año al bajar a 85.134. Eso significa que hay unas 74.000 compañías que son vulnerables tanto a delincuentes informáticos como a los daños que puedan sufrir por caídas en sus sistemas informáticos.

Incidencias

Y es que las medidas de seguridad no sirven solo para protegerse frente a ciberataques sino para evitar cualquier fallo TIC en sus sistemas.

Las nuevas tecnologías no son infalibles y cualquier problema puede causar graves perjuicios a las empresas. Así, fallos en el software o hardware dejaron sin servicio a casi 5.000 empresas el pasado año.

Pero no es solo que queden sin servicio y no puedan ejercer su actividad sino que se pueden producir daños irreversibles con la destrucción o corrupción de datos. Esto fue lo que le ocurrió a otras 3.170 firmas gallegas en 2022.

Hackers

A esto hay que sumar los ataques exteriores. Un total de 1.822 empresas gallegas sufrieron ciberataques el pasado año según los datos de Osimga. El 35 por ciento tuvieron que interrumpir su actividad por esta intrusión, otro tercio sufrió destrucción y corrupción de datos y en el resto, un 29 por ciento, se divulgaron datos confidenciales de la compañía.

Estos ciberataques afectaron no solo a firmas grandes, de diez o más empleados (590) sino también a microempresas (1.283). De hecho, las pymes suelen ser objeto preferente de los delincuentes informáticos pues acostumbran a tener menos medidas de seguridad que las grandes y son, por lo tanto, más vulnerables.

Pero también puede ocurrir que, sin las adecuadas medidas de seguridad, los empleados de esa firma, con mala intención o bien por descuido, divulguen datos confidenciales de la empresa. Eso ha ocurrido en otros 475 casos durante el pasado año.

Entre las empresas que hacen los deberes y se protegen frente a ciberataques y fallos informáticos la medida de blindaje más habitual es tener copias de seguridad de datos en una ubicación separada, así como métodos de autenticación mediante una contraseñal fuerte.

Sin embargo, son menos habituales otras medidas de protección como hacer test de seguridad o evaluaciones de riesgos. Menos de una cuarta parte de las empresas que cuentan con sistemas de seguridad adoptan estas prácticas.

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Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son fundamentales para mejorar la competitividad de las empresas gallegas. Sin embargo, según los datos del Observatorio da Sociedade da Información de la Xunta (Osimga), en 2021 las firmas de la comunidad autónoma redujeron un 33 por ciento su gasto en esta materia.

De los 545 millones de euros desembolsados en 2020 para adquirir bienes y servicios TIC se ha pasado a solo 373 millones en 2021, según consta en el último informe de Osimga referente a las empresas gallegas. La disminución del gasto ha sido similar tanto en las empresas de diez o más empleados como en las de menor tamaño.

Las 151.990 firmas de menos de diez empleados con conexión a internet y sede en Galicia invirtieron 126 millones de euros en TIC. Mientras, las más de 7.000 empresas más grandes desembolsaron 247,3 millones de euros.

De este presupuesto menos del 8 por ciento es para reforzar la seguridad de las empresas frente a ataques y fallos informáticos. En 2021 se gastaron en sistemas de protección 27,2 millones de euros, de los cuales 14,5 millones se corresponden con las microempresas y 12,6 millones con las firmas de diez o más trabajadores.

Son pocas las empresas además que cuentan con seguros para compensarlas por los daños ocasionados por ataques o fallos TIC. Solo el 18 por ciento de las compañías grandes y el 5,1 por ciento de las de menos de diez empleados están aseguradas.

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