Aulas con salvavidas

Galicia acredita al primer grupo en España en un protocolo antisuicidio que probarán 2.000 alumnos de 3º de ESO el próximo curso

Uno de los momentos de la acreditación, en la que participaron una veintena de profesionales gallegos.

Uno de los momentos de la acreditación, en la que participaron una veintena de profesionales gallegos. / E. ocampo

Elena Ocampo

Elena Ocampo

¿Cómo te sientes? ¿Qué haces? ¿Qué consecuencias va a tener lo que estás haciendo? Las mismas preguntas se repiten ante diferentes situaciones: ¿si tu pareja te deja y luego te cuentan que estuvo el fin de semana en el cine con otra persona, mientras que a ti te dijo que no saldría?, o ¿si tus amigos se van del comedor porque acaban antes y no te esperan?

Grupos de adolescentes tendrán que mantener un debate crítico sobre estas (y otras) situaciones ficticias pero muy comunes en la vida diaria para ser capaces de ponerse en los zapatos del otro. Y en los suyos mismos. Y, como en un juego de mesa, se reparten cartas. De hecho, se llaman “juegos de dilemas” y son solo la primera de las herramientas del programa YAM –protocolo de prevención del suicidio importado de Suecia, que ya se aplicó en otros países de Europa, EE UU y Australia, con evidencias científicas– y ahora arranca en aulas gallegas.

El profesor Vladimir Carli, en plena formación de los profesionales gallegos.

El profesor Vladimir Carli, en plena formación de los profesionales gallegos. / Fdv

Un equipo integrado por el psiquiatra del instituto sueco Karolinska, Vladimir Carli, y otros tres profesores de la spin off Mental Health in Mind, impartieron la pasada semana en Galicia un curso de acreditación para los primeros veinte instructores YAM de España, que ha demostrado su eficacia con una reducción de intentos de suicidio.

Son cinco especialistas de los EOES (Equipos de Orientación Específica) y otro orientador más, hasta un total de 6 profesionales de Educación y 14 del Sergas.

A partir del próximo curso, unos dos mil alumnos de una muestra aleatoria de 34 centros gallegos de 3º de ESO –el ensayo clínico abarca hasta 4.500 alumnos– utilizarán este método para caldear el debate en pequeños grupos, lo que desembocará durante varios días en más juegos de roles.

“Se trata de proponer situaciones que provocan estrés y crisis... para acabar hablando de la depresión y de la ideación suicida, así como de la búsqueda de ayuda”, explica el coordinador de programas de prevención e promoción da Saúde Mental en el Sergas, Alexandre García.

El coordinador de Programas de prevención del Sergas, Alexandre García, sexto por la izq., en la primera fila con el grupo de formación.

El coordinador de Programas de prevención del Sergas, Alexandre García, sexto por la izq., en la primera fila con el grupo de formación. / Fdv

Tras las primeras sesiones de calentamiento, esos dilemas se escenifican como rol play que se discuten en grupo. Los instructores facilitan el diálogo pero es el alumnado el que debate como se sentirían en esa situación, como actuarían y que consecuencias tendría esa actuación, favoreciendo por medio de la técnica YAM que aparezcan diversas opciones. El último rol play se dedica a depresión e ideación suicida y fundamentalmente se orienta a cómo pedir ayuda y a quien. “Se les darán herramientas para que sean los propios jóvenes los que dibujen de una forma guiada la solución óptima a un problema”, añaden.

Los instructores gallegos que se acaban de formar realizarán las prácticas en verano en campamentos y en las próximas semanas en diez institutos públicos de las cuatro provincias gallegas. “Detrás hay un trabajo de muchos meses de traducción del material de instrucción y para el alumnado, que ya están en gallego y ahora estamos en el proceso de traducirlo al castellano”, explica García.

El YAM –alegan– es diferente de otros programas y quizás esa es la clave de su éxito, porque faculta el debate entre pares a la hora de solucionar diversos dilemas que se les proponen. Este programa se aplicará en horario lectivo y es voluntario, aunque requerirá de la autorización de los padres este primer año.

El objetivo de la Xunta, en todo caso, es llegar en 2027 a más de 20.000 estudiantes para lo que ampliará progresivamente el equipo de trabajadores dedicados a prevenir conductas suicidas. En los años siguientes parte del equipo original se acreditará como “entrenador” para poder impartir los cursos de formación en gallego o castellano y poder aumentar el número de instructores para alcanzar a toda la población gallega de un curso de ESO. En los próximos cursos se aumentará el número de centros de forma progresiva hasta alcanzar la población completa (20.000) en 2026-27.

Alexandre García detalla los resultados demostrados: “Fue testado junto con otros modelos de intervención en un ensayo clínico aleatorizado europeo multicéntrico publicado en 2015 en The Lancet; un estudio en el que participó el departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo". "Los resultados obtenidos demostraron que YAM reduce la ideación y los intentos de suicidio incidentes en un 50% y la sintomatología depresiva en un 30%”.

En Galicia, el programa YAM se hará cofinanciado con el Fondo Social Europeo al 95%, como innovación social y con un presupuesto superior a dos millones de euros.

No menos importante, el Protocolo de prevención y actuación en los ámbitos sanitario y educativo ante el riesgo suicida infanto-juvenil con el que trabaja la Xunta establece la primera vía rápida de derivación en salud mental, igual para todas las áreas sanitarias y organizada por los servicios de admisión y los servicios de psiquiatría.

Ante una evaluación de ‘riesgo moderado’ de una conducta suicida por parte del departamento de orientación y de acuerdo con la familia del menor, tras una consulta con pediatría o medicina de familia, se derivará a Salud Mental por vía rápida o preferente en siete días como máximo.

En los casos de riesgo grave se contempla la actuación del 061 para la derivación a urgencias y posterior valoración psiquiátrica. Mientras, los casos que se estimen como leves tendrán evaluación y seguimiento en Atención Primaria.

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